No se sabe mucho de Alice Kellen. Que es española, que ese no es su nombre real, que tiene cerca de 30 años y vive en los alrededores de Valencia. Se sabe también que sus libros se leen muchísimo. Que gustan.
Resulta que la autora está próxima a visitar la Argentina y no podía desaprovechar la oportunidad de recomendarles algunos de sus libros (¡y es que tiene un montón!) del género de novela romántica. Si aún no la descubrieron, no pueden perderse estas recomendaciones para empezar a leerla.
Trilogía “Volver a ti”
Esta trilogía engloba la historia de Mike, Luke y Jason, amigos desde la infancia, que han llegado a la adultez con diferentes personalidades y desafíos para afrontar. En 33 razones para volver a verte (primer libro), conocemos el inicio de la amistad de los muchachos y a su vez el inicio de la amistad de ellos con Rachel, una joven que ha perdido a su mamá a temprana edad y junto a su padre dejan la ciudad de Washington y se van a empezar de cero en San Francisco. Al principio le cuesta un montón relacionarse con su nuevo grupo de compañeros y hasta con sus vecinos. Sin embargo, una tarde, ella estaba observando desde la ventana de su casa como tres niños de su misma edad jugaban al baseball. Su padre la incentivó a ir a hablar con ellos. Luego de una divertida escena, los tres niños (Mike, Luke y Jason) la invitan a seguir jugando con ellos.
Este día marca el inicio de una amistad que perdurará por muchísimos años. El ser la única mujer en el grupo nunca ha sido un impedimento. Rachel se vive riendo con Luke, se siente en absoluta confianza con Jason, incluso se podría decir que es como su hermano, pero desde el inicio todo con Mike es diferente. Diferente porque digamos que ella siente algo más que amistad. Él también por ella. Pero Mike tiene mucha oscuridad y una familia demasiado compleja como para permitirse pensar que es lo suficiente para hacer feliz a su amiga, a quien llama cariñosamente “pecosa”. A raíz de varios desafortunados sucesos, cuando los chicos están a punto de comenzar la universidad, Rachel deja la ciudad y vuelve a Washington, sin dejar rastro alguno. Cinco años después, el destino hace que la ahora versión adulta de Rachel vuelva a San Francisco, en donde por más que intente hacer todo lo posible para mantenerse alejada de Mike, Luke y Jason, el destino tiene otras pretensiones.
En el segundo libro de la trilogía, 23 otoños antes de ti, tenemos la historia de Luke y Harriet. Ya en el primer libro de la trilogía nos enteramos de que Luke se había casado en Las Vegas y nunca más pudo encontrar a su “mujer” para solicitar el divorcio. Por lo que en esta segunda parte, conocemos en profundidad a Harriet, quien resulta ser la misteriosa esposa y cómo se reencuentran años después los no-enamorados.
La historia de Harriet no es para nada feliz, tuvo una infancia y adolescencia muy dura y hasta ha tenido que sobrevivir a un aborto forzado. Su madre desapareció cuando ella apenas era una niña y su padre la maltrató todo lo que pudo. A pesar de su pasado, el presente de Harriet nos muestra a una muchacha muy dulce, con baja autoestima, que se apoya en sus mejores amigos. El gran sueño de ella es tener una pastelería, pero para poder cumplirlo necesita mucho dinero. Cuando una puerta se cierra, otra se abre y el destino parece estar a favor de la joven cuando su padre fallece y le deja una pequeña herencia.
Claro que incluso metros bajo tierra, su padre no se la va a hacer fácil. Para poder acceder a ese dinero se tiene que casar. Es así cómo comienza la historia de Harriet: con la loca idea de sus amigos de que se vaya un fin de semana a Las Vegas, se case con el primer chico borracho que encuentre y pueda acceder al dinero. Todo sale a la perfección, cuando vuelve a su ciudad natal se pone en campaña para vender su casa, recibir el dinero de la herencia, mudarse a un lugar más acorde para ella y empezar a proyectar su futuro sueño. Sin embargo todo cambia cuando Luke aparece en la puerta de Harriet solicitando el divorcio.
