¿Qué es lo que yace en un metro cuadrado de piel? ¿Cuál es el poema que se oculta en la fisura de los dedos al juntarse? ¿De dónde llegan las palabras, los silencios, los instantes sin tiempo? ¿Cómo se nombran el amor o la ausencia?
Probablemente, no haya una respuesta precisa para ninguna de estas preguntas, pero una aproximación muy cercana, la intuición de una certeza, puede estar en los versos de la poeta colombiana Ramona de Jesús y en su libro Dos metros cuadrados de piel.
En 2020, la joven poeta consiguió hacerse con el primer lugar del VIII Premio Nacional de Poesía “Obra Inédita”, otorgado por la Fundación Tertulia Literaria de Gloria Luz Gutiérrez, imponiéndose a poetas como Stefhany Rojas Wagner y Margareth Ríos Hernández, quienes ocuparon los dos lugares restantes del podio.
El jurado que dictaminó el premio estuvo integrado por Raquel Lanseros, Fernando Valverde y Andrea Cote. Los tres, en el acta oficial, señalaron que la obra ganadora “evidencia consciencia sobre las posibilidades que otorga la materialidad del lenguaje. El libro asume formas de riesgo, implementando elementos y registros textuales de la cultura popular como la carta. El poema en prosa, el registro de saldo de banco”.
Desde hacía unos años, Ramona de Jesús venía dando de qué hablar, siempre obrando por lo bajo. Poemas suyos iban y venían, abriéndose paso entre los lectores. El premio le aseguró difusión, mayor alcance. En Argentina, la editorial Gog & Magog publicó una bella edición del libro, con comentario del escritor Julián López.
En Colombia, Valparaiso Ediciones acogió el poemario, y Andrea Cote fue quien escribió el texto de la contraportada. De la mano de ambos sellos, el libro tiene presencia en Argentina, Colombia, España y Estados Unidos.
Nacida en Medellín, desde hace varios años reside en Alemania. Desde allí escribe, lee y traduce. Se fue en 2010 para estudiar una maestria en literatura comparada y al graduarse, tomó la decisión de quedarse. La Universidad de Berlín le otorgó el título y en muy poco tiempo consiguió un par de becas de creación otorgadas por el Gobierno de Berlín y la Fundación Jan Michalski en Suiza.
Su poesía es punzante, se clava en el pecho, estremece la piel. Se puede sentir cómo se eriza cada centímetro. Al leer este libro, es posible recordar que la valentía es el rasgo más importante de la voz poética, dice Andrea Cote. “La joven autora dialoga directa y críticamente con su tiempo imponiendo a los relatos de una realidad fragmentada la contundencia de un saber sensorial potenciado por la palabra”, señala.
Entrar sin mayor ambición es la clave. Leer sin expectativas, solo con la confianza de que lo que se tiene entre los manos en algún momento hará implosión. Y lo hace, por supuesto. Cada verso, cada palabra en estas páginas es como la brasa que entra en contacto con los dedos y se queda allí alojada, quemando, suavemente, dejando marca.
“Ramona de Jesús se niega al vaticinio pero viene con el descaro de nombrar a las cosas en un plano de igualdad, no dispone un lugar privilegiado para lo sensible, muestra que todo está bajo la luz, que todo es eso”, escribe Julián López. Y todo es eso, el universo contenido, lo que pasa mientras se recuerda la cálida noche sobre la cama, el frío gélido de la mañana, las sábanas impreganadas de sudor, el libro leído, la ciudad abandonada, la mujer que ya no es.
