Vegetariana desde los 18 y escritora desde que tiene memoria, pero novelista en serio desde 2016; amante del café, los relatos policiales y el romance New Adult. Nació en Buenos Aires, en julio de 1992, es profesora de Prácticas del Lenguaje y Literatura, su primera novela surgió de aquellos experimentos en plataformas literarias, compartiendo sus escritos y leyendo los comentarios de quienes los leían, y entre los cuales, sin ella saberlo, había uno que trabajaba en una editorial.
En 2022, el grupo Planeta se fijó en Mar Petryk para publicar su segundo libro “El pecador de Oxford”, una novela que mezcla géneros, engancha al lector y propone una interesante propuesta estética.
La autora de 30 años contó en una entrevista con Página12 que al empezar a escribir estas páginas, son alrededor de 588, tenía en mente la fusión de los géneros, jugar con eso. “A mí me gusta mucho leer de todo. Leo mucha fantasía, policiales, romance contemporáneo. No suelo encerrarme en un solo género. Eso es lo que quería buscar (...) una fusión de distintos géneros. Por eso creo que es una novela que puede llegar a gustarle a muchas personas”, comentó.
Respecto a la trama, Petryk señaló que tiene la misma carga de suspenso que de romance. “Seguimos a una protagonista, Isabelle, que es psiquiatra, que después de un tiempo descubre que estuvo casada con una asesina serial y líder de sectas. En ese momento toda su vida cambia”, dijo.
En “El pecador de Oxford”, Isabelle cambia su nombre y renuncia a su vida cuando descubre que su marido no era el apuesto y encantador profesor de Teología que le juró amor hasta el fin de los días, sino un asesino serial a quien la prensa apodó “El pecador de Oxford”. Tres años más tarde, un extraño paquete llega a su puerta, así como los fantasmas que había creído dejar atrás.
En ese momento, ella comprende que solo una persona puede estar operando desde las sombras, y ahora su vida corre peligro. Un enigmático francotirador retirado se pegará a ella como si fuera su segunda piel e intentará protegerla, pero la obsesión es sangre irrefrenable, reza la contraportada del libro.
Entre los peligros que la acechan, Isabelle intentará hacer lugar a la pasión que alguna vez colmó su alma, pero todos son sospechosos y el deseo de poner fin a tanto sufrimiento primará sobre las razones que dicta su corazón.
Y, entonces, empiezan las preguntas: ¿Quiénes son los malos? ¿Quiénes son los buenos? Es imposible para ella saberlo cuando su vida pende de un hilo.
Mar Petryk ha afirmado que se encuentra aún en proceso de adaptación. “Es una forma nueva de trabajar” le dijo a El País de Uruguay respecto a lo que significa para ella que sus libros estén siendo tenidos en cuenta por las editoriales. Para ella, la escritura “dejó de ser un hobbie y pasó a ser otra responsabilidad”.
Pasar de editarse a sí misma a trabajar con todo un aparato editorial dispuesto para revisar su trabajo ha supuesto para ella un cambio enorme. “Me gusta mucho controlar las cosas que hago, así que me costó un poco al principio. Delegar cuesta, pero después entendés que te sacan un peso de encima. Ser autor independiente es un trabajo muy grande y te tenés que ocupar desde escribir hasta que el libro llegue a manos de las personas. Esa fue la parte que más disfruté, poder relajarme y decir: “lo que me toca es solamente escribir”. Y eso sí, fue extraño no tener que andar haciendo un millón de cosas, ni buscar imprentas, diseñadores o correctores. Te liberás de todo eso”, afirmó.
La mayoría de sus historias venían siendo en onda romance y con muy poco de contenido ajeno a esas pasiones desenfrenadas de los personajes. En esta novela quiso salir de ahí, según ha comentado, y meterse con elementos más oscuros, pero sin dejar de lado aquello que ya había comenzado a identificar como parte de su estilo. La novela surgió “de las ganas de hacer lo que me gusta y no tener que encasillarlo en un género solo”.
Petryk ha declarado que al principio de todo esto sentía miedo, pero ahora es distinto. El temor reside en que otros lectores, diferentes a los que consiguió en Wattpad, se acerquen a su trabajo y se queden con esa sensación que ella ha querido lograr desde que se decidió por escribir sus primeros textos, que pasen toda la semana con la historia en la cabeza y solo después de varios días consigan digerir todo lo que han leído.
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