Alice Kellen es una mujer fresca, cálida y simple. En sus propias palabras, “una persona normal”. Tanto que la vida cotidiana se inmiscuye antes de comenzar la entrevista cuando recibe un llamado desde España y coordina una entrega a su casa con un océano de distancia. Pasa el número del celular de su pareja para que se contacten con él y nunca deja de estar tranquila. Pero pareciera que toda esa calma no encaja con lo que representan todos sus libros: un verdadero huracán editorial.
Con más de un millón de lectores en todo el mundo, 127 mil ejemplares vendidos en solo un año en Argentina y cinco títulos entre los más vendidos, Kellen es un fenómeno de ventas al que todavía no le conocemos su verdadero nombre. Pero lo que sí conocemos, a partir de hoy, es que probó carne en cuanto bajó del avión y que quiere conocer más. “Me encanta cómo habláis, me parece súper musical”, confiesa en su primera visita al país, y pronto agrega que “las empanadillas” también son sus predilectas. Cuenta que sus libros favoritos son El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry y El juego del ángel, de Carlos Ruiz Zafón. Y sabemos desde la publicación de su primer libro hace diez años que los lectores juveniles la adoran.
¿Más datos? La best-seller española revela que es de Leo, que no lee el horóscopo y que maneja sus propias redes, que la mayoría de los mensajes que le envían empiezan con un “me imagino que no leerás esto...” y que eso le da mucha culpa y ternura. También se ríe cuando hace memoria y cuenta que su primer anticipo era de 300 euros pero le quedó menos por el descuento del IVA. Lo ahorró. Hace doce años está con su pareja y un dato para la envidia: “No sufrí por amor y todas mis parejas han sido encantadoras”, dice.
Todo esto lo dice la exitosa autora en un hotel elegante de La Recoleta, entre cortinados de ensueño, glamour de principios de siglo XX, flores delicadas y velas. Así recibe Kellen a Infobae Leamos. Ahora, la escritora española está en Buenos Aires con motivo de la reciente publicación de la bilogía Tú, compuesta por Otra vez tú y Tal vez tú. Pero también para la primera firma de ejemplares en Argentina, que agotó los 500 lugares a los cinco minutos de habilitarse la inscripción. Según cuentan de la editorial, no lo podían creer.
En la bilogía Tú, la autora de Nosotros en la luna, El chico que dibujaba constelaciones y Las alas de Sophie, entre otros, ofrece una versión de Alice más ligada a la comedia y al humor, distinta a la Alice más dramática de las últimas ficciones. En Otra vez tú, la autora presenta la historia de Alex y Emma en la que las segundas oportunidades en el amor, ¿son posibles?; y en Tal vez tú relata la historia de Elisa, un personaje del libro anterior que, tras un desengaño amoroso, está decidida a retomar las riendas de su vida hasta que pierde el control por Jack. “Me gusta escribir para mí”, dice Alice.
Sus libros generan identificación espontánea con el público juvenil. ¿La clave? Los sentimientos, las emociones y las situaciones que construye. Y cómo las historias ayudan a sus seguidores a sobreponerse a momentos tan duros. Los vínculos son un tema central de su obra, pero ¿qué sucede en una época de “relaciones contactless”? “Hay gente que usa las redes sociales para relacionarse como si fuera un supermercado, hoy te apetece una manzana y mañana otra cosa, y se pierde la humanidad de estar conociendo personas y no productos”, señala la best-seller española.
El encuentro exclusivo con la prensa e influencers de libros empieza unos minutos después de las 11. La escritora de identidad secreta recibe aplausos y el cariño de sus lectores condensados en llantos mezclados con risas nerviosas y agradecimientos. Los más de quince títulos de Kellen significan un refugio para sus fanáticos, según le hacen saber, especialmente en pandemia.
Entre las invitadas se encuentra la escritora de literatura juvenil Jazmín Riera, quien confesó que es fanática y que admira la naturalidad de la pluma de Kellen, y las también autoras María Sol Iannaci y Mar Petryc. Entre regalos para toda la familia y alfajores, llega la noticia tan esperada: el lanzamiento de La teoría de los archipiélagos, su próxima novela, que saldrá a la venta el 1º de diciembre en Argentina.
