“Cuando me preguntan qué es la astrología para mí, me gusta describirla, más que como herramienta, como un lenguaje”, escribe la astróloga, tarotista y reikista argentina Vera Alimonda en su libro Bitácora astrológica, y explica: “La herramienta es un instrumento que está a disposición para que acudamos a él cuando lo consideremos. El lenguaje, en cambio, nos atraviesa, nos empapa de retórica y se vuelve una manera de ver la vida. Y, como todo lenguaje, la Astrología requiere de tiempo, atención y amor para apropiárnosla”.
En este “viaje guiado por tu carta natal” editado por El Ateneo, la creadora del Taller de Magias (un espacio a través del cual brinda formaciones en Tarot, workshops de astrología y talleres de escritura creativa con más de 100 mil seguidores) acompaña a las lectoras en sus primeros pasos en un universo que, aunque a primera vista pueda parecer apabullante, al terminar el libro será tan accesible como la propia lengua materna.
“Explorar mi carta natal aportó mucha claridad, y me permitió comprenderme de manera más compasiva. Conocer mi mapa astrológico fue reparador, porque me entendí y entendí por qué todo lo sentía tan hondo, tan adentro. Entendí mis inseguridades y mi potencia. Entendí mi vida. La astrología me llevó a lugares que van más allá de la mirada clásica, a conectar con mi poder femenino, con las mujeres que me habitan. La Astrología me expandió, y fue coordenada para conocerme más allá de lo que mi mente percibía como propio”, escribe Alimonda.
En Bitácora astrológica, la autora explica de manera simple y escalonada todo lo que hay que saber para interpretar la carta natal, es decir, el mapa que que representa las posiciones planetarias en signos y las casas astrológicas según la hora y lugar de nacimiento. Desde la influencia de los elementos y los signos hasta los ascendentes y los planetas retrógrados, esta completísima guía esclarece el complejo mundo de la astrología que, más que rígido o estático, es una forma de leerse tanto a uno mismo como al mundo.
“Bitácora astrológica” (fragmento)
Dialogaremos con tu fuerza yin
Este libro, como todas mis publicaciones y textos, está escrito apelando al género femenino. Esto no apunta a excluir a nadie, aunque así pueda parecer de buenas a primeras.
El uso que hacemos del lenguaje es una decisión que tomamos todos los días. Las palabras que eliges para decir lo que deseas decir, narrar lo que deseas narrar, compartir lo que sientes, piensas y crees son decisiones personales, subjetivas, y me atrevo a decir que emocionales. Hay palabras que no me representan, otras que sí. Hay expresiones que conscientemente elijo no aplicar, otras que sí. Todo cuanto decidimos que forme parte o no de nuestro lenguaje se vale de nuestro libre albedrío.
Cuando escribo y me comparto haciendo uso de la palabra, me dirijo al Sagrado Femenino que habita en todas las personas, a la fuerza primordial yin, que late en todo lo que vive en este mundo: animales, bosques, ríos, cascadas, cuevas, plantas, seres humanos.
A lo largo de este libro, deseo dialogar con tu costado yin, femenino, telúrico y lunar. Si eres hombre o te percibes como tal, puede que se sienta raro que me dirija a ti apelando al femenino. Pero te invito a soltar las riendas del control, de las formas habitadas, y dejar que salga a la superficie ese lado, aquella energía que existe en ti y que merece atención, reconocimiento y voz. A ella le hablo. A ti, a través de ella.
Preparándonos para emprender el viaje: armemos tu equipaje
Este viaje será mucho más potenciador y revelador si tienes acceso a tu Carta Natal. Es decir, al mandala que permite hacer una lectura o interpretación de tus energías a partir de tus datos de nacimiento.
Es un diagrama que parece inteligible, pero ya verás que no lo es. Si no conoces tu carta, puedes acceder a ella recurriendo a alguna de las páginas web que ofrecen ese servicio gratuitamente. Lo que debes hacer es ingresar tus datos de nacimiento (día/mes/año + hora exacta + lugar).
Este es el primer paso. No desesperes si te faltan datos. Puede que no conozcas la hora exacta de tu nacimiento. Para eso, propongo que acudas a quien la recuerde, o a tu partida de nacimiento. Si no posees tu partida, puedes solicitarla por internet en registros civiles u oficinas gubernamentales de la ciudad en la que naciste. Suele ser un proceso bastante simple.
Si no puedes dar con esa información pero tienes una hora aproximada, puedes acudir a un/a astrólogo/a que se especialice en lo que se conoce como “rectificación de carta”, y quien, a partir de la aplicación de un conjunto de técnicas, ajustará tu hora de nacimiento con una variación de +/- 40 minutos.
Si ninguna de las opciones arriba mencionadas es viable, no desesperes. La hora exacta es importante porque nos permite determinar la matriz de casas astrológicas y, por ende, el Ascendente.
Pero aun sin conocer este dato, sí conoceremos en qué signos están los planetas de tu Carta Natal, lo que es muy esclarecedor.
Otra variable a tener en cuenta es que la Luna cambia de signo cada dos días y medio aproximadamente, con lo cual puede que, al no saber en qué momento exacto del día naciste, no podamos conocer a ciencia cierta cuál es tu Luna natal, sobre todo en caso de que ese día haya migrado de un signo a otro. Pero tampoco desesperes, porque habrá dos opciones únicamente.
