Los sobrevivientes polacos de la Segunda Guerra Mundial llegaron a tierras mexicanas en calidad de refugiados. En julio de 1943 muchos de los testigos de los horrores vividos, sobrevivientes de este pasaje histórico fueron desterrados de su patria por la Unión Soviética, que se encontraba bajo el mandato de Josef Stalin, y terminaron al otro lado del mundo, en un continente de cual la mayoría sabía muy poco. Los exiliados fueron recibidos y alojados en la Hacienda Santa Rosa, en León, en el estado mexicano de Guanajuato. Con este fragmento histórico, la escritora Mónica Rojas, toma inspiración para relatar, en esta novela, la historia de Ania, una adolescente que se ve afectada por el conflicto bélico.
La historia “La niña polaca” se sitúa poco después de que se suscitara este éxodo, un momento en el que los polacos se enfrentaban a una nueva realidad y cultura, pero aún conservaban los recuerdos del frío desgarrador que pasaron en los campos de concentración de Siberia, lo que en los libros de historia se conoce como gulag; este sitio donde hombres, mujeres y niños eran sometidos a extenuantes trabajos forzados y castigos inimaginables. Rojas desarrolla la historia de Ania, como una de los cientos de polacos que sobrevivieron a la persecución soviética y arribaron a México a principios de la década de los cuarenta.
La escritora mexicana, embajadora de la asociación Save the Children, aborda desde este paso histórico y bajo la mirada de la pequeña Ania, los estragos que dejo la guerra y los nuevos paradigmas a los que se enfrenta su protagonista, una narrativa con la que busca retratar cómo las niñas fueron las más afectadas y vulneradas en el esquema de poder social que se suscitaba durante la guerra. Ania está inspirada en una sobreviviente real, a la que la autora conoció en un viaje a Guanajuato, por lo que el relato no solo se nutre de la ficción, sino también de un testigo que vivió en carne propia la migración polaca.
Así mismo la escritora, ha revelado que para construir y darle rostro a Ania tuvo que entrevistar a más supervivientes o a sus propios familiares, e investigó en las biografías existentes del Gulag, para lo cual visitó Varsovia, con el fin de construir una visión sólida en una novela que busca ser, además, el testimonio de los deseos de una niña y ayudar a que la persecución hacia los habitantes de Polonia por pare del régimen de Stalin no quede en olvido y se recuerde como se recuerda al genocidio judío por órdenes de Hitler.
“El foco histórico está en los nazis y en la atrocidad del holocausto, sin embargo, si movemos la mirada, veremos que la intervención de Stalin para detener a Hitler tuvo un costo humano terrible del cual no se habla” aseguró Mónica Rojas en entrevista con EFE.
El relato de “La niña polaca” se construye desde las entrañas de una familia, con una pequeña que desarrolla el papel de narradora; una historia que comprende en sus primeros párrafos, la ocupación del pueblo polaco de Komárno por parte de los Bolcheviques, su habitantes que fueron desplazados y deportados a campos de trabajo forzado, bajo la acusación de cargar con su origen; las piezas del rompecabezas de esta novela, se presentan bajo la mirada de Ania, en las 270 páginas que conforman el texto de Rojas.
La novela “La niña polaca”, lejos de ser solo una historia más, se convierte en el vehículo que les otorga la escritora poblana, a más de 100 testimonios reales que buscan la deshumanización de los rusos con respecto a lo vivido en el Gulag, el asentamiento de trabajos forzados donde el pueblo polaco recibió vejaciones y se les veía como seres inferiores; es Ania, que se encuentra en el resplandor de su adolescencia, quien pinta desde su perspectiva momentos esperanzadores lejos de la tiranía de Stalin; con su llegada a un nuevo mundo, el recuerdo de Cezlaw, su primer amor y la compañía con Olga, una anciana que se dedica a escribir poemas optimistas en medio de un escenario, donde todo parece estar perdido.
“Una emotiva novela, nos adentra en uno de los periodos más oscuros y desconocidos de la Segunda Guerra Mundial” es así como la escritora y descendiente directa del pueblo polaco, Elena Poniatowska, definió a “La niña polaca”. La novela, fue presentada el pasado 23 de septiembre a través de un En vivo, transmitido en la fanpage de Facebook, Penguin Random House México, así mismo el libro se encontrará disponible en el stand de dicha editorial, durante las fechas de la Feria Internacional del Libro del Zócalo en México, que inicia este 8 de octubre.
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