A pocas horas de la firma de ejemplares, Kellen confiesa que está muy entusiasmada y nerviosa por su esperado encuentro con los lectores y dice que “son una comunidad super amable, agradecida y comprensiva”. Y sigue: “Tengo muchas ganas de conocerlos porque es la primera vez y es muy distinto”. Entre los anhelos de Kellen está recibir el cariño de quienes se identifican tanto con su naturalidad y simpleza.
—Con 10 años de carrera, 15 libros publicados y todos con gran éxito, ¿qué sucede en la intimidad cuando cerrás la puerta? ¿Cómo conviven la vida privada y el suceso editorial?
—Cuando termino de firmar o de hacer promoción y llego a casa sucede que se te olvida el éxito porque es como una realidad paralela, en la que estás, como todo el mundo, lavando los platos, con los gritos de los niños, organizando, la vida normal. Lo otro te parece súper surrealista y me siento, a veces, como si fuera dos personas completamente diferentes. Nunca me acuerdo cuando estoy en casa y siempre me sorprendo cuando salgo y digo “¡Ostras!”.
—¿Sentís presión al momento de escribir un nuevo libro?
—Sí. Eso ha cambiado. Es muy distinto escribir solo para ti sin saber si va a salir a la venta, sin tener expectativa a que lo están esperando en la editorial, los distintos países, las traducciones, las lectoras. Tienes la presión de que has gastado algunos recursos y no quieres repetirte y de que cada novela ofrezca algo nuevo, una trama, los personajes, sensaciones distintas a las anteriores, pero al mismo tiempo, que tampoco se pierda tu esencia, un equilibro.
—¿Cuáles son las cuestiones más difíciles de afrontar?
—Lo menos agradable de todo esto es que el proceso de escribir cambia y sigue siendo algo que me encanta pero ya no es solo bonito. Es bonito con momentos agridulces. Dudas, presión, pasarlo mal, bloquearte. Me siento mucho más insegura que hace siete años.
—En esos momentos, ¿qué hacés?
—Lloro mucho. Soy muy llorona cuando entro en crisis. Me agobio mucho y mi pareja me lee mucho, capítulo a capítulo, mi editora, que la tengo machacada, y luego tengo compañeras escritoras, que también son lectoras y a lo mejor llevo un tercio de la novela, estoy insegura, no sé si es el proyecto adecuado y les pido sensaciones. Necesitas una visión externa que ayude a aclarar las cosas. A veces siento que estoy demasiado dentro de mí misma y no puedo ser objetiva.
—¿Por qué elegiste incursionar en el género romántico y no otro?
—Porque realmente me la pasaba muy bien. Quería hacer lo que tanto me gustaba pero a mi manera. Cuando era adolescente era muy adicta a la sensación que te produce ver una comedia romántica; o cuando leía una novela estaba esperando el momento de emoción. Me gustaba muchísimo esa sensación y dije “a lo mejor puedo provocarla yo”. Me di cuenta que cuando escribía lo vivía más intensamente. Escribir te despeja de todo, te metes en otro mundo y pones en pausa tus problemas.
—¿Cómo se podría explicar que, en época de feminismos, los lectores juveniles elijan tanto la novela romántica?
—Cuando eres joven persigues más esa sensación de enamorarte. No es que luego no la persigas, pero es verdad que la vida cambia y las emociones como el amor, el primer amor y el enamoramiento son distintas. Son incluso más profundas, más serenas, pero cuando eres jovencito estás descubriendo. Entras en la adolescencia y te enamoras y es una emoción súper intensa, que no tenías cuando eras niño y es nuevo y te interesa leer. Muchas veces me preguntan por el amor romántico y si tiene que ser para siempre y pues, no.
—La lectura como un canal.
—Para ti, como adolescente, hablar con tus amigos, de la persona que te gusta es lo más importante. Estás en la vorágine emocional, hormonal y temporal. Te interesa saber cómo desarrollar los vínculos, cómo conseguir tener una relación con otras personas, no solo amor, también amistad. Cuando estás en los treinta o los cuarenta es algo que está más aprendido, entonces sabes más de lo que quieres y no quieres en el amor y en la amistad. La vida te enseñó cosas y lo vives de una manera más serena. Falta un poco de autoconocimiento y no es fácil enfrentarnos a nosotros mismos siendo sinceros y cómo nos sentimos y buscamos y no dejarnos influir por lo que los otros esperan. Falta mucha inteligencia emocional.