Para finalizar esta trilogía tenemos 13 locuras que regalarte que narra la vida de Jason, el “perfecto” de los tres amigos. Autumn es una joven idealista que lucha por todo lo que se proponga. Creció en varias casas de acogida y en una de ellas fue vecina de una excepcional casa azul, donde vivía una familia perfecta. Su sueño fue siempre pertenecer a ese hogar.
Por esta misma razón, cuando se entera de que quieren demoler la casa para edificar un complejo totalmente modernizado, la joven se pone como loca y comienza una protesta personal en la puerta de su añorado hogar. Es así como conoce a Jason (vendedor de bienes raíces). Entre una cosa y otra, los dos jóvenes viven una noche apasionada en la vieja casa azul. El resultado es un embarazo imprevisto y el comienzo de una relación súper accidentada. Jason y Autumn son como el agua y el aceite. Polos totalmente opuestos, que chocan de forma constante. Es impensado que ambas criaturas puedan formar una familia o por lo menos convivir de forma temporal, sin matarse el uno con el otro. No obstante, el tiempo irá mostrando que Jason es capaz de aprender muchas cosas de Autumn y ella de él. Es increíble cómo una persona puede destructurarse por amor y empezar a ver el mundo de una forma más libre.
Los libros, a pesar de que se pueden leer de forma independiente, terminan conectando a los personajes, espacios y tiempos por lo que recomiendo leerlos en conjunto. Para serles sincera: una vez arranquen el primero, no van a poder parar de querer saber cómo hará Alice Kellen para seguir uniendo los caminos de Jason, Mike y Luke.
Bilogía “Deja que ocurra”
Esta vez la autora nos traslada a Australia y dividió la historia y narración de los libros de Leah y Axel en dos: Todo lo que nunca fuimos (primer libro) y Todo lo que somos juntos (libro dos). En la primera parte conocemos a nuestros protagonistas, Leah fue vecina de Axel por muchísimos años y el hermano (Oliver) de ella se convirtió en el mejor amigo de Axel.
Las dos familias se adoptaron como una sola y tanto los padres como los niños siempre tuvieron una relación como si fueran una familia ensamblada. Sin embargo, la tragedia los golpea inevitablemente: Leah junto a sus dos padres sufren un accidente automovilístico en el que los dos mayores pierden la vida.
Oliver tendrá que dejar su aspiración a una vida sin ataduras y bohemia para aceptar un trabajo que no le gusta del todo pero que le permite hacer todo lo posible para mantenerse, mantener a su hermana y lograr que la joven vaya a la universidad. Un día, una gran propuesta laboral le llega a Oliver pero eso implica mudarse a Sídney. No está del todo seguro de aceptar pero sabe que en la única persona que puede confiar para que cuide a su hermana es en Axel; bajo su cuidado él se puede ir tranquilo. Claro que Oliver nunca sospechó que esto iba a desembocar en una historia de amor tan apasionada como dolorosa.
Leah es casi una década menor que Axel y sin embargo pasó gran parte de su adolescencia enamorada del amigo de su hermano mayor. No obstante, los sentimientos de la joven se han apagado totalmente a raíz de la pérdida de sus padres y de sus ataques de ansiedad y depresión. La antigua Leah ya no existe. Prácticamente no quedan rastros de felicidad y colores dentro de ella. Pero con el correr de los meses la convivencia con Axel va a generar un giro en la personalidad de ella y también en la de él. Axel comienza a sentir la necesidad de que Leah siga adelante, que avance, que no se quede atrapada en el doloroso pasado y que vuelva a reencontrarse con su luz especial. Así es como empiezan a pasar tiempo juntos, surfeando, pintando, escuchando a los Beatles y dejándose llevar por la pasión inevitable que empieza a surgir entre cada mirada, cada roce y cada beso robado.
