El escritor peruano Víctor M. Lozada publicó dos libros de relatos Piel, delirio y volcanes (Mesa Redonda) y Sí, quédense (Quimera), inspirados en su ciudad natal, Arequipa. Decidió publicar por separado los relatos porque consideró que en el primero hay una reflexión mientras que el otro son mucho más juveniles y cortos.
Infobae conversó con el autor que fue aceptado en el programa de residencia para artistas del Institut Français en la Cité Internationale Des Arts en París para realizar un proyecto literario que busca unir a la Catedral de Arequipa con la Catedral de Notre Dame en la capital francesa.
—En Piel, delirio y volcanes hay mucho acerca de la generación de redes sociales; en cambio, en Sí, quédense es más un homenaje a Arequipa, aunque los dos están relacionados con tu ciudad natal.
—En Sí, quédense hay un par de cuentos que no son muy históricos con respecto a Arequipa. No lo quería encapsular completamente, por eso, dejé tres relatos que no encajaban con este tema fantástico, tal vez eso le da a los lectores un poco más de curiosidad sobre qué tipo de relato va a ser el siguiente.
—Hubo alguna investigación previa en algunos cuentos, mencionas en algún momento a Mariano Melgar.
—Todos los cuentos históricos tienen un poco de investigación. Investigué muchas cartas y relatos de viajes que venían a Arequipa en 1800 para trabajar en los ferrocarriles. Te describen la Arequipa de esa época, lo cual me pareció sumamente interesante, pues hay historias donde viajan dos días en el desierto para llegar hasta donde está situada la ciudad actualmente.
—Hay un cuento epistolar acerca del suicidio. ¿Fue una decisión personal escribirlo de forma epistolar o simplemente quisiste probar con ese estilo?
—Hay una razón más personal con el tema del suicidio porque he vivido esa cercanía y decidí hacerlo en forma epistolar. En cierta manera, aunque el cuento no tenga mucho que ver conmigo, sí tiene que ver con que mi bisabuelo que vino a trabajar en los ferrocarriles desde una ciudad inglesa hasta Arequipa.
—Hay una reflexión muy importante en Piel, delirio y volcanes sobre los “amigos con derechos” que, al final, terminan dañados. Sin embargo, resaltas que la piel provoca delirio y esto exalta. Es muy poético.
—No quería que termine en algo tan físico. Incluso, el sexo se puede ver como una especie de poesía. Quise hacerlo sumamente carnal. Los “amigos con derecho”, en el cuento, sienten que están esclavizados por la situación y le debe pasar a muchas personas que piensan lo mismo, que tal vez no le conviene, pero aún siguen allí, esclavizados; son esclavos de la piel y el delirio.
—Siempre está presente Arequipa en tus cuentos, ¿vas a continuar con esta temática de mencionar siempre a tu ciudad?
—Ya hice lo que tengo que hacer en Arequipa. Ya me conecté como quise hacerlo con mi ciudad. Ahora, he decidido no enfocarme tanto en Arequipa porque me voy a ir del Perú por un tiempo.
—Tu nuevo destino es París por la beca de residencia de escritura, ¿cómo vas a enfocarlo?
—Sí, quería dirigirlo por la Catedral de Arequipa, pero creo que va más por la parte de París. Estoy visualizando la novela en cuatro capítulos. Tal vez el primer segmento sea de Arequipa y los otros tres sean acerca de la capital francesa. Siento que va a ser la despedida. Definitivamente los siguientes pasos no van a ser en Perú.
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