El 13 de agosto de 1961 en Berlín se levantó un muro divisorio para impedir que los habitantes de Alemania Oriental abandonarán el país. La ciudad quedó dividida poco antes del final de la Segunda Guerra Mundial; los bandos, Berlín-Este y Berlín-Oeste, dos realidades en las que se forjaron muchas historias, pero también se dividieron muchas familias. Eran 156 kilómetros de hormigón los que impedían el escape hacia el oeste, durante casi 30 años la ciudad se encontró dividida por uno de los símbolos de la llamada Guerra Fría; su altura de 4.2 metros y su incesante vigilancia retuvieron y dividieron de forma ideológica y territorial la ciudad alemana.
El muro no solo permanecía vigilado, también se encontraba protegido con alambres de púa, perros de ataque y 55.000 minas distribuidas a lo largo de su longitud. Tres millones de ciudadanos lograron escapar de la RDA (República Democrática Alemana) en calidad de refugiados; este éxodo generó la construcción del muro, durante la madrugada de ese 13 de agosto se ordenó sellar las entradas desde Berlín Oriental hacia la parte occidental de la ciudad; durante los primeros días de la construcción decenas más lograron escapar por las casas pegadas a la construcción, que luego fueron vaciadas y convertidas en fortificaciones para la Guerra.
Los intentos de escape fueron riesgosos: túneles, globos aerostáticos e incluso el tren fueron los medios en los que personas ponían todo su esfuerzo para lograr cruzar la frontera que se les impuso. Entre 1961 Y 1989, Más de 5000 personas lograron escapar de forma exitosa, pero al menos 140 fueron asesinadas o murieron intentando cruzar el Muro. Para 1989 la situación ya era insostenible y el 9 de noviembre 1989, entre las revueltas sociales, miles de berlineses orientales agolparon el paso del muro, los guardias confundidos abrieron la puerta. Los berlineses entre las celebraciones comenzaron a destruir el muro con mazos y cinceles. Menos de un mes la RDA colapsó y Alemania se reunificó. A treinta y tres años de su caída te traemos cuatro libros para conocer este hecho histórico.
En el Muro de Berlín
En este libro, Sergio Campos Cacho explica en sus páginas escritas el proceso de construcción del Muro, desde el momento en que se presentó el plan a Stalin hasta que se llevó a cabo, pero habla, sobre todo, de las personas que dejaron su vida tratando de cruzar la frontera y de una sociedad que tuvo que vivir durante años dividida. La Historia y la intrahistoria se enlazan en estas páginas, porque las decisiones políticas de gobernantes y gobiernos marcaron el día a día de los ciudadanos de una ciudad secuestrada, que soñaba escapar del control y la represión.
“En el Muro de Berlín” Campos reconstruye la historia del Muro, el plan que desarrollaron los dirigentes comunistas de la RDA para controlar la libertad de sus ciudadanos, los puntos culminantes de desencuentro y conflicto de ambas sociedades, que pertenecían a una misma nacionalidad, hablaban un mismo idioma, pero vivían con la esperanza de ver de nuevo unificarse a Alemania. El libro rememora la trayectoria vital de las 140 personas que perdieron su vida intentando cruzarlo. Todavía hoy, 61 años después de su construcción, el Muro sigue siendo un símbolo de la represión comunista.
El espía que surgió del frío
En este libro de John le Carré es una de sus obras literarias más notables, “El espía que surgió del frío” es una novela de espionaje. La historia inicia a la sombra del reciente levantamiento del Muro de Berlín, inicia con Alec Leamas, responsable del espionaje inglés en Alemania Oriental, quien asiste al asesinato de su último agente, quien cae muerto a consecuencia de un disparo a manos de los guardias de la RDA. Para Leamas la Guerra Fría se ha acabado. Mientras tanto, tendrá que enfrentarse a la perspectiva de retirarse o de una idea que lo aterra trabajar de lleno en una oficina.
Control le ofrece una oportunidad única para cobrar venganza, y Alec Leamas hastiado emprende un viaje con el único objetivo de atrapar a Mundt, quien se presume ser la pieza clave de los servicios de inteligencia de la RDA, el mismo agente Leamas será el cebo de esta operación. En este relato también George Smiley está implicado preparado para jugar exactamente como Control quiere. “El espía que surgió del frío” se ha convertido en un clásico de la novela de suspenso, un trabajo en que el mismo escritor plasma el conocimiento acumulado durante los años de servicio a la Inteligencia Británica, es una ficción para conocer el submundo y ambiente en los años funcionales del Muro.
Los límites de la línea
En este título, la escritora belga Aline Sax, transporta al lector al Berlín de 1961 que se encuentra recientemente dividido. Presenta la historia de Julian Niemóller, un hombre que vive en Berlín del Este y trabaja del lado Oeste, en donde están sus amigos y su novia Cuando cierran la frontera, se ve obligado a tomar una decisión drástica. Años después, sus sobrinos Marthe y Florian sufren las consecuencias de represión y hostigamiento tras cuestionar el actuar del régimen socialista. En 1989, Sybille, la menor de los Niemóller, es testigo de la caída del Muro de Berlín, de la apertura de las fronteras y descubre dolorosos secretos de su familia. Sax en esta novela muestra tres generaciones marcadas por la guerra y por un mundo dividido en dos ideologías.
El Muro de Berlín
Esta novela de Frederic Taylor, dibuja su historia a partir de las primeras horas de ese 13 de agosto histórico para Berlín, cuando los berlineses del este y el oeste amanecieron separados de sus familias, amigos y puestos de trabajo por una cerca provisional de púas alambre, que ya anunciaba la llegada de una kilométrica pila de hormigón. En este texto el autor ambienta a sus personajes entre los más de cien kilómetros del muro y las trescientas torres de vigilancia en las que soldados entrenados, tenían órdenes de disparar hasta la muerte contra quien tratará de saltar dicha división.
“El Muro de Berlín” da cuenta de las ideas que llevaron a Walter Ulbricht, el alcalde de Berlín oriental, para mandar a levantar este símbolo de división y el freno de miles de berlineses que buscaban mejores oportunidades laborales del lado occidental y huían de la economía dirigida y de la Stasi (Ministerio de Seguridad del Estado). Taylor hace de su relato una crónica de muro que permaneció erguido por veintiocho años, hasta 1989, que cayó entre revueltas sociales y la unión del pueblo alemán.
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