“Abriendo Libros” se llama el canal de YouTube donde comenzó a escribir su historia. Allí, Alberto Villarreal (mexicano, 28 años), comenzó a recomendar libros alejado de las tendencias y sin seguir los booms literarios de fantasía, ya que sus intereses son distintos. Él es distinto.
Este booktuber ve el amor en cada rincón de su vida y lo analiza con profundidad. Se permite sentir y exteriorizar sus sentimientos sin temor, lo que lo llevó a abrirse un camino dentro del ámbito de la literatura y a publicar varios libros con el sello editorial Planeta.
Gracias a sus libros, publicados en 16 países, Villarreal ha recorrido más de 30 ciudades de México y Latinoamérica para hablar de su rol de booktuber, de su carrera y su misión como promotor de la lectura. El autor habló con Infobae Leamos sobre su último poemario, Aquí no hay sed, su predilección por Emily Dickinson y Alejandro Zambra, las diferencias entre leer poesía y novelas, la relación de los libros con las redes sociales y la vez que lo mordió una fan de 80 años.
-Casi una década atrás abriste el canal de YouTube “Abriendo libros” donde hablabas de tus lecturas. Años después, no solo te convertiste en un influencer que promueve la lectura en general sino que además escribes y publicas libros. ¿Cómo fue el camino durante estos casi diez años? ¿Con qué dificultades te has encontrado?
-Mi propósito era crear una comunidad de lectores, acercar a las personas a los libros. Ahora que escribo y publico, el propósito sigue siendo el mismo, crear libros que acercen a las personas, no solo a mis libros, sino a los libros en general. Sobre todo con los poemarios, lo que busco es que no se le tema a la poesía ya que creo que ese género en específico es uno al que le tienen miedo. Se ve un poco confuso, entonces siempre intento escribir cosas cercanas a las personas, con el corazón abierto. Cosas con las cuales puedan conectar.
Las dificultades que puedo encontrar son más bien personales que de la industria en sí. Creo que el hecho de pasar de hablar de libros a escribirlos y luego publicarlos requiere muchísimo trabajo. Ha sido un proceso muy largo de aprendizajes. Ahora estoy trabajando en mi quinto libro, pero antes tenía miedo de no saber qué esperar del proceso. Me aventuré en una industria dentro de la que, a pesar de estar familiarizado con ella desde la promoción lectora, fue complicado ir armándose del lugar dentro de las editoriales. Pero afortunadamente, hasta ahora todo ha ido funcionando de maravilla. Creo que el objetivo se ha ido cumpliendo: el de acercar a los chicos a la poesía específicamente. Y pues nada, contento de poder ser ese puente entre libros.
-Para alguien que ya tiene una década en el medio y ha vivido y atravesado todos los cambios digitales, ¿cómo hacés para reinventarte y seguir trabajando en la fidelización de tus lectores y de aquellos que están atentos a tus recomendaciones literarias?
-El mundo cambia muy rápido… Cuando empecé en booktube no existía realmente una comunidad. Había, eso sí, algunas personas haciendo el mismo contenido y eso me gustó mucho. Por eso decidí sumarme. Creo que he estado haciendo eso en las diferentes redes sociales. En Instagram comparto todos los libros que voy terminando. Es una forma muy proactiva de promover la lectura. Con Tik Tok, ahora también estoy aventándome a hacer algunos videos, aunque es una plataforma muy nueva que explotó en la pandemia con un formato muy corto, por lo que hay que encontrar la forma de ajustar el contenido. Lo maravilloso de Tik Tok es que el algoritmo avienta contenido que no sabías que estabas buscando, entonces es más fácil llegar al público aunque es difícil mantenerlo ya que se lo está estimulando todo el tiempo.
-Has escrito narrativa y poesía. Detrás de cada historia publicada hay un detonante personal que logró que te sentaras a escribir… ¿Cuál fue el detonante de Aquí no hay sed? ¿Cómo se originó? ¿Qué historia esconde el poemario?
