En el espacio “Cómo lo escribí” de Infobae Leamos autores y autoras cuentan el detrás de escena de los libros que acaban de publicar. Por qué eligieron los temas o historias que terminaron en sus páginas, cómo organizaron su trabajo, qué revelaciones aparecieron en el proceso de composición de ese libro, qué sensaciones hubo a medida que ese proceso ocurría o qué objetivo se propusieron.
Esta vez, quien cuenta en primera persona su experiencia de escritura es la artista plástica argentina Nora Iniesta, que publicó el libro Cuarentena, la fragmentación de la imagen.
Iniesta, una artista a la que históricamente le interesó el concepto de “patria” como uno de los centros de su obra, no lo dejó de lado en este trabajo que se presentará este miércoles. Esta vez, el disparador del libro fue el encierro pandémico al que, como la sociedad entera, la artista se vio obligada.
En ese encierro, con la ayuda de unos vecinos que le acercaron materiales y lo que fue encontrando entre las cosas que había guardado tras vaciar la casa de su madre, Iniesta empezó a componer imágenes a través del collage. El resultado de esas composiciones la hizo sentir que efectivamente había logrado crear algo. Así que lo publicó en forma de libro.
Cómo escribí “Cuarentena, la fragmentación de la imagen”
El libro es el resultado de una obra que empezó en pleno confinamiento.
Yo me encontraba en un momento en que no tenía nada para crear como artista y nos vino encima la pandemia. De un día para otro, apareció el temor por lo que pasaba y se nos anuló la posibilidad de salir a la calle, con lo cual me ayudaron mis vecinos.
Son una pareja de chicos muy jóvenes, con una niña. El muchacho, llamado Juan, me hacía las compras, porque no se podía salir. Su mujer, que es encuadernadora, tiene su estudio en la misma casa, entonces, se me ocurrió pedirle que me facilitara hojas y empecé en casa a buscar lo que tenía a mano.
Yo había desarmado la casa de mi madre… empecé a abrir cajas, material que uno guarda… entonces tenía, de repente, una cantidad de estampitas, de recuerdos de cuando mis hermanos y yo éramos chicos, como nacimientos, bautismos, partí con eso.
Tenía, por caso, en casa, una bolsa con moños que mi madre guardaba, todo me sirvió, alguna que otra revista para empezar a trabajar y también, así, se me facilitó un pegamento común. Ahí también encontré algún libro que estaba recortado, porque a veces, compro libros que son para chicos y ahí me dio para mucho.
Me puse a trabajar en casa en pandemia, en la mesa del comedor, que se convirtió en mi mesa de trabajo. Yo ya venía dedicándome muchísimo a la técnica de papel collage y, al encontrarme con esa cantidad de obra llevada a cabo, me pareció que lo mejor era documentar, testimoniar en un libro ese periodo único que transitamos no solo los argentinos sino el mundo entero.
De alguna manera, estando en casa, me puse a crear, fue un momento creativo muy concreto. Podía trabajar en continuo, sin interrupciones y fue un periodo muy productivo, muy de encierro, de silencio y también de diálogo con la obra, que eso es algo que todos los artistas buscamos…
Y después, de a poco, pude salir, fui a mi estudio, yo tenía ahí cajas de una librería que había cerrado, tenía un legado de Eduardo Bergara Leumann, entonces yo decía ¿qué voy a hacer con esto? Fue un desafío muy grande pero creo que lo que puedo mostrar en el libro es que siempre se puede hacer algo, con lo que haya en el lugar y así fue, ese es el quid del libro, que si uno espera el momento ideal, con lo que debería tener, es muy fácil.
A mí se me da mejor lo creativo desde un lugar de carencia y así fue como trabajé y me entusiasmé, la verdad que me apasioné porque era una obsesión estando en casa, era mi única actividad: recortar, pegar, componer, y lograr, esa es la mayor felicidad para un artista, poder crear y eso fue lo que hice con intensidad y luego se convierte en este libro, que se llama Cuarentena, la fragmentación de la imagen. Fue recortar, gracias a la memoria que uno tiene, a lo vivido, a lo sentido…
Yo tengo publicados trece libros con obra mía y cada libro lleva no solo una documentación sino también una cuestión, que para mí es muy importante, que es lograr hacer algo que al otro le sirva, una idea concretada. En este caso, muestro la reseña de una tarea llevada a cabo durante año y medio. Yo nunca imaginé qué iba a hacer antes de ponerme a trabajar, siempre me pasa eso, no soy una persona que calcule lo que voy a hacer…
Cuarentena… es un libro, además, que apela a Argentina, está Ceferino Namuncurá, en algunos casos aparece la bandera o el mapa de la Argentina pero eso, para mí, es un pertenecer y es un situarme geográficamente en un lugar.
Siento que tiene que ver con mi infancia, con la escuela, con la bandera, con los actos escolares. Muestro lugares que conozco desde muy chica y que no he imaginado sino que tenía en casa, por mis viajes, por acumulación… fue abrir los cajones y ver lo que tenía… yo tenía, de esta librería, postales de Argentina, entonces, de repente, eran lugares donde yo había ido de chica, bueno, armé, desde lo propio: lugares, situaciones, memoria, infancia, y a todo eso le di, después, una plasticidad, una composición, tanto de forma como de color y creo que lo logré y eso me puso muy contenta, entonces quise testimoniar en este libro lo hecho. Y así fue.
Nora Iniesta, en conversación con la periodista Adriana Muscillo, presentará Cuarentena, la fragmentación de la imagen este miércoles 12 de octubre a las 19 en la Biblioteca de la Alianza Francesa, Av. Córdoba 946, con entrada libre y gratuita, hasta agotar capacidad de la sala.
Quién es Nora Iniesta
♦ Nació en Buenos Aires en 1950.
♦ Es artista plástica y, según se autodefine, su temática “reside en la representación plástica de una iconografía ligada siempre a un solo lugar de pertenencia: la patria”.
♦ Entre sus libros se cuentan Evita, la dama de la esperanza, Curociudades y Cuarentena, la fragmentación de la imagen.