Las paltas son un fruto preciado y de moda, pero ¿alguien imagina que su producción puede estar vinculada a los carteles mexicanos de la droga? ¿O que las autoridades de El Salvador prometieron la creación de una Ciudad Bitcoin libre de impuestos? ¿O que la famosa grieta no es un fenómeno exclusivo de nuestras tierras, sino que la polarización está creciendo en muchas partes del mundo, con vínculos dinámicos con otros procesos como la globalización, las migraciones y las nuevas tecnologías? ¿O que existen unos 40 millones de personas en el mundo que sufren alguna forma de esclavitud? Estos temas y otros cuatro más forman parte de Claves para entender el mundo actual – De la fiebre del oro verde al bitcoin, un libro escrito por Mariano Turzi, que puede descargarse gratis en formato digital a través de la plataforma Bajalibros.
Turzi es PhD en Estudios Internacionales de Johns Hopkins University y Máster en Estudios Estratégicos de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados (SAIS). Es profesor de UCEMA y de la Universidad Austral. Fue profesor de la Universidad de Nueva York y del Instituto de Servicio Exterior de la Nación. Ha publicado y disertado en Estados Unidos, Francia, México, China, Colombia, Uruguay, Panamá, Chile, Corea del Sur, Italia e Inglaterra. Su libro anterior es Cómo los superhéroes explican el mundo (Capital Intelectual, 2020), donde de manera rigurosa pero original, el autor recurre a estos personajes ficticios de su infancia para tratar de explicar los conflictos entre las grandes potencias, la desigualdad o la cuestión nuclear.
La fiebre del oro verde
En este capítulo Turzi señala que México es el país responsable de casi el 30% de las exportaciones de palta que se realizan en todo el planeta, por un valor de unos 3.000 millones de dólares. Esto en el marco de un mercado mundial que prevé duplicarse para 2025. La fiebre por el consumo de este fruto trajo empleos y oportunidades para las zonas rurales más pobres del centro de México, especialmente a Michoacán, que concentra el 80% de la producción del país.
Según sostiene el autor, la altísima rentabilidad de este negocio tentó a los famosos cárteles, que trasladaron la inseguridad y la violencia a las principales zonas de cultivo. Los datos hablan por sí solos: una de las organizaciones narco de México ganó más dinero en Michoacán cobrando “impuestos” a las minas de hierro que con el tráfico de drogas. Y está práctica extorsiva se propagó también hacia los productores de aguacates o paltas.
Las fuerzas militares mexicanas patrullan la zona pero las guerras narco por el control territorial son cada vez más violentas: en 2021 hubo aproximadamente 2.700 asesinatos en Michoacán. En este escenario de violencia, una buena parte del negocio de la producción y venta de paltas se terminó sumando a las actividades controladas por las bandas de narcotraficantes.
El proyecto de una ciudad Bitcoin
Hace un año, El Salvador se convirtió en el primer país en reconocer a las criptomonedas de forma oficial. Así, la nación más chica de Centroamérica sancionó una ley que acepta al Bitcoin como moneda de curso legal. Pero ése no fue el único paso: el presidente Nayib Bukele Ortez prometió la creación de una Ciudad Bitcoin libre de impuestos. Para la provisión extra de la energía necesaria para el minado de este dinero virtual, planea construir una red que aprovecharía el volcán de Conchagua, en el departamento de La Unión.
La nueva localidad no tendrá impuestos sobre la propiedad, la renta ni las ganancias. Prometen que se financiará con un impuesto sobre las ventas y con el dinero de las propias emisiones de los “bonos volcán”. De esta forma, El Salvador sería el primer país en emitir bonos soberanos blockchain. Sin embargo, los tiempos del proyecto se han visto alterados por la volatilidad del mercado de las criptomonedas y por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Los críticos del plan oficical consideran que se trata de una iniciativa innecesaria, que busca que los aliados de gobierno y la “cripto-elite” local evite el pago de impuestos. Sin embargo, Bukele cree que puede hacer de El Salvador una especie de “Singapur” de América Latina y promete seguir adelante con esta iniciativa.
