El escritor italiano Roberto Saviano, reconocido globalmente por los libros en los que ha logrado revelar los pormenores del funcionamiento cotidiano de la mafia de su país, supendió su participación en dos eventos programados en el Teatro Valli de Reggio Emilia (centro de Italia), en los que tenía que presentar su último libro “después de semanas difíciles” tras el inicio del juicio por una acusación de difamación iniciado por la nueva primera ministra, Giorgia Meloni.
En una carta enviada a la fundación que gestiona el teatro, el escritor, que iba a presentar su libro Solo è il coraggio (Sólo es el coraje) sobre el juez Giovanni Falcone, argumentó que se da “por vencido”. En esa misma carta, el autor de Gomorra dio sus motivos. Según contó, canceló su presencia porque vivir las ocasiones públicas en estas semanas le resulta “difícil” y señaló que la exposición física le preocupa, a él y a los le rodean “porque el odio es tangible y no hay escudo”.
“Los diarios de extrema derecha, en algunos casos pagados directamente por miembros de la mayoría parlamentaria, arremeten a diario: estoy todos los días en sus portadas, atacado de la manera más baja y cobarde, sin que esté realmente protegido de lo que debería ser en cambio una opinión pública ‘amigable’”, sumó en su comunicado.
El escritor, bajo protección policial desde que publicó el exitoso Gomorra (2006), fue denunciado por difamación por la líder de los ultras Hermanos de Italia y primera ministra desde el 22 de octubre, después de que éste denunciara, en un programa de televisión el 7 de diciembre de 2020, el supuesto uso político que la ultraderecha hacía del fenómeno de la inmigración en el Mediterráneo central.
En su carta Saviano menciona que además del proceso tras la denuncia de Meloni, y en el que se ha involucrado también el actual ministro de Transportes y ex titular de Interior, Matteo Salvini, también ha recibido amenazas de denuncias judiciales por parte del ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, por sus críticas a los miembros del gobierno.
“Por un lado hay una conducta feroz de difamación, de aislamiento, por otro lado la prudencia, la distinción, las aclaraciones, el miedo, el silencio por conveniencia. Esto genera soledad. Por suerte sé que no estoy solo: siento la solidaridad de quienes me leen, de quienes apoyan las ideas que expreso y de algunos de mis colegas, los más valientes (pocos, entre los escritores, lo son)”, lamentó el escritor.
Y sumó que “permanecer bajo fuego enemigo y fuego amigo es un martirio”. “Yo no soy un mártir, sino un escritor y a través de lo que me está pasando se podría entender la deriva del país”, remató el autor que, sin duda, ha incomodado a través de su obra y de sus declaraciones a distintas esferas del poder en Italia.
Fuente: EFE
Seguir leyendo: