Una vez más, la novela “La piel del tambor”, escrita por el escritor español Arturo Pérez-Reverte, regresa a la pantalla. En 2007, la historia sirvió de base para una serie de televisión, “Quart: El hombre de Roma”, protagonizada por Roberto Enrique y Ana Álvarez; ahora se ha estrenado como largometraje en una coproducción entre España, Colombia e Italia dirigida por el colombiano Sergio Dow.
En esta ocasión, la cinta protagonizada por Richard Armitage, Amaia Salamanca, Fionnula Flanagan, Paul Guilfoyle, Rodolfo Sancho, Paul Freeman, Unax Ugalde y Alicia Borrachero, conservó el nombre original del escrito: “La piel del tambor”.
“Es una postal, es un spot publicitario de Sevilla extraordinario. Es que, además, Richard está formidable, es mi cura. Es más, yo me lo imaginé así alto, guapo, duro al mismo tiempo; no un James Bond, sino un cura que sabe moverse por los terrenos sucios, el hombre de la trastienda del Vaticano; hace un trabajo extraordinario, me he quedado asombrado”, declaró el escritor Arturo Pérez-Reverte en entrevista con EFE.
Se trata de un thriller que sobrepasa los cien minutos de duración; el reparto, de origen internacional, es el encargado de darle un toque multifacético a la trama protagonizada por el sacerdote Lorenzo Quart (Richard Armitage). La cinta “La piel del tambor” fue proyectada en la ciudad de Sevilla y llegará próximamente a la plataforma de streaming de Amazon. Al preestreno asistió el autor de la novela, Arturo Pérez-Reverte, quien mostró emocionado por la segunda adaptación al formato audiovisual de su obra y declaró que la ha disfrutado más como espectador que como lector.
El libro escrito por Arturo Pérez-Reverte fue publicada en 1995. Un relato que ocurre en las calles de Sevilla a partir de la irrupción que un hacker hace en el ordenador personal del Papa, vulnerando la seguridad del Vaticano, que envía a un agente, el sacerdote Lorenzo Quart, un hombre especializado en asuntos sucios, quien, en el curso de su investigación, verá cómo se quebrantan sus propias convicciones e incluso se enfrentará a la opción de romper los votos y, tal vez, dejar la sotana.
Quart vivirá de cerca la corrupción personal y emocional, al tiempo que se va inmiscuyendo en los círculos de la deslumbrante aristocracia sevillana, la cual oculta una red de secretos. Sevilla se describe como el lugar maravillosa que reúne el potencial de la cultura mediterránea. A lo largo de la obra, el autor realiza diferentes reflexiones entre la fe y las distintas manera en que cada uno de los personajes la comprende. En sus páginas, Pérez-Reverte hace un análisis de una época en la que el Santo Oficio no solo ha cambiado su nombre, sino también los métodos de su actuar.
A la medida que Lorenzo Quart avanza en las investigaciones, sobre la exposición de la Red de los Servicios Informáticos del Vaticano, su propia fortaleza se verá vulnerada al descubrir la red de mentiras y tratos que la propia iglesia de Nuestra Señora de las Lágrimas ha cobijado; su exploración lo lleva a cuestionar su contratación y el bando al que está defendiendo; cuándo se encuentra en el punto más bajo y a punto de renunciar, pero una muerte lo motiva para continuar la investigación para develar quien se encuentra detrás de la figura del hacker y quienes tejen la red de corrupción que existe en la que fue la puerta de entrada de Europa al Nuevo Mundo.
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