De Santiago Díaz Cortés no había tenido noticia hasta que vi su nombre en letras doradas en la portada de Talión. Este libro trata sobre una periodista, Marta Aguilera, quien un día recibe una noticia que le cambia la vida: resulta que tiene un tumor y no le quedan más que unos meses. De repente, siente que todo se le viene encima y utiliza el tiempo que le queda para hacer justicia. Se vuelca de lleno en contra de la inspectora Daniela Gutiérrez e intentará hasta el último aliento aplicarle la ley del talión.
Este Santiago Díaz es un escritor madrileño, nacido en 1971, aficionado al basketball, que ha publicado varios títulos y ganado algunos premios. Además, ha trabajado como guionista en cine y televisión, y tiene un hermano que también es escritor, Jorge Díaz, del que todo el mundo habló al descubrirse que es uno de los tres autores detrás del seudónimo de Carmen Mola.
Santiago Díaz publicó “Talión”, su primera novela, en 2018. Consiguió muy buena recepción y ya no renunció al oficio de novelista. Se dio cuenta de que las técnicas que había adquirido en la escritura de guiones, bien adaptadas, funcionaban muy bien en las novelas y encontró en el thriller su género predilecto. A este primer libro le siguieron tres más: “El buen padre” (2021), “Salvar la tierra” (2021) y “Las otras niñas” (2022).
El primero y el último hacen parte de una serie que lleva por título el nombre de una mujer, Indira Ramos, y le han permitido situarse como uno de los autores más leídos, en cuanto al género del thriller se refiere, en España.
“Las otras niñas”, su libro más reciente, lo encontré en la Central de Callao hace un mes, cuando anduve por Madrid intentando dar con el escritor. En esta novela, la inspectora Indira Ramos vuelve a aparecer ante los lectores, en un pequeño municipio de Extremadura. Llega el momento en que debe regresar a Madrid y hacerle frente a su trabajo. Resulta que no puede hacerle frente al subinspector Iván Moreno, al que le oculta un enorme secreto.
Ambos tendrán que volver a trabajar mano a mano para resolver el mayor rompecabezas criminal de la historia contemporánea de España, reza la contraportada del libro. En una gasolinera han aparecido las huellas dactilares del que fue durante muchos años el hombre más buscado del país, quien lleva tiempo viviendo bajo una identidad falsa. La inspectora Ramos está convencida de que un asesino como él ha tenido que volver a matar, así que solo necesita encontrar un crimen del que no quede impune.
El libro es penetrante e intenso, léase como se lea. Un thriller con todos los ingredientes. Al dejarlo nuevamente sobre la mesa de exhibición, me quedé pensando en la posibilidad de que el autor conciba sus novelas como si fueran películas, porque es posible ver entre las páginas. Eso, los libros de Santiago Díaz, más que leerse, se ven.
Le escribí a su cuenta de Facebook comentándole que estaba en España y quería entrevistarlo. Me respondió muy tarde, cuando yo ya había dejado Madrid. La conversación no pudo darse con él, pero sí con su obra, o parte de ella. Con este último libro me quedé pensando que si yo fuera él, estaría viendo cómo hacer para que el próximo libro fuera mucho mejor que todos estos, pero no soy él, entonces me limito a hablar como lector.
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