—En “Otra vez tú”, Emma, la protagonista, dice que le gusta el amor como concepto, ¿qué es el amor?
—El amor es lo que todos buscamos. No solo el amor de pareja, el hecho de estrechar vínculos porque somos seres sociales, buscamos querer, sentirnos queridos, nos gusta cuidar de otros y que nos cuiden y es esa red que te sostiene, sobre la que vives. Para mí es muy importante conseguir un amor lo más sano posible y que te aporte y mantenerlo, que es a veces lo más complicado.
—En la serie “Tú” también hay escenas muy detalladas de sexo, ¿por qué?
—Es la manera en la que se expresa el amor de pareja y el sexo es importante. Muchas veces se ve tabú o que cuesta hablar de la sexualidad. Me fuerzo a mostrarlo porque tampoco quiero ignorarlo. Antiguamente, en la novela romántica había cortinillas negras, se besaban y empezaban a desnudarse y fundido a negro. Es interesante mostrar porque es una expresión emocional como cualquiera. A veces es solo una expresión de deseo y en otras ocasiones hay mucho más.
—En tus historias hay abortos, infancias difíciles, drama, tragedias, ¿por qué incluir esto en las tramas de tus libros? ¿Atravesaste alguna de ellas?
—Tuve un aborto espontáneo antes de tener a mi primer bebé. Tengo amigas mías, muchísimas, es algo súper común. Creo que en los últimos años se está hablando pero no me quiero imaginar hace veinte o treinta años, que era algo de lo que nadie hablaba y sola te lo gestionas y que eras la única que lo pasa, ya sea espontáneo o una decisión. Son temas que existen. Podemos ignorarlos y no hablar de ellos pero no van a desaparecer. Siempre pienso que es mejor que se le dé visibilidad y tratarlo como un conflicto más que puede surgir a lo largo de la vida.
—¿Y las tragedias?
—Cuando escribes piensas que tiene que haber un conflicto. Las últimas novelas me he ido más hacia el drama porque me sacude más cuando la estoy escribiendo y, a veces, cuando me emociono al pensar que les pasan cosas muy tristes, me apetece volcarlo. Hay veces que lloro escribiendo y me desahogo. Si están sufriendo pienso “qué pena lo que les estoy haciendo a estos personajes”.
—En esta bilogía uno de los temas central es la amistad entre mujeres, ¿cuál es su importancia?
—La amistad entre mujeres es algo muy importante. Somos muy nosotras mismas cuando estamos entre mujeres. Los hombres pueden tener un problema y no hablar de su intimidad, relaciones que están en la superficie. Las mujeres cuando nos reunimos nos sentimos seguras, es como una especie de refugio.
—La novela Tú y yo, invencibles está situada en el posfranquismo, ¿por qué elegiste ese contexto y cuál es el eco en la sociedad española hoy?
—Fue un período revolucionario en todos los sentidos. Veníamos de una época muy gris y el movimiento social fue asociado a la moda, a la música, a la literatura. La cultura es muy importante porque es la manera de rebelarnos y expresarnos. Es una manera artística de mostrar el cambio social. En la novela se muestra la época con muchas luces y sombras, de desenfreno, de explosión.
—¿Por qué crees que tus libros generan tanta identificación?
—No lo sé. Hay veces que tengo la sensación de estar en el lugar y en el momento adecuado, con una pizquita de suerte.
Quién es Alice Kellen
♦ Nació en Valencia, España, en 1989.
♦ Escribe literatura romántica para jóvenes y adultos, con más de un millón de lectores en el mundo y éxito de ventas.
♦ Es autora de las novelas Sigue lloviendo, El día que dejó de nevar en Alaska, 33 razones para volver a verte, 23 otoños antes de ti, 13 locuras que regalarte, Llévame a cualquier lugar, El chico que dibujaba constelaciones, la bilogía Deja que ocurra: Todo lo que nunca fuimos y Todo lo que somos juntos, Nosotros en la luna, Las alas de Sophie y la bilogía Otra vez tú y Tal vez tú.
♦ Es una enamorada de los gatos, adicta al chocolate y a las visitas interminables a librerías.
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