-Muchos de los poemas se originaron en la pandemia, otros nacieron antes. Creo que el poemario nace por dos situaciones paralelas: la necesidad de hablar del amor, desde un punto de vista más maduro donde el amor es más bonito. El amor que te quita la sed. Al mismo tiempo, en la primera parte del poemario tenemos algunos poemas más introspectivos en los que se habla de dónde venimos, quiénes somos, qué sentimos, situaciones que hemos cruzado por la vida y que marcan un antes y un después. Aquí no hay sed es un poemario donde se habla del amor, pero al mismo tiempo de la muerte, no literal, sino de las otras categorías de muertes que pueden existir.
-Aquí no hay sed no es solo un poemario, es una pieza literaria arriesgada. Incluiste haikus y las ilustraciones que acompañan inevitablemente interpelan al lector. ¿Cómo fue el proceso creativo de este nuevo libro?
-Los haikus están ahí porque es una poesía que me fascina y siento que no se lee mucho. La poesía en general no se lee mucho, entonces quería darle un espacio pequeñito y además ponerlo en su categoría, no agregarlo a la parte del amor o a la parte introspectiva, sino que tuviera una sección solita para que los lectores puedan identificar qué son los haikus y se aventuren a leerlos e incluso a escribirlos. También hay epitafios y están ahí porque leí el epitafio que Nicanor Parra le escribió a Gabriela Mistral. Me pareció muy bello y creo que esto a su vez reafirma que la poesía puede ser muchas cosas, incluso un epitafio puede ser una poesía, me gustó mucho ese concepto.
Los collages del poemario fueron trabajados por Joss, a quien conozco hace muchos años. Nos entendemos bien, por lo que logró transmitir de dónde venían los poemas y qué era lo que sentía, por lo que no hubo un rebote de ideas sino que ella tuvo total libertad. Y además, esos collages están ahí para dar pausas que son necesarias en la poesía. Me parece que a veces queremos leer poesía como si fuera una novela y entonces leemos rápido, no leemos entre líneas, no leemos en voz alta ni tomamos en cuenta las pausas que necesitamos para reflexionar, para conectar con lo que sentimos en ese momento o en el pasado. Por eso creo que estos collages o ilustraciones están allí para causar esas pausas de reflexión.
-Has dicho alguna vez que el amor es como este motor que te lleva a explorar diferentes temáticas dentro de la literatura. ¿Te animarías a escribir alguna historia en donde no haya amor?
-Me animaría, sí. Aunque creo que el amor es la base de todo. Lo vivimos en todos lados, en todo momento, incluso en libros de terror hay algún romance. Justo hace un par de meses empecé a escribir lo que será un libro de cuentos, que no sé si algún día voy a publicar, pero son cuentos de terror así que estoy yendo un poco por ese otro género. Incluso el primer cuento que escribí es de terror, pero la base de la trama es una relación amorosa. No me puedo desapegar del todo pero busco otros temas.
También estoy trabajando en un libro de no ficción, que es otra forma de alejarme de la poesía o de la novela, pero también es un libro en el que se habla del amor. Creo que el amor es un tema que me intriga muchísimo, por eso vuelvo a hablar de Aquí no hay sed ya que allí se habla del amor que nos da muchas preguntas y muy pocas respuestas. También se habla de la muerte que incluso nos da aun menos respuestas.
-Sos un lector de diversos géneros. Sin embargo, ¿cuál creés que sería el género que más te dificultaría escribir y por qué?
-Para empezar, la novela siempre se me dificulta un poco más por el tema de la extensión. Dentro de la novela creo que batallaría mucho en escribir libros de fantasía porque, además, son aquellos de los cuales menos suelo leer. Me gustan las historias cotidianas, no necesito ni magia, ni seres fantásticos, ni visitar otros planetas, sino que me emocionan muchísimo las historias que puedo encontrar en mi vida diaria. Eso me conmueve un montón y es lo que tengo más cercano a mí.
-Cuando llegó la hora de sentarte a escribir tu primer libro, ¿cuáles autores o autoras fueron tus referentes e inspiraciones?
