El escritor Enrique Berruga Filloy presenta su sexta novela titulada “El Cazador de Secretos”, una historia basada en un pasaje real y cargada de tensión en un mundo lleno de espías. La historia toma lugar en la Ciudad de México durante la Guerra Fría. El autor revisa la vida de Valentín Guzmán y su desempeño como espía, uno real, alejado de las hermosas rubias, los rápidos autos de lujo y los artefactos tecnológicos de icónico Agente 007.
Es un texto que, en esencia, se presenta como un thriller, con elementos de la No Ficción creada por Truman Capote; sobre todo ,porque Enrique Berruga se dio a la tarea de rescatar un pasaje olvidado por la historia y el mundo: la estadía de Lee Harvey Oswald en México, tan solo a unos pocos días de que su nombre quedara marcado en la historia de la política estadounidense con el asesinato del John F. Kennedy. Berruga toma este fragmento histórico olvidado y lo mezcla con la ficción, mientras trata de describir el mundo del espionaje real, alejado de la parafernalia del cine y la televisión.
En entrevista con Leamos, el autor de “El Cazador de Secretos” revela lo más entrañable y las motivaciones que lo llevaron a escribir la historia de Valentín, un hombre dividido entre su constante paranoia, los atuendos y camuflajes de su profesión, la relación con sus colegas y la vida cotidiana de sus inicios como espía, su familia, y el gran amor y admiración por Mariana, su compañera de vida; un espía, que se propone evitar a toda costa que la Guerra Fría aterrice en México, históricamente, considerado un territorio neutral donde se gestaron encuentros y conspiraciones.
—¿Por qué rescatar la figura de Lee Harvey Oswald en la novela?
— No es un rescate, es una forma de dilucidar o de entender una parte muy ignorada de toda la trama que lleva al asesinato de Kennedy, cuando Lee estuvo en México, tan solo siete semanas antes. La cercanía del tiempo con el asesinato es tan enorme, dos meses realmente, pero nadie le siguió la pista sobre si en México se comenzó a cocinar ese asesinato, si los contactos que hizo aquí tuvieron o no tuvieron que ver o si lo convencieron aquí; es un aura de misterio muy grande, que no solo da para una novela sino para un relato de intriga como lo es este.
Este episodio histórico y la poca importancia que se le otorga fue la principal motivación de Enrique Berruga para escribir una historia que girara en torno este hecho, pero que el protagonista fuera construido a partir de su ficción. El autor revela que, en su investigación sobre Lee Harvey, encontró que no era un viajero frecuente y esta fue la primera vez y la única vez que estuvo en México. El escritor se vio fascinado por el corto periodo de su estadía con respecto a la ejecución del asesinato, estadía que no se encuentra ampliamente documentada.
— ¿Cómo materializas en el texto el ambiente de la Ciudad de México de ese tiempo?
— Parte de lo que yo quería hacer era retratar esa época del país y, sobre todo, la importancia geo estratégica que México tenía en ese momento de la Guerra Fría, a menos de un año de una crisis en cuba y a dos años del fiasco de Bahía de Cochinos. En fin, estaba toda esta parte de la contracultura, Marilyn Monroe, los hippies y toda la gran explosión cultural y del cambio que hubo en ese momento en el mundo, un momento de liberación que también lo vivió México.
Igualmente, reveló que la novela pudo haber llegado hasta el año de 1968, ya que durante el periodo que comprende “El Cazador de Secretos” se plantaron diversas semillas ideologías y políticas que comenzaron a germinar hasta mediados de los sesenta, un momento que fue crucial con grandes cambios. Aseguró que su novela se desarrolla en los años de oro del espionaje, un momento clásico. Con respecto al arquetipo de Valentín Guzmán, su creador explicó que siempre lo pensó como un espía procedente de un país en desarrollo que no cuenta con las herramientas de sus colegas norteamericanos y rusos, carencia que supera con talento e ingenio, un paralelismo que guarda con la inventiva y la improvisación característica de un mexicano.
— ¿Parte la experiencia diplomática y la cercanía con las Naciones Unidas se puede ver reflejado en “El Cazador de Secretos”?
— Sí, se refleja haber estado en la vida real, en negociaciones y complejas situaciones de la diplomacia. Esto te permite escribir con un realismo, digamos, un tanto distinto de quien no ha pasado por este tipo de vivencias o no ha obtenido una experiencia de lo que es estar en negociaciones de la intriga internacional, que bueno que eso sirva de algo, que se reflejen en la novela los 25 años que pase ahí; un poco de lo que pasa con John le Carré o Ian Fleming, dos personajes que vivieron de cerca la diplomacia británica y después escribieron libros
La novela “El Cazador de Secretos”, es una novela que se desarrolla sobre un mundo de hombres, alejado de los constructos de machismo. Pero que rescata el papel de la mujer como anclas que le ayudan a Valentín a desarrollarse y mantenerse firme ante las adversidades, entre ellas su madre, su hermana, Mariana y hasta en un momento crucial en el que participa Elena Garro; a lo largo de las páginas el autor menciona de su puñado de personajes, personas y fragmentos de la realidad, que influyeron en la historia de este tiempo.
— Me sale naturalmente darles un papel protagónico a las mujeres y ponerme del lado ellas, en cuanto a pensar en lo que sienten, como experimentan la vida o sus condiciones, cuando publique mi segunda novela “El martes del silencio”, la editorial comenzó a recibir preguntas del por qué una mujer utilizaba mi nombre como seudónimo, ya que estaban convencidas de que lo había escrito una mujer
Con respecto al final de “El Cazador de Secretos”, el autor no descarta la posibilidad de continuar con la historia, dibujándola desde la llegada de su protagonista a los Estados Unidos en calidad de disidente y el escándalo que representaría en el otro lado; pero Berruga declaró que ve más probable que el libro se adapte al formato de televisión, ya que se encuentra en negociaciones con grupos de productores interesados en la historia; mientras se resuelve la adaptación de su más reciente novela, ya se encuentra en la maquetación de una historia nueva, bajo el género de la novela.
— La pared de frontón para Valentín es Mariana; ella con gran habilidad se infiltra en una serie de cosas; Yo tenía la idea original de titular a esta historia como “y cuando vamos a hablar de lo nuestro”, que se descartó porque contenía un sesgo amoroso y romántico, lejano al mundo de espías
“El Cazador de Secretos”, se consolida como una de las pocas novelas salidas de Latinoamérica, en representación del género thriller y una de las pocas publicaciones sobre el espionaje construidas originalmente en español; es un texto que abre la posibilidad de apreciar una situación compartida con la persecución deL “Mystery man” que asesinó a Kennedy; Una historia que su autor define como un rompecabezas al que le faltan piezas, espacios que ha llenado desde su imaginación, contexto y probabilidades, un escrito que no esclarece preguntas y deja a la imaginación la verdad sobre las situaciones que ocurrieron, en la realidad.
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