Una de las novedades más interesantes en materia de traducciones y textos de corte clásico que recién ha llegado a las librerías es la nueva edición de una serie de textos compilados del pensador Antonio Gramsci, uno de los clásicos de la filosofía y el pensamiento político del siglo XX.
El libro, que cuenta con el cuidado editorial de Álvaro Otero, quien demas de ser un amplio conocedor de la obra de Gramsci es también un académico y lector riguroso, se presenta a los lectores bajo una edición bellísima del sello Malpaso y Cía, con tapas azules y un formato más que agradable para la lectura.
“La hegemonía de los excluidos. Materiales para una vida auténtica” tiene 132 páginas y en su interior se encuentra una serie de reflexiones que en su tiempo no fueron los suficientemente consideradas. El lector podrá asistir al encuentro de quien, en su momento, fuera uno de los primeros críticos del estalinismo soviético y el marxismo, en cuanto a su ideología se refiere. Sus reflexiones intempestivas, aún habiendo pasado tanto, siguen más que vigentes en estos días.
“Qué es el hombre?”, no es una pregunta abstracta o “objetiva”. Surge de la reflexión que hemos hecho sobre nosotros mismos y sobre los otros, queremos saber, en relación a lo que hemos reflexionado y visto, qué somos y qué podemos llegar a ser; si realmente, y con qué límites, somos “nuestros propios forjadores”, de nuestra vida, de nuestro destino. Y eso queremos saberlo “hoy”, en las condiciones del hoy, de la vida “actual”, y no de una vida cualquier de un hombre cualquiera. La pregunta que ha surgido, adquiere su contenido de especiales y determinados modos de considerar la vida del hombre; el más importante de ellos es “la religión” y una determinada religión, el catolicismo” - (Fragmento).
Leer a Gramsci es acercarse a un autor que nos proporciona herramientas para entender nuestro presente, reza la introducción del libro. Es también sostener, como escribió Horkheimer, “la esperanza de que la injusticia que atraviesa el mundo no sea lo último, que no tenga la última palabra (...) anhelo que el verdugo no triunfe sobre la víctima inocente”.
Fue un importante intelectual y activista político italiano, fundador del Partido Comunista. Vivió entre 1891 y 1937. Estudió en la Universidad de Turín, donde recibió la influencia intelectual de Croce y de los socialistas. En 1913 se afilió al Partido Socialista Italiano, convirtiéndose enseguida en dirigente de su ala izquierda.
Ante la disyuntiva planteada a los socialistas de todo el mundo por el curso que tomaba la Revolución rusa, Gramsci optó por adherirse a la línea comunista y, en el Congreso de Livorno (1921), se escindió con el grupo que fundó el Partido Comunista Italiano. Enseguida se vio en la necesidad de pasar a la clandestinidad, ya que en 1922 Italia estaba bajo el poder de Mussolini.
Gramsci fue detenido en 1926 y pasó el resto de su vida en prisión, desde donde escribió gran parte de los textos reunidos en este nuevo libro y en donde concibió su gran texto “Los Cuadernos de la cárcel”. Finalmente falleció de una congestión cerebral, luego de enfrentar una dura tuberculosis. Su final estuvo más que ligado a sus principios. Nunca renunció a ellos.
Esta publicación del sello Malpaso, que utilizó la traducción de Valentino Gerratana, es un intento por traer a cuento, una vez más, el pensamiento de un autor que no ha parado de ser incisivo, incluso aún en la muerte, y en una época completamente diferente. El que lo lee a Gramsci, en últimas, como suele suceder con los grandes pensadores, no vuelve a ver el mundo de la política de la misma manera.
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