La sorprendente novela “Los siete suicidios capitales” es el segundo lanzamiento de la escritora mexicana Rebeca Pal. A través de la historia de Rafael, un hombre cuya madre no pudo abortarlo, la autora toca temas sensibles como la maternidad, la ruptura de creencias para visibilizar la importancia de la perspectiva de género y hasta hace uso de un análisis profundo de la conciencia y la sociedad.
Rebeca Pal comenzó esta historia a muy temprana edad, con tan solo 17 años ya se encontraba dándole forma a “Los siete suicidios capitales”, fue un recorrido largo que requirió una investigación ardua, la escritora compartió con sus lectores que tardó cuatro años para construir a Rafael. “Me asesoré con psicólogos, psiquiatras, forenses y médicos”; explicó Pal, quien también expresó haber requerido un largo tiempo para construir el contexto narrativo de su personaje principal.
“Me inspiró el dolor, porque no he conocido una sola persona que no cometa un tipo de suicidio, al día, pero nadie habla de ello; entonces, creo que, sí, es fundamental hablar de las cosas que duelen, y de los tabúes, de esa parte oscura que todos tenemos, porque sin oscuridad no hay luz, y hasta que no aceptemos esa oscuridad, nadie puede brillar”, expresó Rebeca Pal.
La novela corta “Los siete suicidios capitales” desenreda su trama al ritmo del género negro. Pal construyó una obra llena de simbología, misticismo y, para su tercera parte, de algo similar al realismo mágico. Es un recorrido por la vida de Rafael, un hombre que llega la vida sin ser deseado. Se considera a sí mismo como un error, un fallo del sistema o de la vida misma. Con el paso de las páginas el lector será testigo de su involución, sus crisis internas y las dudas que le van surgiendo. La novela adquiere un tono existencialista, ya que la psique propia de Rafael crea una atmosfera hermética, en donde la Biblia juega un papel fundamental.
Es la historia de una persona que, en cuanto reciba su jubilación, hará todo lo posible por terminar aquello que su madre, piensa, no tuvo las agallas de hacer: abortarse de la vida. “Los siete suicidios capitales” está dividida en tres partes en las que salen a flote las obsesiones, tanto del protagonista como las que algunos otros personajes secundarios tienen con la religión católica. El padre, El hijo y El Espíritu Santo, la trÍada que simboliza la divina perfección, y hace alusión al número tres usado en los pasajes bíblicos para expresar periodos de Fe, como cuando Jesucristo resucitó al tercer día.
“Yo le doy otro sentido al número tres: mi protagonista está decidido a no resucitar. La tercera parte hace alusión a los diez mandamientos, por eso está escrita en diez capítulos. En esta última parte de la novela aparece el realismo mágico”, explicó la autora.
En este proyecto literario, Rebeca Pal da muestras de su dedicación a la escritura y a la oportunidad que le presentó la vida al poder ir a una escuela de escritores de Madrid, donde se dedicó a pulir su obra literaria y encontró gran fascinación por profundizar en aspectos sociales y culturales que se han dejado del lado, como el de los trastornos mentales y las implicaciones sociales que conlleva tenerlos. “No son nuestros personajes los que quieren salir a la luz, somos nosotros, los que estamos detrás de la pluma, los que queremos dejar la oscuridad”, aseguró Pal.
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