Daniel Ferreira es una de las voces más originales de la literatura colombiana contemporánea. Se ha destacado como novelista, cronista y bloguero. Su obra ha sido reconocida con premios de la calidad del Sergio Galindo, en 2010; ALBA Narrativa, en 2011, y el Clarín de Novela, en 2014. Su blog, ‘Una hoguera para que arda Goya’, fue premiado como el Mejor blog de difusión de la cultura en español por el Instituto Cervantes en 2013.
En 2017, el escritor nacido en San Vicente de Chucurí, Santander, fue incluido en el segundo listado de Bogotá39, que reconoce a los 39 escritores menores de 39 años más prometedores de Latinoamérica. El primer listado surgió diez años antes, en 2007, e incluyó a autores colombianos como Ricardo Silva Romero, Juan Gabriel Vásquez y Pilar Quintana, todos ellos consagrados hoy en el panorama de la literatura nacional e hispanoamericana. Dos, incluso, han conseguido el Premio Alfaguara de Novela.
Desde 2010, Ferreira ha emprendido un proyecto de novela que ha denominado como “Pentalogía de la violencia”. Cinco novelas en las que se ha propuesto narrar la historia de Colombia a través de sus episodios más turbios. La primera de ellas, “La balada de los bandoleros baladíes”, le permitió ganar reconocimiento internacional, y a partir de entonces, cada nueva novela suya supone un punto más alto. Cuando de repente sus lectores piensan que ha escrito su mejor libro, Ferreira sorprende con uno que termina por desplazar al anterior.
Así pasó con “Viaje al interior de una gota de sangre”, que apareció en 2011, y luego con “Rebelión de los oficios inútiles” en 2014. Para entonces, las tres novelas publicadas de la ‘Pentalogía’, permitieron asistir al encuentro de un escritor que destacaba por el manejo de los temas de la violencia en la literatura alejado de los lugares comunes, haciendo uso de uno voz distinta, original, intensa.
Probablemente, su novela más ambiciosa hasta el momento, y no solo por el número de páginas, sea “El año del sol negro”, que se publicó en 2018. En este libro, Ferreira emprende la ardua tarea de narrar la historia del enfrentamiento civil más violento que ha presenciado el país: la Guerra de los Mil Días.
“En el año 1900 un hombre renuncia a su trabajo para unirse a las fuerzas de la Revolución cuando se gesta el alzamiento de los pueblos y se reúnen los ejércitos que quieren derrocar al Gobierno. Una mujer de treinta años espera el regreso de su amante mientras registra en su diario la decadencia de una ciudad que se ve sepultada por los desastres de la guerra (...) En este ambicioso proyecto narrativo de Daniel Ferreira, la ficción va devorando la realidad para crear una novela épica a partir de la incesante desigualdad de un pueblo y el desamparo de los que luchan en la guerra. Un relato intenso y apasionante de uno de los momentos históricos más importantes de la historia de la violencia en Colombia en el siglo XIX”, reza la contraportada del libro.
En su momento, el escritor Luis Noriega señaló: “Con cada nueva entrega de la “Pentalogía de la violencia”, el gran proyecto narrativo de Daniel Ferreira crece en ambición. “El año del sol negro” es una apuesta monumental sin monumentos porque, pareciera decirnos, el dolor y el delirio de nuestras guerras de miseria es incompatible con la grandilocuencia y las mayúsculas”.
En 2022, el grupo editorial Penguin Random House, a través de su sello Alfaguara, publicó “Recuerdos del río volador”, la esperada quinta novela de la ‘Pentalogía de la violencia’, y la obra más reciente de Ferreira. En ella, se narra la historia de Alejandro Plata, un inspector de obras férreas, en una época en la que la fotografía apareció para “atajar el tiempo y los ríos de petróleo manaban como un milagro oscuro de la tierra”. De repente, Plata desaparece en las inmediaciones del puerto del Cacique. Su hermano y su madre lo buscan desesperadamente. Su amanta lo espera por años. “Y, en el trasegar de la búsqueda y a la espera del reencuentro, desembarcan en Colombia el progreso y la explotación petrolera, que no solo violenta las aguas y las tierras, sino que suma desigualdad e indignación al caos social del país”.
Ha dicho el periodista Diego Felipe González, en un texto publicado en el suplemento ‘Lecturas’ de El Tiempo, que “esta novela de Ferreira tiene una particularidad, y es que está construida como un archivo, como una caja de recuerdos en que el lector irá armando un rompecabezas e irá descifrando su propia historia. Uno se vuelve un coleccionista de fotos antiguas, retazos, cartas, reliquias y viejos vestidos que hacen de pistas o de pequeñas luciérnagas que alumbran un recuerdo. Porque más allá de reconstruir una historia personal, todos estos artefactos reconstruyen la historia del país”.
En este libro de carácter polifónico, el autor emprende un viaje alucinante por los rincones de Colombia, y empuja a los lectores a descifrar el país y sus tragedias, “y nos prueba que lo poderoso y permanente es la naturaleza, y lo fugaz y frágil es lo humano”.
Al respecto, el escritor Ricardo Silva Romero ha comentado que Ferreira es capaz de “emprender odiseas narrativas que nadie más podría imaginar, ha hallado una pieza perdida de la literatura colombiana: gracias a esta bellísima e irrepetible búsqueda por una vorágine de cartas, infamias históricas y ejércitos salvajes, es claro que vivir aquí ha sido una trama policiaca”.
A través de 624 páginas, Ferreira deslumbra, incomoda y cuestiona. Si el libro anterior era bueno, este le pasó por encima. La costumbre de su autor sigue intacta: libro tras libro, se derriba a sí mismo, consigue superarse de forma prodigiosa.
En alguna ocasión, la editora Margarita Valencia señaló que el acierto de Ferreira está en arrastrar a sus lectores con una fuerza que el mismo género de la novela parece haber perdido con el tiempo y que el autor “rescata con la maestría de quien se ha empeñado con éxito en dominar las herramientas de su oficio para ponerlas al servicio de una historia que sabe necesaria”.
Luego de emprender esta lectura, la pregunta que queda es, si este es el último libro de la ‘Pentalogía’, ¿qué sigue? Habrá que ver con qué sorprende Ferreira a sus lectores y ojalá cada nuevo libro suyo siga siendo mejor que el anterior.
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