El amor de Axel y Leah es apasionado, lleno de matices, dolor e incluso aparenta ser efímero. Es arte. Juntos deberán atravesar un sinfín de obstáculos entre los que destacan la amistad, el perdón, el duelo, el dolor y el crecimiento. Leah aún tiene que descubrir quién es y para ello también deberá alejarse de todo y de todos. ¿Podrá el amor ser más fuerte que las personalidades tan fuertes de ambos protagonistas? ¿Esto causará un conflicto entre ambas familias? ¿Oliver y Axel podrán mantener su amistad? Van a tener que leer los libros para descubrirlo.
El día que dejó de nevar en Alaska
A veces me gusta ir en contra de la corriente. He leído mucho en las redes sobre este libro, muchos lectores juveniles recomendándolo e incluso en los tops de venta. Sin embargo, caí en las garras de esta historia y me odié por haber esperado tanto tiempo para leerla.
Heather está escapando de su pasado. Y no encuentra una mejor manera que terminar en Alaska sin saber absolutamente nada de Alaska. La joven se identifica como una persona que lo que mejor sabe hacer es atraer problemas, salir huyendo y correr. Se interna en un lugar que no conoce tan solo por querer huir de su pasado en San Francisco y sin ser consciente de lo que es su presente y de qye lo que puede llegar a pasar en su futuro es a partir de ahora en Inovik Lake.
Por cuestiones del destino, en su primera noche conoce a John, un hombre mayor cascarrabias que entrena perros, uno de ellos, Caos, enseguida tendrá una conexión fuerte con Heather. Con el tiempo la joven protagonista lo cuidará, adorará e incluso entrenarán juntos para hacer carreras. Es John quien le recomienda a Heather que busque trabajo en un bar/resto de la zona y es allí donde conocerá a Seth y Nilak.
Decir que la vida en Alaska de Heather será sencilla es mentirles. Inevitablemente todos en Inovik Lake ven cosas buenas e inocentes en ella y querrán ayudarla y cuidarla, sin embargo, ella no está dispuesta a hacérselo tan fácil a los demás y en especial a Nilak, con quien pronto comenzará una relación un poco dificultosa. Y es que claro, Heather nunca se imaginó encontrarse con una persona más testaruda que ella y que también posea oscuridad.
Lo que más me gustó de este libro: la sinergia de todos los personajes secundarios en pos de ayudar a Heather. Todos sospechan que en algún momento ella no podrá soportar la vida en esta pequeña ciudad y que volverá a San Francisco. No obstante, no pueden dejarla nunca sola ni a la deriva por lo que todos comienzan a desarrollar algún tipo de sentimiento de apego hacia ella, incluso John y Nilak. Lo especial de este libro es que por más que sea una novela romántica acá el interés principal no es el romance sino el perdón hacia uno mismo y el querer avanzar, sin olvidar el pasado pero sabiendo que éste forma parte de nuestra vida y nos da herramientas para seguir adelante y mejorar en todos los sentidos.
En paralelo a la historia de Heather, vamos a conocer la vida de Annie y Kayden. Annie escribe en su diario sus vivencias y su historia de amor. El lector durante gran parte de la lectura de El día que dejó de nevar en Alaska se preguntará qué relación tiene el diario de Annie con la historia de Heather: esa historia no me corresponde contarla a mi. Ojalá se sorprendan y se emocionen tanto como yo cuando descubran el ultrafondo y la magia de Alice Kellen en esta historia.
El mapa de los anhelos
Esta es otra historia que no se centra puntualmente en el romance y que permite regalarnos otros tintes. Los personajes principales serán Grace y Will y el libro está narrado en base a sus perspectivas. Grace nació sabiendo que su misión en la vida sería salvar a su hermana mayor Lucy. Pero el día que Lucy fallece la vida de Grace cambia rotundamente.