Puedes intentar colocar tu hora de nacimiento por la mañana y luego por la noche, y conocerás si la Luna cambió de signo en el transcurso de ese día, y cuáles son los dos a considerar como posibles. Más adelante en este libro describiremos las Lunas por elemento, y eso te ayudará a conocer sus características y mecanismos, para evaluar con cuál te sientes representada, siempre teniendo en cuenta que será un acercamiento más intuitivo que preciso.
Por otro lado, si tu nacimiento fue un parto múltiple, es importante que sepas que cada bebé tiene su hora de nacimiento. En este tipo de partos, cada nacimiento puede presentar una variación de pocos minutos, lo que puede determinar diferencias en las cartas de cada bebé. Esto se debe principalmente a que el Ascendente (uno de los emplazamientos más importantes de una Carta Natal) se mueve un promedio aproximado de 1° cada 4 minutos. Y si nacemos con 4 minutos de diferencia, el Ascendente puede que sea otro, como lo será la matriz de las casas.
Aun si las cartas de dos hermanos/as fueran las mismas, sus personalidades no lo son, como tampoco lo son sus cualidades, su desarrollo, sus historias y vivencias. Por eso es importante no generalizar. La carta es un mapa que nos guía y ayuda a comprender nuestra manera de ser y vincularnos con el entorno que nos rodea, pero no es estática. Ya hablaremos de esto más adelante.
Si una Carta Natal describe qué estaba sucediendo en el cielo en determinado momento y en determinado lugar, y si todo surge en un instante y espacio específicos, la podemos calcular de lo que deseemos: mascotas, hogares, ¡hasta naciones! La Astrología política estudia las cartas de los países y sus gobernantes, por ejemplo.
Una vez que hayas ingresado la información correspondiente, la página te mostrará tu Carta Natal, un gráfico mandálico.
Tenemos tu Carta Natal, tu equipaje. Ya estamos listas para dar el siguiente paso y avanzar. Puede que todo sea confuso, pero no te preocupes, iremos decodificando la información e irás entrando en contacto con cada tramo de tu cielo.
Derribando mitos
Antes de seguir adelante, me gustaría derribar algunos mitos.
La Astrología no es futurología, no es un oráculo ni predice el futuro –aunque hay una rama de la Astrología que es más predictiva–. Tampoco nos dará malas noticias sobre la vida. No será la respuesta a ese diálogo que no supimos o no pudimos tener con determinada persona, ni a ese trauma de la infancia o a ese abandono que nos marcó.
Desde mi mirada, la Astrología es un lenguaje a través del cual podemos conocernos y comprendernos. No es una fórmula mágica que aparece para resolvernos la vida. Es una forma de leernos a nosotros y a nuestro entorno.
La Astrología nos invita a levantar ejes que nos brinden pautas de movimiento. Las energías vibran. Los signos son esas energías que pueden vibrar bajo o alto. Para levantar una frecuencia, levanto el eje. Esto quiere decir que me conecto con el opuesto complementario del signo para equilibrar. De esta manera, puedo encontrar métodos prácticos, y así la Astrología no queda emplazada únicamente en la teoría.
Hay muchas escuelas astrológicas que abordan estos conceptos de maneras distintas. Está la predictiva, la kármica, la psicológica, la védica. Cada abordaje brinda herramientas desde ópticas diversas, y eso la hace más rica.
Para la Astrología, ninguna Carta Natal es igual a otra. Incluso si hay dos personas con el mismo mandala, no son la misma persona. Porque no somos solo energía, somos experiencia. Somos energía manifestándose. Somos el reconocimiento que tenemos de ella y la exploración interna que deseemos emprender.
La Astrología no compite con nuestro libre albedrío, no lo contradice ni lo anula. Lo potencia. Nos brinda información para que podamos valernos de una comprensión más profunda e integral. Somos actoras de nuestra vida, y no hay lenguaje que atente contra nuestra libertad.
Por último, me gustaría proponerte algo: intenta hacer el ejercicio de atravesar este viaje sin juicios. Intenta no condenar a los signos, sal del relato que generaliza sin profundizar. La energía es perfecta tal cual es, es amoral y poco le importa si algo nos parece bueno o malo. La energía es, se manifiesta y vibra, sin juicios ni condenas. Esa es, en todo caso, tarea de la psiquis humana, atravesada por la ética, los mandatos, el ego y sus condicionamientos.
La Astrología es un saber noble que guía, orienta, aclara. No inventa. La energía tiene infinita expresión, y a lo largo de este libro me gustaría ser lo más concreta posible, y que este proceso nos permita abrir la mente a lo nuevo sin que quede atado a frases hechas y limitantes.
No hay un signo mejor ni peor que otro, esa creencia reduce a la Astrología. Salir de la binariedad de creer que algo es bueno o malo nos potenciará a nosotras y a los procesos que encaremos a lo largo de toda nuestra vida.
Quién es Vera Alimonda
♦ Nació en 1979 en Argentina.
♦ Es escritora, astróloga, tarotista, maestra en Registros Akáshicos, reikista y terapeuta floral.
♦ En 2019 fundó Taller de Magias, un espacio a través del cual brinda formaciones en Tarot, workshops de Astrología y talleres de Escritura Creativa.
♦ Bitácora astrológica es su primer libro.
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