Catalogada como una de las máximas exponentes de la literatura española contemporánea, Irene Vallejo se convirtió en la estrella del encuentro literario más importante de Latinoamérica, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2022. En este encuentro, Vallejo y el escritor argentino Alberto Manguel, fueron los encargados de inaugurar el Salón Literario y juntos recibieron la medalla Carlos Fuentes, de la mano de Silvia Lemus, viuda del escritor; durante el marco de celebraciones, la autora también presentó “El infinito es un junco”, uno de sus más recientes títulos, y conversó con lectores en el ciclo Mil Jóvenes con Irene Vallejo, una charla donde dio cuenta de los obstáculos que pasó para convertirse en escritora.
La española se convirtió así en una de las escritoras recurrentes de la edición 36 de la FIL Guadalajara, que tiene como invitado de honor al emirato de Sharjah y el mundo árabe, pero también un espacio para exponer los autores del país vasco. Irene Vallejo abrió su corazón como creadora literaria y mente creativa En su charla con mil Jóvenes, declaró haberse considerado una chica “rara” que, a pesar de todas las adversidades, logró triunfar en la literatura y ahora engalana encuentros literarios con sus líneas escritas.
“Quería contaros la historia de esta ‘rara’ que fui, y sigo siendo. Con mucho orgullo ahora utilizo ese adjetivo para describirme y para reivindicar ese empecinamiento del entusiasmo, que creo que es tan valioso y que os invito a abrazar. Si tienen algo que realmente los apasiona, y no estoy hablando de la escritura necesariamente, o de la filología, pero si hay algo que realmente les emociona, pues practiquen esa terquedad de la esperanza”, expresó Vallejo en su charla con los jóvenes lectores
Durante el encuentro Salón Literario dirigido por la escritora mexicana Rosa Beltrán, la autora de “El Futuro Recordado” recordó que la biblioteca familiar en su mayoría se encontraba habitada por autores varones, pero algo que la motivo a escribir y cambió su perspectiva fue cuando leyó “El diario de Ana Frank”, así mismo en sus participaciones expresó que la palabra escrita es una de las armas más poderosas de la humanidad; por eso hoy te traemos tres libros que tienes que leer para conocer a Irene Vallejo:
El infinito es un junco
En este libro, Irene Vallejo se adentra en la historia del artefacto que ha documentado miles de hechos históricos y que nació hace cinco milenios, cuando los egipcios descubrieron el potencial de un junco al que llamaron papiro. Vallejo se remonta en su narrativa a los campos de batalla de Alejandro, los palacios de Cleopatra, las primeras librerías y los talleres de copia manuscrita, pero también retrata esas hogueras donde ardieron códices prohibidos, la biblioteca de Sarajevo y el laberinto subterráneo de Oxford en el año 2000. En las líneas escritas, la autora recorre el tiempo del libro y la aventura de quienes han concebido su vida a la palabra escrita.
El futuro recordado
En las columnas recopiladas buscan capturar el pálpito de nuestra época llamando a las voces del pasado. Vallejo se sirve de los materiales cotidianos de la vida actual, elabora pequeñas piezas literarias en las que recrea un imaginario banquete con ilustres invitados como Safo, Tucídides, Séneca, Epicteto, Gracián, Montesquieu o Wilde, entre otros. Hace de sus páginas un recorrido cultural y filosófico en el que saca a la luz este lúcido juego con los tiempos, lo distante se hace más nítido. Para entender el presente apresurado y caótico, la autora posa la mirada en lo que una vez fue y aún puede latir y explicar, y enseña cómo los mitos, los cuentos, las leyendas, las historias sirven para iluminar y aliviar el desasosiego propio.
El silbido del arquero
Es una novela de aventuras, guerra, exilio y amor, en élla, Irene Vallejo detalla un viaje a los mitos de un pasado que aún guardan relación con el presente. Eneas ha huido del saqueo de Troya con su hijo y algunos hombres, naufraga en la costa africana, ante las playas de la ciudad de Cartago, su suerte queda en manos de la reina Elisa. Héroe, vagabundo y derrotado, una misteriosa profecía lo señala como fundador de la venidera civilización romana. Siglos después, el poeta Virgilio tendrá que recrear, por encargo del emperador Augusto, esa aventura inicial y las glorias pasadas del Imperio ya victorioso, que oculta abismos de miseria y codicia.
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