“Saber silbar en un estadio de fútbol puede conferirle a cualquier hincha un grado de distinción muy especial y envidiable”, escribe el humorista gráfico, dibujante, guionista e historietista Roberto Fontanarrosa en El manual del hincha. Y continúa con las instrucciones precisas sobre este comportamiento en la cancha: “Cuando el adversario sale al campo de juego es imprescindible silbarlo. Hay que hacerle saber que pisa terreno ajeno. Que se sienta visitante. Que se disminuya anímicamente. Que se aturda. Lo mismo ocurre cuando sale el árbitro y los liners”.
Publicado por primera vez en un libro, este volumen reúne las diez lecciones fundamentales e imprescindibles para convertirse en un correcto hincha, con el humor, la precisión y claridad que caracteriza al artista rosarino. Porque si hay una palabra que escucharemos en los próximos días y por varias semanas será: fútbol. La fiebre mundialista está entre nosotros. “Renegar de tal conocimiento, procurar ignorarlo, puede significar para el indiferente futbolista la necesidad de recluirse durante casi todo un mes en la seguridad de su hogar”, señala Fontanarrosa. Y cuando termine, tendremos campeonatos locales.
En El manual del hincha, el creador de Boogie, el aceitoso, Inodoro Pereyra y Mendieta invita al lector a acercarse al clima futbolero y convertirlo en un “entusiasta habitué de las canchas de juego, en un hombre totalmente integrado a su sociedad”. Por ejemplo, explica cómo hacerse de una posición en las tribunas y qué frases pronunciar, los momentos adecuados para pararse y sentarse, cómo silbar, las maniobras para ganar un espacio en la tribuna y mantener el equilibrio son algunas.
“Eleve el brazo entonces. Cuando aparezca la cabeza del capitán del equipo, quien generalmente estará haciéndose la señal de la cruz, habrá un rugido general. Deberá entonces lanzar al aire los papelitos”, detalla Fontanarrosa, con humor y creatividad sobre cómo alentar al equipo. Los cantos, cómo interpretar los gestos y qué significan las tarjetas rojas y amarillas también forman parte de este instructivo esencial.
En Argentina, en México, en China o en Qatar, El manual del hincha es la guía para convertirse en un desaforado que defiende los colores de su equipo y aguanta las adversidades. Aquí, algunas de las lecciones para aquellos que le dan una oportunidad al “juego más lindo del mundo”:
“El manual del hincha” (fragmento)
Lección: Los cánticos futboleros, sus partituras
El proficuo romancero criollo se nutre permanentemente de las tonadas, cifras y corales engendrados por los vates que pululan en los estadios de fútbol. Conocer estos cánticos, comprender la sapiente síntesis de sus letras, integrarse en los coros que los lanzan al aire es, sin duda alguna, fundamental para degustar íntegramente el clima del fútbol. Mantenerse tercamente callado dentro del fervor canoro de una hinchada, escuchar congestionado por el odio el canto ofensivo de la parcialidad rival sin saber cómo retrucar, o acompañar equivocadamente en ritmo de bolero los sones marciales de una marcha, quitan sabor a su estadía en una tribuna y deslucen el espectáculo.
Otro tópico que resulta de inmensa valía conocer, es el del grado de acústica de los diferentes estadios, pues si bien el estadio de Boca Juniors (la bien llamada “Bombonera Xeneixe”) puede vanagloriarse de una impecable resonancia (tal vez con un vibrato levemente sensible que empasta en cuatro decibeles los bajos), la cancha de San Lorenzo de Almagro (El Gasómetro de la Plata) por ejemplo acusa una opaca reverberancia sonora dada la negativa refractación de sus tablones de madera.
Hay cientos de cantos, y si bien no podemos pretender que usted los aprenda todos de memoria, le proponemos que estudie con dedicación algunas piezas fundamentales como para poder, al menos, elevando su voz entre los demás. Incluso estudiar las variantes a cuales tendrá que valerse en los ajustados contrapuntos que se originan con la hinchada rival, configurando verdaderas payadas futbolísticas.
Ejemplo:
La insolente parcialidad visitante agita sus estandartes y grita: “Aquí están, estos son, los colores del campeón.”
La hinchada local, contestará sin hesitar: “Guardenlá, guardenlá, se la vamos a afanar.”
Los enfervorizados seguidores del team visitante, desafiarán: “Acá están, acá están, que las vengan a buscar.”
Usted y los suyos deberán puntualizar: “Aserrín, aserrán, de la cancha no se van.”
La falange rival apelará a nuevas ofensas, tales como: “¡La cancha, la cancha la cancha se inundó y a todos los locales la miasma pútrida los tapó!”
Ahí nomás, sin dilaciones, habrá que proponer elevando el tono general: “¡Los vamos a reventar, los vamos a reventar!”
No es fácil, pero tampoco inaccesible. Estudie y persevere. La adaptación de antiguos temas que enloquecieron a nuestros padres es una tarea mucho más sencilla de lo que usualmente se supone. Bastará reemplazar de los párrafos originales algunas palabras claves y ya estará listo el nuevo cántico que el próximo domingo estremecerá las bandejas superiores.
Ejemplo: (para un partido contra Boca)
En un bosque de la China
un boquense se perdió.
¿Por qué no se pierden todos,
voto a bríos, vive Dios?
Lección: Frases para pronunciar en la tribuna
Cuando usted se encuentre instalado en la tribuna, totalmente rodeado de miles de espectadores, puede optar por dos actitudes:
1) pasar inadvertido, 2) intentar integrarse.
Pasar inadvertido no le costará mayor esfuerzo, salvo que usted sea muy gordo, muy alto o muy pelado (ver lección N° 1). Pero si se siente usted atacado por el “síndrome de masa” o bien se siente reducido a un simple número en la cifra total de espectadores, puede que opte por integrarse. En tal caso, para participar plenamente de la “turbamulta” de opiniones y diálogos previos al partido, aprenda de memoria estas frases que de por sí acreditan conocimiento del tema y no son suficientemente polémicas como para desatar una refriega:
1) “Chacarita siempre ha jugado buen fútbol.”
2) “Banfield es un equipo barrero.”
3) “Ferro siempre ha sido sombra negra de Independiente.”
4) “Vélez se caracteriza por tener defensas fuertes.”
5) “Me gusta el fútbol rosarino, de pases cortos y delanteros en V.”
6) “En vez de venir a ver a estos animales, me hubiese ido al parque con la patrona y los chicos.”
Si en su equipo debuta un jugador del interior, apenas lo vea trotar sobre el verde césped, usted puede aventurar:
1) “¿Sabe a quién me hace acordar? A Pipo Rossi, por la forma de caminar la cancha.”
2) “Mire, sin verlo jugar le digo que ese muchacho es buen jugador. Por la manera de parar la pelota. Usted lo ve parar la pelota y ya nota que es buen jugador.”
Si en el equipo rival se alista un delantero que ha pertenecido anteriormente a su propio equipo, dirá:
1) “Hoy hay que tener cuidado con García. No hay peor astilla que la del mismo palo”
Quién fue Roberto Fontanarrosa
♦ Nació en Rosario en 1944 y murió en la misma ciudad en 2007.
♦ Fue humorista gráfico, dibujante, guionista y escritor.
♦ Empezó a dibujar profesionalmente a fines de los años 60.
♦ Entre sus personajes más conocidos están el matón Boogie El Aceitoso y el gaucho Inodoro Pereyra y su perro Mendieta.
♦ El 26 de noviembre fue instituido como el Día Nacional del Humorista, en conmemoración de su nacimiento.
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