El ex director de la Biblioteca Nacional Alberto Manguel, también editor, escritor y crítico literario argentino, será reconocido en la FIL Guadalajara. El encuentro literario, editorial y cultural más importante de lengua española, que se celebra desde este sábado hasta el 4 de diciembre en esa ciudad mexicana, contará con más de tres mil actividades.
Manguel obtendrá un reconocimiento con el Homenaje al Bibliófilo José Luis Martínez 2022, en una ceremonia que tendrá lugar el martes 29 de noviembre en el Auditorio Juan Rulfo de la FIL Guadalajara. Durante su visita a la feria, Manguel también ofrecerá la conferencia magistral “Pierre Menard, instrucciones para leer”, vinculada a la obra de Jorge Luis Borges.
El reconocimiento en su rol de bibliófilo ocurre un mes después de que Manguel concretara la donación de su biblioteca compuesta de 40.000 ejemplares para la creación del Centro de Estudios de Historia de la Lectura, en Portugal. La biblioteca, ubicada en Lisboa, estará dentro de un palacete del siglo XIX del Marqués de Pomba, y Alberto Manguel será el director de este espacio que no sólo atenderá a investigadores, sino que también se planea como una biblioteca de libre acceso para lectores de todas las edades.
El ex director de la Biblioteca Nacional, a su vez, es uno de los invitados a las actividades de promoción de la lectura que forman parte del programa de Guadalajara como Capital Mundial del Libro que se desarrolla del 23 de abril de 2022 hasta el 22 de abril de 2023.
“Estamos volviendo a enfrentar las amenazas de los sistemas totalitarios y con ellos los prejuicios racistas, antisemitas, islamófobos y misóginos. Los tiranos del pasado pujan por coronar a los tiranos del futuro. Frente a esta pasión suicida la lectura es el instrumento de defensa”, afirmó el autor en una charla en la ciudad mexicana de Guadalajara.
El traductor y editor argentino-canadiense aseguró que, además de permitir un momento de imaginación y creatividad, la literatura y su mundo no obliga a los lectores a nada más, pero puede ser un buen instrumento para que estos desarrollen un sentido de ciudadanía que busque el bien común.
“Si el acto de leer buena literatura, de adentrarse en los libros y hacerlos suyos, de frecuentar bibliotecas y tomar parte de discusiones literarias no nos transforma en seres humanos cabales, empáticos y dispuestos a imaginar una sociedad mejor, más justa ¿para qué sirve ser lector?”, cuestionó.
“La lectura contiene ciertos elementos de conducta éticos y propicia una apertura al sufrimiento ajeno, más conciencia de las identidades ajenas y de la propia, además de preparar a las personas para aceptar la “ambigüedad” de todo conocimiento”, añadió.
El escritor argentino, de 74 años de edad, contó que en su infancia aprender a leer fue un momento casi mágico al poder interpretar signos y formar palabras que, juntas, cuentan una historia que hace vivir en otros lugares y otras épocas. A su vez, dijo que también le hizo cuestionar su propia realidad y la realidad del mundo, un aspecto que es mal visto por los regímenes totalitarios.
“Nuestra sociedades temen al arte de la lectura, porque la lectura puede llevar al cuestionamiento y este a la crítica y la crítica, al cambio”, expresó.
Otros de los homenajeados en FIL Guadalajara son: el editor guatemalteco Raúl Figueroa Sarti, con el Homenaje al Mérito Editorial; Rosalía del Carmen Macías Rodríguez que recibirá el Homenaje al Bibliotecario; y el distinguido arquitecto mexicano Felipe Leal el Homenaje ArpaFIL.
Entre los 600 escritoras y escritores invitados a la trigésimo sexta edición de este importante evento cultural se encuentran los argentinos Martín Kohan, Ariana Harwicz, Fernanda García Lao, Sergio Olguín —que serán parte del programa Latinoamérica Viva, que desde hace diez años presenta la FIL Guadalajara para promover lo más destacado de las letras de la región—, Luisa Valenzuela y Florencia Etcheves..
Creada por iniciativa de la Universidad de Guadalajara en 1987, editores, agentes literarios, promotores de lectura, traductores, distribuidores y bibliotecarios se encuentran en los 34 mil metros cuadrados que tiene el predio de la FIL para mover los hilos de la industria editorial Iberoamericana. ¿El objetivo? Realizar intercambios comerciales y profesionales que deja una derrama económica superior a los 330 millones de dólares.
Con información de Télam S.E. y EFE
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