UN PLANO DE UNA CIUDAD
CONSTRUIDA SOBRE BOGOTÁ
cuando nos fuimos
de casa
no sabíamos
de qué casa era
que nos íbamos
cuando decíamos
que de casa nos íbamos
no sabíamos
que era de casa
de donde
nos íbamos
el día que
nos fuimos
de qué casa fue acaso
que nos fuimos
sabíamos acaso
qué era casa
qué casa
de casa nos fuimos solo para irnos
para que nadie nos obligara
a comer sentadas a la mesa
a cruzar bien las piernas
para nunca más decirle a mamá
que estábamos en el cine
mientras nos besábamos
bajo las escaleras
de la casa
nos fuimos
sin saber que nos íbamos
de casa
sin saber de qué casa
sin saber que era de casa
que nos íbamos
el día que nos fuimos
hoy es de casa que en
las estrías de nuestros muslos
vemos el rostro acaso
hambriento de nuestra biografía
que como cualquier historia
es esta piel que nos contiene
como el gesto de la palabra
contiene su objeto
una frágil cicatriz que se quiebra
si la voz tiembla
si el fantasma de una caricia
no mide su fuerza
para regresar a casa
escribimos:
escribimos
buscando regresar a casa
a qué casa
qué casa es cuando escribimos
sentadas a la mesa mientras
en casa mamá nos hace
las trenzas
en casa
las palomas han hecho nido
entre las tejas
escribimos
para expropiarlas
esconderles los huevos
volver a tender las camas
con las mismas sábanas
de esa casa desde donde
escribimos:
desde qué casa esa casa
qué casa en esta boca
qué palabra
qué ruina sin historia
qué testamento
sino el huevo
de la paloma
“En Dos metros cuadrados de piel asistimos a la perturbadora presencia de las cosas. Todas significan algo más en la ternura, la violencia y la incomunicación que subyacen a otro registro: el del gozo”, comenta el escritor Enrique Winter.
Ramona de Jesús consigue situar al lector entre la nebulosa y la claridad. Le provee los detalles suficientes para habitar el poema y habitarse. La suya es una voz que increpa, que se hace preguntas, que navega como barca de papel sobre el río.
A LOS TREINTA AÑOS: UNA CONVERSACIÓN CON EMILY BERRY Y RAYMOND CARVER
miedo a fumar sentada en el alféizar hasta que rompa el alba
a que nadie abra la puerta
miedo a las resoluciones del domingo en la noche
al acatamiento de planchar las sábanas
miedo a las palabras en lugares adecuados
a una felicidad demasiado ordenada
a la pregunta: ¿por qué me tiemblan las manos?
a su respuesta en estas sábanas
miedo al no que antecede al apocalipsis
la risa de los niños
las listas
los supermercados
miedo a amar la herida
miedo a huir o a quedarme
a despertarme con la boca seca
y dar pedir negar —o de cualquier otra manera— necesitar ayuda
miedo a vacilar frente al pescuezo del gallo
corrijo: del lector
corrijo: del diablo
miedo a reencarnar en las historias
miedo al escribirlas
entonces
miedo al ocio
a los gritos sordos
las compañías telefónicas
las ambulancias
los pasillos oscuros
a los adverbios
miedo a lo que se dice en el tiempo del silencio:
a las canciones en repeat
a la tragedia que desencadena el encuentro
entre un cuchillo sin filo y un tomate duro
miedo a enviar todas las cartas
a los platos que se apilan
los buenos deseos
miedo a cuidar de una mascota
a coleccionar almohadas
a morir con hambre o sin sudor en la frente
y a las duchas de agua tibia
la ironía
la pirotecnia
las definiciones
miedo a la unidad de flujo luminoso del sistema internacional
que equivale al flujo luminoso emitido por una fuente
puntual uniforme situada en el vértice de un ángulo sólido de
1 estereorradián y cuya intensidad es 1 candela
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El poeta tiene que procurar que el lector se estremezca con cada una de sus palabras y eso lo ha entendido muy bien Ramona de Jesús, que escribe como si el mundo se acabara hoy, que ha dado a luz el primer asomo de una obra poética que se extenderá como una gripa, que contagiará y alertará. La suya es una voz que, apenas con su primer libro, ya reclama un lugar y, con el correr de los años, seguramente lo tendrá.
Pocas veces se encuentra uno con libros tan buenos, de esos que aún después de terminarlos siguen dando vueltas en la cabeza, piden a gritos que volvamos, y volvemos. El libro se nos hace necesario. La poesía de Ramona de Jesús se hace necesaria, se torna un vicio para el lector, un requerimiento fisiológico de la piel, que busca, desesperadamente, volver a sentir.
MUJER HABLA FRENTE A UNA TUMBA:
TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL DE UN
DISCURSO EN LENGUAS
señor
vengo a tu tierra
a depositar
mis silencios
la sal de lo visto
es una lanza
que me atraviesa
el pecho
vengo señor
huyendo
de las estatuas de
la lengua
es un goteo
el que traigo
una fe pobre
niña que busca
bajo tu tierra
el abrigo
de lo pequeño
el descanso
en las ramas
de la ceniza
vengo a tu tierra
a conocer el oído
del viento
a trenzar
las grietas
señor
dame sosiego
en el paisaje
de lo elidido
muéstrame
el canto
de ese gorrión
maltrecho
que traigo entre
las manos
de mi silencio
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