La modernidad y las grandes urbes se encuentran constantemente en construcción; edificaciones, monumentos, parques y plazas públicas se adaptan a las nuevas necesidades de sus ciudadanos. En el caso de la Ciudad de México, desde sus inicios prehispánicos las grandes veredas dieron paso a calzadas y avenidas, como el famoso paseo de La Reforma o la avenida de Los Insurgentes. Las calles y construcciones guardan secretos, anécdotas y una ciudad oculta que quiere ser descubierta.
El periodista Héctor de Mauleón se ha convertido en uno de los grandes cronistas de la capital mexicana, en su faceta de escritor dio inicio en 2018 a “La ciudad oculta” , el primer volumen de una serie que recientemente llegó al volumen cuatro.
En entrevista con Leamos, Héctor de Mauleón develó las grandes inspiraciones que lo llevaron a crear esta guía definitiva, en la que le da voz a la Ciudad de México, para contar historias y curiosidades que se han plasmado en 500 años de historia.
En días recientes el escritor lanzó, nuevamente bajo el sello editorial Planeta, los volúmenes 3 y 4 de “La ciudad oculta”. En sus páginas hay pedacitos de historias en los que se encuentran personajes como El Santo, Madero, El Loco Valdés y Moctezuma, entre otros; también escribe sobre fenómenos naturales como temblores y eclipses, y sobrenaturales, como el Fantasma del Hotel Gillow, los de Garibaldi y hasta avistamientos de ovnis.
“Desde hace 20 años he estado tratando de recuperar días de la ciudad que habían sido olvidados, que estaban perdidos. Buscaba en las hemerotecas, son como máquinas del tiempo. Porque consigues un periódico de hace 150 años, al correr las páginas, comienzas a leer las noticias, los avisos, los anuncios e inmediatamente te sientes inmerso en esos días, se van pintando escenarios de mundos que ya se fueron”, expresó Héctor de Mauleón en entrevista con Leamos.
Recuerda el autor cómo una de las primeras cosas que lo impulsó a rescatar estos pedazos de historia, fue su búsqueda de noticias relacionadas con la epidemia de Influenza española de 1918, un pasaje que quedó en el olvido en la historia mexicana y que solo dejó ese “Jesús” o “Salud” que se dice en el momento en que alguien estornuda, algo que en esos tiempos representaba un final anunciado. En “La ciudad oculta” el autor se encarga de revivir hechos que sucedieron en lugares como el Cine Opera, el Teatro Blanquita, la Zona Rosa, Tepito, el Templo Mayor y hasta Tenochtitlán.
— ¿Qué te motivo a sacar un volumen 3 y 4 de la Ciudad Oculta?
— Este libro lo escribí gracias al confinamiento que trajo la pandemia. Si no hubiera sido por eso, probablemente lo hubiera seguido arrastrando más tiempo. Cuando vi afuera de un hospital a la muchedumbre llorosa, gente que gritaba, pedía una cama, que estaba con tanques de oxígeno, con familiares llorando, esa desesperación. Me dio un estremecimiento porque nunca pensé, ver algo así; lo conecté con lo que yo había leído de otros momentos en los que la ciudad se había visto azotada por otras pandemias, desde Tenochtitlan y la epidemia de viruela hasta la influenza de 1918.
Para este lanzamiento doble, Mauleón decidió recrear cuadros históricos que no pudieron ser incluidos en la dos primeras versiones de “La ciudad oculta”, esos de los que tenía conocimiento o alguna noticia vaga de su veracidad. El periodista recuerda que fue un libro de memorias de la madre de León Toral, el asesino de Álvaro Obregón, el que lo hizo ahondar en la cacería de este personaje, la cual terminó convertida en la crónica “Yo soy un muerto que anda”, incluida en la cuarta entrega de su proyecto literario.
En muchas de las historias, Mauleón hace una retrospectiva del pasado, y la pone de frente con lo actual, como el Mee Too Modelo de 1953, La resurrección de la avenida Hidalgo o Fase 3, este último, sobre lo que sucedió en la capital durante la pandemia de 2020.
— ¿La labor periodística influye en esta necesidad de contar lo que esconde la Ciudad de México?
— El periodismo llegó después a mi vida. Primero lo que me llegó fue la ciudad, yo soy de la generación de los niños que vieron nacer el metro. Vi como desenterraban cosas para abrir los túneles y como empezaron a aparecer restos prehispánicos. Y eso me pareció fabuloso, armaduras, una lanza y un escudo se iban encontrando a medida que la obra avanzaba en la calzada más vieja de América, que es la calzada México Tacuba. Yo vivía en San Cosme, a unos pasos de las obras y muy cerca del Árbol de la Noche Triste. De alguna manera. La idea de una ciudad sepultada bajo nuestros pies, enterrada oculta, me había acompañado desde antes.
— ¿Qué representan los fragmentos históricos incluidos en La ciudad oculta?
— Es una colección de momentos, completamente inesperados, como cuando encontré, uno que narra cómo los españoles conquistadores llegan después de triunfar en Tenochtitlan y se dan cuenta que los ídolos, los bultos, han desaparecido. Zumárraga y un grupo de inquisidores inician una investigación para saber dónde están escondidos los bultos del Templo mayor. Interrogan y torturan gente, pero hasta la fecha los bultos no aparecieron. ¿Están en una cueva o están en algún lugar esperando desde hace 500 años? Entonces, para mí ese tipo de historias que son muy poco conocidas, son muy fascinantes, se encuentran en la penumbra, más en nuestros tiempos, en los que hemos perdido tanta relación con el pasado. — Dijo Héctor de Mauleón en entrevista con Infobae.
— ¿Qué cónicas se descartaron o podrían incluirse en alguna quinta o sexta entrega?
— Muchas, cuando me di cuenta ya llevaba 400 cuartillas, tenía que cerrar el libro y en mi escritorio estaba un alterón de papeles y un caos de libros de otras cosas. ¿Qué voy a hacer en los tomos 5 y 6 de la de la ciudad oculta?, Me ha intrigado mucho el asesinato de una vedette que se llamó Su Muy Key, una mujer exitosa, pero un día la mató su amante y su amante se suicidó y entonces los titulares de los periódicos se cubrieron con la noticia; otra historìa es de la Santa de Coyoacán, una joven que, en tiempos de la Guerra Cristera, impide que tomen la iglesia de Coyoacán, ella se puso en la puerta para impedirlo y la mataron y entonces se levantó un culto alrededor de ella entre los católicos de ese tiempo. — Reveló Mauleón.
La serie de libros de “La ciudad oculta” invita a los residentes mexicanos y a los extranjeros a adentrarse en las historias que la Ciudad de México guarda en sus monumentos, calles y personajes históricos. Héctor de Muleón dice que el pasado siempre es una invitación a entrar en un mundo misterioso que no se encuentra tan apartado como se piensa y que la capital mexicana carga una gran cantidad por ser el corazón que ata a todo el país; Las historias incluidas en los cuatro libros publicados son momentos para reconstruir lo que la megalópolis ha consumido y esta colección solo busca que no se pierdan, que no sean olvidadas y que transporten al lector a tiempos peculiares, misteriosos y nostálgicos sobre los que se erigió la urbe y que guarda una Ciudad Oculta habitada por miles de relatos.
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