Si hay un escritor que con su literatura, hablando de guerreros, magos, elfos, gigantes y bestias, haya logrado retratar los horrores de dos guerras mundiales, el desenfreno de la industrialización, la ambición desmedida del poder y el deterioro ambiental del presente, ese es John Ronald Reuel Tolkien, más conocido en todo el mundo como J.R.R. Tolkien.
Hace 130 años en Bloemfontein, en el Estado Libre de Orange, actual Sudáfrica, nació el que se convertiría en el autor de El señor de los anillos, una de las sagas literarias más populares de todos los tiempos. Fue exactamente en septiembre de 1892, al interior de un hogar con raíces en Baja Sajonia.
Desde muy joven, Tolkien se sintió atraído por la literatura, la fantasía y los relatos medievales. En su edad adulta exploraría la poesía, la narrativa y el ensayo. Además de buen escritor, también fue lingüista y eso influyó mucho en la creación de su universo narrativo que, con el tiempo, agruparía en una gran colección: el legendarium.
La colección abarca desde El Silmarillion, que comprende la creación de Arda y todo lo que va hasta los inicios de la Tercera Edad del Sol de la Tierra Media, hasta Los pueblos de la Tierra Media, que vio la luz en 1939. En total, trece títulos que condensan el trabajo de Tolkien durante toda su vida.
Los años en Oxford fueron capitales para el escritor. Allí conocería a C.S. Lewis, el célebre autor de Las crónicas de Narnia, quien, al igual que Tolkien, se encontraba en la búsqueda del tono para narrar sus historias y era profesor en la facultad de letras. Ambos fascinados con la literatura fantástica, miembros fundadores de los Inklings, un club literario que les permitió, a la larga, culminar la escritura de sus obras iniciáticas.
Tolkien solía dudar de sus historias. Se las leía a sus hijos pequeños y no creía que pudieran interesarles a los lectores. Lewis fue quien lo persuadió de lo contrario y lo animó a publicar El hobbit, en 1937. El libro tuvo un gran éxito y lo tomó por sorpresa al escritor. Su editor en George Allen & Unwin le pidió escribir una secuela, pero él hizo más que eso. Tardó cerca de 12 años en gestar su obra maestra, una de las piezas más importantes de la literatura fantástica del siglo XX.
Luego del gran éxito que representó la publicación de sus novelas sobre la Tierra Media, Tolkien se jubiló y se mudó junto a su esposa Edith a Bournemouth, en donde ambos fallecerían. Ella en 1971 y él en 1973. Un año y medio antes de morir, el escritor fue nombrado Comendador de la Orden del Imperio Británico por la reina Isabel II, y la Universidad de Oxford le otorgó el doctorado Honoris Causa en Letras.
Los detalles más relevantes de su vida y los momentos más luminosos de su obra se encuentran registrados en la semblanza biográfica del autor que en 2004 publicó el escritor colombiano Celso Román, de la mano de Panamericana Editorial, en la colección ‘100 personajes, 100 autores’, bajo la dirección de Conrado Zuluaga, que busca darle alcance a las historias de vida de grandes personalidades del mundo, contadas por escritores con amplio conocimiento en dichas historias.
Así pues, Román engendra esta biografía que les permite a los lectores entender mejor la obra de Tolkien, a través de la lectura de sus libros y la posibilidad de volver a creer en los seres humanos como la especie que también puede ser capaz de abrir una ventana a la esperanza.
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