La más reciente novela del escritor Bernardo Esquinca, titulada “Asesina íntima” es una de las pocas novelas producidas en América Latina basadas en el subgénero estadounidense del “True Crime”. El escritor tomó como eje principal de su obra un caso mediático sucedido en la Ciudad de México, la serie de asesinatos cometidos por un personaje conocido como “La mataviejitas”.
El escritor desarrolló su historia con base en la figura de Chana Barrera y a partir de este caso, que nutrió la nota roja mexicana durante mucho tiempo, crea su narración. Esquinca es puntual en sus párrafos y se aleja de los temas políticos para retratar y desentrañar las motivaciones de la exluchadora que se convirtió en una de las asesinas seriales más buscadas de principios de la década del 2000, la cual asesinó personas de la tercera edad durante cuatro años.
La novela “Asesina íntima” presenta diversas ventanas y perspectivas de testimonios que fueron cercanos al personaje o al seguimiento de los hechos; entre ellos, se destaca el fragmento de una reportera de nota roja que, lejos de centrarse en las motivaciones criminales y psicóticas de Barrera, justifica su locura desde las múltiples veces que le rompieron el corazón a “La mataviejitas”, un pasaje que busca poner de presente lo complejo que fue describir las motivaciones de la mujer que algún día fue cuidadora y posteriormente llenó de dolor a la ciudad con sus asesinatos.
Para este título, el escritor decidió retirar el nombre de Juana Barraza y suplirlo por Chana Barrera. La descripción narrativa del libro, permite conocer al lector otra perspectiva que no ha sido escrita o vista en los sitios noticiosos de internet; el relato incluye testimonios más cercanos, como el de la vecina de la asesina, quien comparte los cuadros de depresión y el dolor por los que pasaba Barrera al ver sus sueños frustrados. Fiscales, criminólogos, periodistas y personas que día a día, acompañaron a Chana Barrera durante y antes de su detención en el año 2006.
El proyecto nació con la producción de un audiolibro dentro de la plataforma Storytel, Beranrdo Esquinca accedió a realizar el proyecto, siempre y cuando viera reflejado en papel las nueve voces de los personajes que cuentan su interacción con esta asesina en serie, declaró el autor durante la presentación de “Asesina íntima” en la FILU 2022; el relato toma en su coralidad a estos personajes de extracción popular, lo que facilita la lectura y la asimilación de las realidades a partir del lenguaje con el que se cuentan los hechos; es un texto que toma como referencia a la realidad y lo mezcla con el mito de “La Mataviejitas”.
El autor logra plasmar, de forma inverosímil, no solo a los testimonios, sino el contexto que permeaba sobre la incompetencia de las autoridades que ensuciaron en repetidas ocasiones la escena del crimen, con autoridades que a partir del año 2002 buscaban y estigmatizaban al perpetrador de los crímenes, bajo la idea de pertenecer el género masculino, que, en posterior paso a buscarse bajo la imagen de un travesti, por los retratos hablados; búsquedas entorpecidas que a Barraza le dieron la oportunidad de actuar bajo la impunidad.
En “Asesina íntima”, el autor toma inspiración de los testimonios incompletos de la asesina, ya que, al investigar los miles de notas, no se puede construir de forma ordenada o veraz los hechos que rodean los atroces crímenes de esta mujer; la intención de Esquinca por desentrañar o pintar lo que había pasado en los huecos argumentales de esta historia; hizo que los rellenara con ficción, a partir de una exhaustiva investigación, declaro el escritor durante su participación en la FILU 2022.
El texto sale casi dieciséis años después de la detención de Juana Barraza; la historia de Chana Barrera en esta novela presenta fragmentos del surrealismo mexicano, desde la historia de una madre ejemplar y exluchadora, que mataba a sangre fría; Esquinca se aleja del sobrio halo que permea sobre la historia y rescata pasajes vividos por Barraza desde la perspectiva del humor negro y la ficción; es un texto que en momentos promete sacar una carcajada, de uno de los pasajes históricos más oscuros de la Ciudad de México.
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