El escritor Emiliano Monge presentó su más reciente producto literario, bajo el título “Justo antes del final”, una novela en la que enfatiza en la remembranza familiar en torno a los recuerdos de la madre; en esta historia el escritor desentraña el círculo nuclear de esta mujer, situada en el período entre la mitad del siglo XX y nuestro tiempo actual; es un relato crudo en el cual la protagonista pasa desapercibida ante el caos de los demás y ve encarecida la importancia de su función.
El escritor Emilio Monge ocupa las herramientas narrativas para construir una historia de una mujer nacida en 1947 que va encontrando su sintonía con el mundo entre los tantos papeles que le toca asumir a una mujer en su época: como hija, madre, esposa, cuidadora, protectora, psicóloga empírica y madre; un relato que, por momentos, puede retratar la perspectiva provocada por las masculinidades; un retrato interno de lo que engloba ser madre.
La protagonista nace de la necesidad de construirse y encontrar un lugar en el mundo al paso secuencial de la primera y segunda juventud; Monge hace un recorrido desde la llegada de la ciertos sucesos históricos, como la aparición de los anticonceptivos, la carrera por la conquista del espacio, la aparición del diagnóstico del Asperger y otros avances sociales y tecnológicos que acompañan la evolución de la protagonista.
Este relato centrado en una familia compuesta en su mayoría por hombres, en el que la madre se propone la tarea de encontrar el orden dentro del caos, como parte de la evolución que sufre el personaje principal de “Justo antes del final”, desde sus primeros años de formación, hasta llegar a su paso de sentencia en el que asume su vida y comienza a dedicar todo su tiempo y existencia a los demás y cada vez menos a ella.
El texto no solo se nutre de la visión ensimismada de la protagonista, que coexiste con las voces de la familia y un narrador; elementos narrativos que toman forma de piezas de rompecabezas que sintetizan el tiempo, sobre lo que está sucediendo en una época o temporalidad específica de entre todos los eventos que incluye el escritor.
La novela “Justo antes del final” puede considerarse como un relato de elementos lucidos, memorias colectivas y personales, en los que el concepto de familia se equipara con la locura, que se vive en un círculo aparentemente sano lleno, sin embargo, de malas practicas normalizadas, como la violencia física y mental; masculinidades distorsionadas en un sistema insano de caos de una familia que necesita ser cuidada.
En las presentaciones que ha tenido el autor sobre su más reciente título ha declarado que este texto recupera fragmentos de su vida, pero que no es una biografía, ni de él, ni de su madre; que, en cambio, ve el libro como un ejerció para buscar y reconocer los hábitos que nos delatan como verdugos o victimarios.
Emiliano Monge reconoce lo poético y útil que resulta narrar la biografía de las realidades maternas que, por un lado, se centra en recuperar retazos en largas conversaciones de madre e hijo, ahogadas y entorpecidas por las dolencias de un cuerpo invadido por la enfermedad; en las líneas escritas por Monge, el mismo autor le hace un homenaje a su abuelo y a su madre, de los que tomó ciertos arquetipos marcados que logran mantener la tensión; las páginas funcionan como una línea de tiempo en la que el surgimiento de la locura es gradual en medio de un supuesto sistema perfecto, que ahorca y desgasta desde su imperfección, no visible.
El escritor, de origen mexicano, cuenta con dos textos publicados: “Arrastrar esa sombra”, un libro de relatos que apareció en 2008, y la novela “Morirse de memoria”, del año 2010; en esta ocasión el escritor no solo recurre al homenaje, sino que se inclina por la búsqueda de reconocimiento desde el territorio autobiográfico, elemento narrativo que no le es ajeno, ya que había utilizado esta práctica en su anterior novela. “Justo antes del final” ha sido catalogada por la crítica como un compendio de humanidad, de pinceladas feministas y futuristas sumergido en la locura.
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