Cuando en 2021 el mundo entero supo que Carmen Mola no era una mujer de la clase alta española que se rehusaba a dar entrevistas y a mostrar la cara en eventos públicos, sino tres hombres que llevaban años trabajando en la industria del libro y el cine, se llegó a creer que el acto había llegado a su fin, que nada de lo que hicieran después, en materia literaria, sería aceptado de la misma manera.
Si bien la revelación del secreto trajo consigo opiniones encontradas, tanto a favor como en contra, los libros hablan por sí solos y más allá de que sean tres hombres o una mujer, lo cierto es que no importa tanto mientras lo que escriben se venda y se venda por lo bueno que es.
En 2022, Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero lo han hecho de nuevo. Como Carmen Mola se han unido una vez más para escribir “Las madres”, la cuarta entrega de la serie “La novia gitana”. El título ha sido publicado por el grupo editorial Penguin Random House, a través de su sello Alfaguara, en su colección dedicada a la novela negra.
¿De qué va el nuevo libro? La inspectora Elena Blanco, incapaz de abandonar la pena que le ha provocado la desaparición de su hijo Lucas cuando apenas tenía cinco años y la tragedia que sobrevino después, durante el desmantelamiento de la Red Púrpura, continúa habitando territorios cada vez más frágiles. Ha sido demasiado sufrimiento durante demasiado tiempo. El dolor es infinito.
Su deseo de adoptar a Mihaela, no ayuda nada en su actual relación sentimental con su compañero en la brigada, Ángel Zárate. La tristeza no para de acompañar a la desdichada Elena, y eso ocurre durante toda la obra. La inspectora se mueve dentro de un universo de dolor al que ya se ha acostumbrado y del que parece que no quiere salir.
Como es usual en las novelas de los Carmen Mola, el lector se sentirá desorientado en más de una ocasión, pero no porque la historia sea confusa sino porque suceden tantos giros que apenas si es posible procesarlos todos. De repente, la novela inicia en Ciudad Juárez, en México, y de inmediato se traslada a Madrid, en España, donde se sitúan las acciones definitivas. Es allí donde la inspectora Blanco se dirige a La Cañada Real tras una llamada de Zárate, para encontrarse con un cadáver en el interior de una furgoneta. Aquello la paraliza.
A los pocos días, aparece en la zona portuaria de A Coruña el cuerpo de un asesor fiscal que ha sido asesinado con el mismo modus operandi. ¿Qué relación existe entre ambas víctimas? Se abre así la investigación del nuevo y perturbador caso de la Brigada de Análisis de Casos. Mientras la relación entre Elena y Zárate se hace cada vez más complicada, todos los indicios los acercarán a una misteriosa organización a la que nadie parece poder acercarse sin salir herido.
“Hace solo tres años, Violeta se mudó a un departamento en la colonia Parajes del Sur y, con su maleta, trajo a Ciudad Juárez el sueño de cruzar la frontera. Dejaba atrás un pasado de sobresaltos y un novio delincuente que la introdujo en las mañas del hurto al descuido en terrazas y mercados, del allanamiento de las casitas desvencijadas de Ecatepec y del robo de coches con cualquier alambre que sirviera de ganzúa. No era vida para ella. Con veintiún años, flaca y rubia, güerita, ojos color miel que tantas veces han sido objeto de los piropos de los hombres, se sentía llamada a un futuro mejor. Pero su aspecto cumple a la perfección con las características habituales de las víctimas. Hay decenas como ella en la manifestación que organiza el grupo Voces sin Eco para exigir que la policía federal ponga freno a los asesinatos, aunque ella confía más en el azar que la alejó de ir al mall con sus amigas que en los agentes” - (fragmento).
“Carmen Mola regresa. Y lo hace al territorio que la lanzó a la fama, [...] en la que no faltan las impactantes y macabras escenas que enganchan a sus lectores. Una novela en la que se mezclan corrupción policial, mafias, santería y mucha violencia”, ha dicho Justo Barranco, en La Vanguardia. Y Voro Contreras en La Opinión de Málaga comenta que “Las madres sigue ese fin original de la literatura negra de mostrar las partes corruptas o podridas de la sociedad”.
Se trata de una novela con un ritmo ascendente que se encarga de alimentar la tensión en el lector con esta trama ambiciosa y muy bien desarrollada. Aquí, el poder, el dinero y la corrupción vuelven a ser grandes tópicos, como lo han sido en otras obras de los Carmen Mola. No se ha dicho nada sobre si este sea el cierre de la serie de La novia gitana, si vendrá una quinta entrega o incluso una sexta. Lo que sí se puede afirmar es que, de haber terminado todo aquí, la proeza ha quedado hecha.
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