Si de cuentos llevados al cine hablamos, podríamos sugerir que su formato ideal, por la estética y la extensión, sería el cortometraje. No todos los casos respaldan la idea, sin embargo.
Por ejemplo, uno de los primeros que se me vienen a la cabeza es el de la película ‘El curioso caso de Benjamin Button’, dirigida por David Fincher, y protagonizada por Cate Blanchett y Brad Pitt. Seguro muchos la hemos visto y sabemos que está inspirada en un texto de Francis Scott Fitzgerald, el autor de El gran Gatsby. Pues bien, resulta que la cinta, que, en mi opinión, termina superando al texto original, se basa en un cuento de menos de treinta páginas que el escritor norteamericano escribió cuando aún gozaba de buena fortuna y salud. ¡Menos de treinta páginas! Y la película tiene una duración de dos horas y cuarenta y seis minutos.
Como este, muchos son los casos de películas que surgen de relatos o cuentos cuya extensión, en apariencia, no daría para una producción de más de cuarenta minutos. Todo depende de la lectura que cada director o directora haya hecho, y de los elementos que se puedan abordar en materia audiovisual, y en ese orden de ideas, si hay posibilidad de trabajar un corto o un largo, pues así se hará.
Recientemente, en el marco del Festival Internacional de Cine de Villa de Leyva, se realizó la proyección de un cortometraje que adapta uno de los cuentos del escritor japonés Haruki Murakami, que aparece en su libro El elefante desaparece, editado en español por el sello Tusquets.
La trama del cuento nos sitúa frente a una pareja de recién casados que no han conseguido comer bien en días. En su casa ya solo quedan cervezas. Él recuerda una ocasión en la que, junto a su amigo, robaron una panadería. No les interesaba el dinero, solo querían el pan. Después de escuchar la historia, la mujer sugiere que hagan lo mismo, pero no tiene muy en cuenta el hecho de que son cerca de las tres de la mañana y muy probablemente ninguna panadería se encuentre abierta.
Conducen por la ciudad en busca de alguna, pero el hombre insiste en que es mejor volver. No encontrarán nada. Ella tiene mucha hambre y se resiste a resignarse. De repente, se encuentran frente a una tienda de hamburguesas y, pues, las hamburguesas tienen pan.
Con pasamontañas y armados con una vieja escopeta automática que ni siquiera saben usar bien, entran al sitio y como buenos ladrones inexpertos piden muy amablemente sus hamburguesas. Claro, apuntando con el arma, pero pidiendo el favor a los gritos. Salen del sitio y en un lugar apartado se comen las hamburguesas. Ambos se sienten satisfechos al final.
El corto, que toma como base el cuento del escritor japonés, es dirigido por el cineasta mexicano Carlos Cuarón, que ha dirigido películas como ‘Rudo y Cursi’ (2008) y ‘Besos de azúcar’ (2013), además de ser guionista de la recordada ‘Y tu mamá también’ (2001), entre otras.
Tiene una duración de no más de diez minutos y cuenta con las actuaciones de Kirsten Dunst y Brian Geraghty. Si bien las acciones en el cuento de Murakami se dan en Tokio, en esta adaptación tienen lugar en Nueva York. Allí fue grabado, entre Brooklyn, la capital de Manhattan y Totowa, en Nueva Jersey.
En el corto también tienen participación Lucas Akoskin como Demitrio y Sherry Gordon como Cherry, los dos trabajadores que son asaltados en la tienda de hamburguesas.
La cinta se estrenó en octubre de 2010, en el Festival Internacional de Cine de Morelia, luego de que, un año antes, el director mexicano recibiera el Premio Cuervo Tradicional del FICM. Con el dinero logró financiar parte de la producción que, contado por el mismo Cuarón a Infobae, llegó a las manos del propio Murakami, luego de su estreno en la vigesimotercera edición del Festival de Cine de Tokio.
El escritor, quien ya tenía una copia del cortometraje en su poder, le solicitó expresamente al mexicano el envío de una segunda, con el ánimo de poder tener un respaldo para cuando alguien le preguntara sobre la producción.
Este trabajo de Cuarón no fue la primera pieza audiovisual que tomó elementos del cuento del escritor japonés. En 1998, Granz Henman y Til Schweiger utilizaron elementos del cuento para la película El oso polar. De un modo similar, una de las escenas de la película surcoreana Acoustic, de 2010, lo toma como base argumental.
‘The Second Bakery Attack’ es una pieza que trata un tema serio como el hambre y las disputas de pareja, pero termina convertida, por la siempre jocosa mirada de Cuarón, en una tragicomedia de alto registro. El manejo de cámara, la ambientación, el sonido, los juegos con la fotografía son más que precisos, y la interacción con el espectador, impecable.
Lucas Akoskin fue el encargado de producirla, Ethan Tobman se hizo cargo del diseño de producción, y la dirección de fotografía corrió por cuenta de Terry Stacey.
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