Luis García Montero dijo una vez que Elvira Sastre es una poeta completa, porque el oficio del poeta requiere de un alto esfuerzo por entender la vida y ella lo consigue en cada verso. De alguna forma, es como si la española hubiese nacido para ser poeta. Hasta el momento, va demostrando que es así.
Una de las más recientes ediciones que se ha publicado de su poesía tiene que ver con el título “Adiós al frío”, reeditado por Seix Barral en este año, pues el libro ya había visto la luz de la mano de Visor en 2020. El poemario está dividido en tres partes. La primera inicia con el poema El grito que será suspiro, en donde los recuerdos y la lucha por olvida el dolor, las heridas que escuecen, están presentes para recordarnos que hay algo de nuestro pasado que necesitamos comprender. La poesía surge y se echa a andar.
La segunda parte evoca uno de los versos del poeta español Ángel González:
Aquí no pasa nada, salvo el tiempo:
irrepetible música que resuena, ya extinguida,
en un corazón hueco, abandonado,
que alguien toma un momento, escucha y tira.
Un poco más corta que la primera, aquí la necesidad de la melancolía, su presencia constante, inmoviliza al lector, lo ata de manos. Y en la tercera, que es la última, se inicia con el poema Todo está en calma. En este punto el lector ya es uno con la poeta, y todo fluye, exageradamente.
No se trata de abrir los ojos para ver mejor,
sino de cerrarlos y saber mirar por dentro.
Sentir lo que pesa para después convertirlo
en un puñado de aire y soplar sobre él, con fuerza.
Dejar que fluya, que todo salga y entre,
que la emoción no sea una cárcel
sino una guarida.
Dolor, amor, lucha, esperanza, ausencia. Los poemas que componen este libro causan esas sensaciones, y el lector, seguramente, llegará a emocionarse hasta las trancas, o a sufrir en igual medida, recordando, haciendo a un lado.
“Adiós al frío” se despide de todo aquello que nos inmoviliza, lo que no nos permite movernos ni avanzar, reza la contraportada del libro. Con una voz potente y firme, Elvira Sastre se instala en la innegable calidez de la luz, alejándonos de todo lo que nos congela. La suya es “una poesía hecha de insistencia, [es ella] una poeta que quiere llegar hasta los huesos, como nos enseñó César Vallejo. Una lucidez que no oculta la razón de los lamentos, pero que enumera e insiste en una voluntaria fe de vida”, resalta García Montero.
Elvira Sastre nació en Segovia en 1992. A los quince años empezó a escribir en su blog Relocos y Recuerdos, dando a conocer sus versos a través de las redes sociales. Ha publicado los poemarios “Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo” (2013), “Baluarte” (2014), “Ya nadie baila” (2015) y “La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida” (2016). En 2019 consiguió el Premio Biblioteca Breve con “Días sin ti” y en 2022 “Madrid me mata”, su libro más personal hasta la fecha.
Hoy, la joven poeta colabora con músicos, cantautores y otros poetas, y ha publicado dos libros que combinan la ilustración y la poesía: “Tú la Acuarela/Yo la Lírica” (2013), en colaboración con la ilustradora Adriana Moragues, y “Aquella orilla nuestra” (2018), ilustrada por Emiliano Batista (EMBA). En la actualidad, no se puede decir distinto, es una popstar que llena teatros y salas de conciertos y comparte con los lectores su poesía, vivencias y su mundo personal.
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