Ya está todo preparado. Después de dos años, vuelve a la presencialidad el Festival de Literatura Infantil, también conocido como Filbita. Del 10 al 13 de noviembre se llevarán a cabo más de 50 actividades que incluyen charlas, talleres, lecturas, paneles, música y performances que giran en torno al libro.
Aunque el festival está pensado para fomentar la lectura en las infancias, habrá propuestas para todos los edades en las tres sedes: la Alianza Francesa (Av. Córdoba 946), la Usina del Arte (Agustín R. Caffarena 1) y el Jardín Botánico (Av. Santa Fe 3951), en cuya Biblioteca de la Naturaleza habrá actividades y juegos con palabras. Ese espacio, además, contará con libros para leer, compartir y disfrutar en familia, así como charlas y talleres de encuentro con autores.
Y como nunca es demasiado temprano para que niños y niñas empiecen a acercarse a las ideas de Jorge Luis Borges, la Usina del Arte contará con laberintos que llevarán a las familias a recorrer espacios y sorprenderse con las propuestas de postas que los acompañarán desde el ingreso.
Por su parte, en la Alianza Francesa, el jueves y viernes habrá distintas actividades presenciales, lo que posibilita la instancia de encuentro y de intercambio entre los invitados internacionales y locales. Muchas de estas propuestas fueron pensadas para los adultos, con talleres, mesas, conversatorios y lecturas que se transmitirán en directo en el YouTube de la Fundación FILBA.
Aunque, después de dos años, todas las actividades serán presenciales, la pandemia dejó a la vista los beneficios de virtualidad, que se sostendrá para dar la posibilidad de acceder a todo el contenido de Filbita a un público que de otra manera no podría participar, por lo que todos los videos quedarán disponibles en la web del festival.
Diferentes edades, propuestas y escenarios
Durante el fin de semana, las actividades para todas las edades comenzarán a las 11 de la mañana. Distintas propuestas, con cupo limitado, sin inscripción previa y por orden de llegada, se desarrollarán cada media hora, con talleres de arte, ilustración, escritura y creación de fanzines.
La Usina del Arte contará con la muestra Oscuminar, que es un laberinto creado a partir del imaginario de chicas y chicos de los hogares de tránsito de la Ciudad Buenos Aires. El taller lo coordina Julia Bustos, quien acompañará a las infancias en un intrincado recorrido y, luego, en una creación a partir de un laberinto de palabras en el taller Faro de palabras.
El sábado, además, habrá un taller que dialoga con la obra Humana de Trosman Churba, en la que los artistas reflexionan sobre el consumo y lo que creemos que ya no nos sirve. El proyecto duró dos años y el material fue entregado por cooperativas. Dicha muestra se puede apreciar en la misma Usina y el taller estará a cargo de Karen Bendek, artista que enseña de técnicas de dibujo y pintura en su proyecto AURA.
Por otra parte, el Jardín Botánico, una hermosa ventana a la naturaleza dentro de la Ciudad de Buenos Aires, llevará a niños y niñas a acercarse a la vida natural. Con el “deseo de descubrir” como foco principal, habrá recorridos y distintas propuestas de escritura para mezclar naturaleza y literatura.
Figuras internacionales en Filbita
Además del amplio abanico de actividades, el Festival de Literatura Infantil brinda la oportunidad de conocer y compartir charlas, juegos y lecturas con varios de los mejores autores internacionales de libros para niños y niñas.
El sábado estará Roger Mello, reconocido y premiado escritor e ilustrador brasileño, autor de libros como Salvaje, La pluma y La flor del lado de allá, entre otros. Mello dictará el panel Ecosistemas de lecturas, además de participar en un encuentro y un taller.
Por su parte, el domingo se podrá disfrutar del geólogo español Alex Nogués, que volcó sus ideas y saberes en entretenidos libros como Parco, La playa de los inútiles y Severn Cullis-Suzuki: Hagan que sus acciones reflejen sus palabras. Nogues participará de tres talleres, un encuentro y una actividad llamada Anemocoria poética.
A estos célebres escritores se les suman la belga Anne Herbauts, la venezolana-canadiense Cynthia Rodríguez y la suiza Sylvie Neeman.
Pero, además de las distintas figuras internacionales, el Filbita también ofrece la oportunidad de compartir con los mejores autores locales. Entre los escritores e ilustradores que chicas y chicos leen constantemente en la escuela y que son parte de las bibliotecas escolares y personales, se encuentran reconocidas figuras como Isol, Istvansch, Carola Martínez, Florencia Esses, Paula Bombara, Juan Lima, María Elina Méndez y muchos otros.
Somos huella, somos semilla
Al preguntar a María Luján Picabea (parte del equipo del FILBA y responsable de contenidos de la Fundación) por el lema de esta edición, cuenta que este se piensa siempre desde un tema que funciona con punto de partida. Este año, el foco está puesto en la naturaleza, por lo que el lema es Somos Huellas, somos Semillas.
“Pensamos en la semilla como ese germen que da lugar a muchas cosas y vemos la lectura como una de esas semillas, que se siembra muy tempranamente durante la primera infancia y que, aunque tal vez tarde, en algún momento brotará, crecerá, se ramificará y dará lugar a otras lecturas y recorridos mucho más amplios”, señala Picabea.
Uno de los focos centrales de esta edición del Filbita es la urgencia de la responsabilidad ambiental y de cómo acercar a chicos y chicas a la naturaleza, primero desde la curiosidad del descubrimiento y del disfrute, para que luego tengan conciencia de la responsabilidad que como humanos tenemos con el ambiente y con los demás seres vivos.
¿De qué manera se fomenta? El objetivo principal es activar la curiosidad, despertar el gusto por el entorno y por los demás seres vivos y los fenómenos naturales. ¿Y qué mejor vehículo que los libros para despertar esa sensibilidad?
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