“Los renglones torcidos de Dios” es una novela escrita por el periodista español Torcuato Luca de Tena Brunet y publicada en 1979. La historia se convirtió, con los años, en un escrito clásico de la literatura del país vasco. Recientemente, la versión cinematográfica llegó a la pantalla grande bajo la dirección de Oriol Paulo, quien se arriesgó a versionar una de las obras más célebres del panorama español, la cual ha marcado diversas generaciones de lectores, que ahora tienen la oportunidad de ver encarnados a los personajes de esta trama.
El film está protagonizado por Bárbara Lennie, en el papel de la detective Alice Gould , quien se enfrenta al doctor Samuel Alvar, encargado del hospital psiquiátrico de Nuestra Señora de la Fuentecilla, personaje interpretado por Eduard Fernández. De acuerdo con la crítica, Oriol Paulo ha logrado trasladar el espíritu de estos dos personajes de la literatura a la pantalla, a pesar de contar con algunas diferencias con el material original. Torcuato con este relato inspiró al escritor estadounidense Dennis Lehane, autor de Shutter Island, libro que después se convirtió en un film protagonizado por Leonardo DiCaprio y dirigido por Martín Scorsese.
En realidad, el mismo Torcuato Luca de Tena Brunet, pasó 18 días dentro del hospital psiquiátrico de Conxo, ubicado en Santiago de Compostela, para vivir de cerca la experiencia y plasmar sus vivencias en las líneas de “Los renglones torcidos de Dios”. El centro, que albergó a cientos de pacientes, fue posteriormente investigado por malas praxis en el tratamiento de los pacientes y la investigación sacó a la luz los abusos que el escritor denunciaba en su obra; esta hazaña fue posible gracias a la colaboración de Juan Antonio Vallejo-Nágera, el célebre psiquiatra encargado de escribir el prólogo de la obra.
La historia del libro da comienzo cuando Alice Gould es ingresada en el sanatorio mental; en su delirio, cree ser una investigadora privada que encabeza un grupo de detectives dedicados a esclarecer complicados casos. Según una carta de su médico particular, la realidad es otra: su paranoica obsesión es atentar contra la vida de su marido. A la mujer la caracteriza una extrema inteligencia y una actitud normal que usará a su favor para confundir a los médicos, hasta el punto de no saber a ciencia cierta si Alice ha sido ingresada injustamente o, en realidad, padece de un grave y peligroso desbalance mental.
Torcuato ya era un autor respetado cuando se publicó el que es quizás su mayor éxito, obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1955 por su obra “Embajador del infierno” y el Premio Planeta de 1961 por “La mujer de otro”. Para el año de publicación de “Los renglones torcidos de Dios” las enfermedades mentales aún estaban mal vistas y obligaban a los afectados a ser relegados de la vida en sociedad. La novela se convirtió en un manual y testigo fidedigno sobre los trastornos psicológicos; ahora, el filme de Oriol Paulo busca representar en pantalla el recorrido por la locura y la cordura, la exploración de fobias, la depresión, paranoia y hasta psicopatías.
“Los renglones torcidos de Dios” es una novela que se considera que ha envejecido muy bien con respecto a la temática de su trama, a pesar de haberse publicado a finales de los setenta. En la narrativa, el autor presenta un total respeto por los internos de aquel hospital mental, donde fue testigo de lo que las paredes de ladrillo encerraban. Torcuato Luca de Tena logró escribir una obra que le hace al lector dudar de la veracidad, entre una línea muy delgada de lo real y lo que no, sobre lo que pasa sobre los ojos de Alice Gould, un personaje que es capaz de engañar desde las trincheras de la ficción.
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