Sus padres ya no son quiénes solían ser y su abuelo comienza a actuar de una manera distinta. La misión de Grace falló. Por lo que no tiene grandes planes para su vida más que salir de fiesta y mantenerse en algún trabajo temporal. Hasta que un día llega a ella, a través de su abuelo, el mapa de los anhelos. Lucy, sabiendo que su tiempo en este mundo tenía fecha de nacimiento, decide hacer una investigación sobre el duelo y sobre cómo ayudar a su familia a sobrellevar el dolor de la pérdida. Es por esta razón que desarrolla un plan para ayudar a Grace. Un juego con instrucciones que deberá seguir la hermana menor en compañía de Will Tucker. ¿Quién es Will Tucker? Nadie sabe. O por lo menos nadie que quede en este mundo. Aquí comienza un viaje directo al dolor y la transformación para una familia y dos jóvenes que no se buscaron pero se encontraron y deberán hacer algo con eso que comienza a desarrollarse entre ellos de forma inevitable.
En El mapa de los anhelos se profundiza muchísimo más en la mente y emociones de ambos narradores (protagonistas) a comparación de otros libros de la autora. Este recurso es recurrente en ella pero quiero destacar este detalle porque creo que este libro va más allá de la historia de amor y del atravesar el duelo. Se centra en el desarrollo personal, en los conflictos internos, en lo doloroso que es la lucha entre la mente y el corazón y por más que uno a veces no lo piense en profundidad, estas luchas están en todos los seres humanos por dentro y fuera de la literatura.
El egoísmo está muy desarrollado en la trama y eso puede llegar a ser un factor positivo o negativo para el lector. Y eso me gusta, porque en realidad Grace no será la protagonista ideal y tampoco el lector deseará ser ella. Es muy importante entender que esta historia incomodará, y será un desafío para los lectores, ya que la autora se arriesga un poco más con las emociones y hasta logra que el lector no sea tan empático con los protagonistas.
Tu y yo, invencibles
La historia más reciente publicada en Argentina de Alice Kellen fue todo un desafío ya que logró sacarme de la zona de confort. La autora venía manejando una fórmula casi similar en sus historias juveniles pero creo que con este nuevo libro se animó a dar un saltito y aquí nos encontramos con una historia más madura que nos hace viajar varias décadas atrás.
Juliette y Lucas son los protagonistas de una historia de amor tormentosa e imperfecta. Ella es fuerte, introspectiva y enigmática. Lucha por lo que quiere y no teme ir contra todo. Lucas, por otro lado, es impulsivo, transparente, familiar, sus vínculos con aquellos que lo rodean son fuertes a diferencia de Juliette que no teme dejar atrás. Juntos son… El agua y el aceite pero al mismo tiempo logran un complemento que solo ellos entienden. Y está bien, porque el amor es algo solo de ellos que no incumbe a los demás y por lo tanto no deberíamos opinar de lo que no somos parte. Pero para ser honestos, su caos es poesía: no es de comprensión general.
Madrid en 1978 será el primer escenario en donde los protagonistas comenzarán una relación de amor sin igual, que con el tiempo irá sufriendo los cambios de época, los cambios políticos, sociales y personales. Juliette es uno de los personajes más complejos y orgullosos que he leído, un atisbo de feminismo en un país y en una época difícil para mostrarlo. Lucas, se deja llevar por la corriente y termina no siendo capaz de creer que puede conseguir más. Un hombre de gustos simples que vive de forma acelerada y que ello traerá consecuencias inevitables.
Tu y yo, invencibles es una historia apasionada e intermitente. También es diferente. La relación de ambos protagonistas atravesará diferentes dificultades y conflictos e incluso el lector llegará a la conclusión de que no merecen estar juntos. De que no se necesitan. Para luego caer en cuenta de que muchas veces nos abrazamos a lo que no necesitamos como una adicción sin saber que una adicción es para siempre y que las recaídas no son positivas. Aunque con el tiempo llegaremos a dudar.
Quién es Alice Kellen
♦ Nació en Valencia en 1989.
♦ Escribe literatura romántica para jóvenes y adultos.
♦ Estudió Filología, pero no terminó. Tuvo una empresa de marketing.
♦ Arrancó en 2013 con Llévame a cualquier lugar.
♦ Lleva publicadas quince novelas.
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