-En los poemarios lo tengo muy claro: el mexicano Jaime Sabines fue de los primeros poetas con los que me conecté y me demostró que no hay que porqué tenerle miedo a la poesía. Sus textos me parecieron muy honestos y eso me llevó a querer hacer un poco lo mismo desde mis trincheras. Y poco a poco me fui alejando de la poesía escrita por hombres y caí en Emily Dickinson, que ha sido una inspiración enorme para Aquí no hay sed con sus poemas que hablan sobre la muerte pero no como algo definitivo.
En la novela tengo menos claro mis referentes. Tengo novelas que me gustan mucho pero rara vez conecto con un escritor o escritora de forma que lea todos sus libros. Algo que ha sido reciente, y que por eso no puedo decir que haya sido una inspiración antes de escribir mis novelas, son los libros de Alejandro Zambra. Me fascina su forma de escribir y me parece que su estilo es muy parecido al que yo tengo cuando escribo para que nadie me lea, entonces siento cierta conexión. Seguramente, cuando publique una novela de nuevo, habrán algunas similitudes entre su forma de escribir y la mía.
-¿Qué es lo más loco o extraño que te ha sucedido cuando has ido a ferias internacionales de libros a hablar sobre tu rol de booktuber o tu rol de escritor?
-Son varias cosas. Siempre me emociona cuando los chicos están interesados en saber cómo escribir y publicar. Hay muchos miedos y muchas preguntas al respecto y siento que no se habla mucho de la industria. También me ha pasado que chicas o chicos me cuenten que terminaron su relación porque leyeron algunos de mis libros, eso es algo muy fuerte, pero me gusta porque los libros tienen ese peso en tus propias decisiones. Al final del día, no es el libro el que te hizo tomar esa decisión, sino que encontraste algo en el libro que te hizo analizar tu relación y decidir, al final, terminarla. Entonces creo que eso describe a la perfección cómo los libros te pueden hacer sentir
También puedo contarte algo divertido. Una vez en la Feria de Oaxaca, que es aquí al sur de México, estaba firmando libros. Cuando me paro para saludar a una señora, a la cual le calculo unos 80 años, me quiso abrazar y me empezó a morder la mejilla. No se me quitaba y yo estaba como: “Bueno señora, ha sido un gusto, tengo que regresar a firmar libros”. Pero no dejaba que me fuera. Y me decía: “Otra mordidita, otra mordidita”. Y yo estaba: “Bueno, está bien”. Así que eso me parece muy divertido, no es algo literario y para mí fue traumático pero divertido.
-¿Cuál ha sido el último libro que sentiste que dejó una huella en vos?
-Lo acabo de terminar hace una semanita, ha sido una relectura. Voy a elegir Poeta Chileno de Alejandro Zambra. Es de mis libros favoritos, me parece muy cotidiano y eso es algo que valoro mucho en los libros, y fue el libro con el que me empezó a gustar Zambra así que tiene mucho significado emocional.
Al finalizar nuestra charla, Alberto Villarreal contó que está trabajando en un libro de no ficción en donde analizará el amor desde otras literaturas: lo que han dicho otros autores dentro de sus novelas y poemarios. El autor compartirá su opinión sin tintes terapeúticos y hará algo muy personal, ya que a lo largo de los años muchos jóvenes lectores le han pedido consejos (en las redes y en las ferias de libros) sobre relaciones amorosas.
También está trabajando en una novela que será el spin-off de Ocho lugares que me recuerdan a ti (Planeta). Para este nuevo libro, Villarreal decidió rescatar a un personaje que se llama Edgar, alrededor del cual girará esta historia que sucede años después de la original. Aunque es un spin-off, es muy diferente a la otra ya que esta será una novela “más existencial”.
Quién es Alberto Villarreal
♦ Nació en Monterrey, México, en 1994.
♦ Es escritor, booktuber e influencer.
♦ Es el creador del canal de YouTube “Abriendo Libros”, en el que comparte sus lecturas y hace reseñas literarias.
♦ Escribió libros como Ocho lugares que me recuerdan a ti, Todo lo que fuimos y Anoche en las trincheras, entre otros.
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