En días recientes, el escritor Eduardo Ruiz Sosa ha lanzado su más reciente novela, “El libro de nuestras ausencias”, un relato sobre las decenas de desaparecidos en México; en esta ocasión, el autor basó su relato en una de las tragedias más impactantes del territorio del norte de México, donde impera la impunidad, la injusticia y la violencia. Ante las ausencias que incrementan las cifras del día a día, las palabras escritas por Sosa, se vuelven un retrato íntimo de búsqueda y resistencia.
La historia se desarrolla en un espacio no tan lejano a la realidad, durante un periodo en que las desapariciones causadas por el narcotráfico se encuentran en aumento; cuerpos que se evaporan en medio del olvido de las autoridades pero que permanecen siempre en la mente y búsqueda de sus seres queridos, los cuales participan en el rastreo de fosas clandestinas ubicadas en el desierto y la sierra con la esperanza de encontrar rastros de una vida que se apagó de formas crueles e inimaginables.
La historia versa sobre Orsina, una actriz de teatro que enferma gravemente. La joven desaparece y desordena la vida de quienes las rodean, en especial la de dos hermanos, Teoría y Róldenas, herederos de una imprenta en bancarrota, los cuales dedican todos sus esfuerzos y recursos en la búsqueda de la actriz, una travesía que los hará enfrentar cara a cara el mundo atroz de las desapariciones forzadas. La historia se desenvuelve entre los intentos por rescatar un patrimonio, representaciones teatrales y un elenco de personajes de naturaleza tan absurda, pero que se sienten tan reales.
“El libro de nuestras ausencias” se convierte en un viaje hacia el recuerdo, desde un presente violento hasta el pasado tormentosos de un personaje histórico como José de Gálvez, enloquecido y marcado por el delirio y la muerte. Visitador y General de la Nueva España, encarnado por un viejo actor de teatro, quien interpreta el último papel de su vida.
La novela se envuelve en una atmósfera donde las desapariciones en el norte de México son el común denominador en espacios clandestinos destinados a borrar toda evidencia de vida, recorridos e historias que se entretejen. El texto de Eduardo Ruiz Sosa se convierte en la ejemplificación de madres, padres y familiares que buscan de propia mano a sus desaparecidos.
La aventura de los personajes de Sosa, en esta búsqueda encaran a la violencia de las desapariciones, una herida que aún sigue abierta en los territorios de la frontera norte del territorio mexicano; Esta es su segunda novela, después del éxito que representó su primer título “Anatomía de la memoria”, publicación que obtuvo muy buenos resultados de la crítica y los lectores; anteriormente también el escritor lazó el volumen de cuentos “Cuantos de los tuyos han muerto”; el autor se ha considerado entre las nuevas voces dela literatura latinoamericana.
“El libro de nuestras ausencias”, nace en un contexto social de más de 52 mil desaparecidos. Es un texto en el que el autor rescata la figura de las brigadas de búsqueda, organizadas por grupos de rastreadores independientes, ante la omisión de las autoridades; La historia es situada en Sinaloa, un territorio aquejado por la violencia y locura, del que salieron personajes como Julia Pastrana la llamada “La mujer más fea del mundo” y José de Gálvez, el responsable de una serie de masacres del noreste de México; personajes infames vinculados al territorio de esta historia.
Eduardo Ruiz Sosa dibuja un escenario de desiertos convertidos en cementerios, una cárcel y un almacén de un barrio marginado que funcionan como teatros; una imprenta en quiebra, que se convierte en un centro de búsqueda y, sobre todo, pueblos abandonados con casas convertidas fosas clandestinas. La prosa de Sosa en “El libro de nuestras ausencias” ha sido considerada poética, fragmentaría y de gran ritmo en su oralidad, un relato crudo lleno de teatralidad que deriva en un fuerte sentimiento de ausencia. La novela ya se encuentra disponible en formato físico y digital.
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