Cuarenta millones de “esclavos modernos”
Los datos sobre este tema son asombrosos y confirman que la esclavitud no es algo del pasado. El autor asegura que, al día de hoy, hay 40 millones de personas que son víctimas de alguna forma de “esclavitud moderna”, entre las que se encuentran casi 25 millones que realizan trabajos forzosos, y 15 millones que forman parte de un matrimonio obligado. Además, una de cada cuatro de estas víctimas es menor.
Los 10 países con mayor presencia de este sistema de esclavitud a nivel mundial son: Corea del Norte, Eritrea, Burundi, República Centroafricana, Afganistán, Mauritania, Sudán del Sur, Pakistán, Camboya e Irán. Las mujeres y las niñas están entre los principales afectados: representan el 99% de las víctimas en el ámbito del sexo comercial y el 58% en los otros sectores.
La esclavitud también tuvo un papel crucial en América Latina, particularmente en Brasil, la última nación de la región en abolirla, recién en 1888. También fue el país con el mayor número de africanos esclavizados: cerca de 4,8 millones entre los siglos XVI y XIX, mucho más que los Estados Unidos, que recibió cerca de 400 mil esclavos de aquel continente en el mismo período. El autor sostiene que Brasil todavía se enfrenta al legado de la esclavitud en la existencia de notables disparidades de vivienda en ciudades como Río de Janeiro, Salvador de Bahía y San Pablo.
La polarización ideológica, un tendencia global
Otro de los temas que aborda Mariano Turzi en esta serie de ensayos es el fenómeno de la polarización como una tendencia ya instalada de la política mundial, su vínculo con el proceso de globalización, las migraciones y el surgimiento de las nuevas tecnologías. En este marco, el concepto de “grieta” no es un invento argentino sino que parece estar avanzando no sólo fronteras adentro de los países sino también entre diferentes naciones.
Entre otros teóricos, el autor menciona a Robert Axelrod, quien considera que esta división extrema amenaza la democracia al reducir la tolerancia frente a otros puntos de vista, al tiempo que cierra la posibilidad de alianzas entre diversos actores de la política. La advertencia es preocupante: existe un umbral en el que esta polarización puede convertirse en un punto sin retorno y producir una espiral de sectarismo violento, que impida el retorno a un equilibrio anterior.
La polarización también tiene efectos desintegradores a nivel internacional. Y menciona un grupo de investigaciones donde se explora la tensión entre polarización doméstica y tensión internacional, especialmente en el caso de Ucrania en su relación con Rusia y la Unión Europea.
De acuerdo a los autores analizados, también las redes sociales moldean la forma en que los individuos pueden verse influenciados por las recomendaciones de sus vínculos, de los que obtienen cascadas de información. Conectarse mayormente con actores estructuralmente similares provocaría la profundización de las tendencias hacia la polarización, mediante la creación de “cámaras de eco”. Por el contrario, interactuar con voces disímiles modera las opiniones de los individuos.
Estos cuatro ensayos desarrollados por Turzi en este libro se completan con otros cuatro de temas disímiles pero que apuntan también a estas “pistas” para entender el mundo actual.
Ellos son: “De qué manera el calentamiento global está afectando la producción de café en Centroamérica”, “¿Se encuentra China ante una nueva dinastía encarnada en su actual mandatario?”, “Haití: la decadencia de un país sumido en la violencia y controlado por grupos armados”, y “En medio de la crisis por la guerra en Ucrania, Corea del Norte prueba lo que podría ser su primer misil intercontinental”.
Datos interesantes, sorprendentes y, por qué no, también preocupantes, acerca de un mundo en constante cambio que sabe desplegar, de manera resumida pero contundente, este breve libro de ensayos de Turzi.
Quién es Mariano Turzi
♦ Es PhD en Estudios Internacionales. Fue profesor de la Universidad de Nueva York y del Instituto de Servicio Exterior de la Nación.
♦ Ha disertado en Estados Unidos, Francia, Corea del Sur, Italia, Inglaterra y China, entre otros países.
♦ Es autor de Claves para entender el mundo actual y Cómo los superhéroes explican el mundo, entre otros.
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