Una canadiense se aventura a escribir sobre la cultura Maya. Lucie Dufresne demuestra el amor que guarda por Latinoamérica y, en especial, por las culturas residentes en los estados mexicanos de Yucatán y Quintana Roo, lugares donde vivió y donde se dedicó a estudiar a fondo las tradiciones y la mitología, a partir de las cuales escribió un par de libros de ficción. Recientemente, la también historiadora presentó su libro “El hechizo de Chichen Itza”, que promete un recorrido por las raíces de indígenas mexicanos.
La apasionada extranjera se especializó como geógrafa lo que le da la sensibilidad antropológica para poder convertir sus conocimientos en anécdotas e historias fantásticas sobre una cultura de miles de años que guarda misterios y sus vestigios siguen en pie. Estos, entre otros, son los factores que la motivaron para crear esta nueva novela.
La historia se sitúa en la ciudad antigua de Chichen Itzá en el año 890, en un escenario caótico a causa de las sequías de la región, con una creciente población de habitantes del sur de Mesoamérica que huían de las constantes guerras de sus asentamientos, refugiados y comerciantes llenaban y nutrían culturalmente esta gran zona. Pilotl un joven comerciante tolteca próximo contraer nupcias con Manik, una bella joven originaria de Chichen.
Se convierte en un viaje por el territorio maya, en el que Manik inicia un inesperado peregrinaje a la isla de Cozumel, hogar de la Diosa Ixchel y refugio de magos y sacerdotisas mayas, la joven acude con la esperanza de poder ser bendecida con el regalo de concebir un heredero; Lucie Dufresne se especializó como geógrafa, lo que se puede observar en su texto donde describe asentamientos, territorios, recursos, redes comerciales y rutas de comercio del pasado, pero sobre todo el humano; a nivel familiar, regional y evolutivo; lo que destaca en toda su obra literaria.
Manik conoce a Tsolan, el hechicero jaguar y queda enamorada de él, su relación se vuelve imposible ante el compromiso que tiene con Pilotl; guarda sus sentimientos y emprende el viaje de regreso, entre fines políticos y bendiciones místicas, su regreso no será como ella lo esperaba. Las culturas Mesoamericanas de México y América central, las etapas de los grandes asentamientos Maya en Palenque, Tikal; las migraciones del postclásico al norte de la península mexicana; las grandes ciudades; el origen divino; las imponentes construcciones que siguen en pie; hasta su decadencia, hambrunas, enfermedades y destrucción. Fueron su gran inspiración para crear “El hechizo de Chichen Itzá”, declaró Dufresne durante la presentación digital de su libro el pasado 30 de agosto,
Durante el en vivo, la doctora y escritora resaltó la importancia de recuperar los nombres de los clanes Mayas. Debido a la gran extensión de estas y el nombre que se les otorgó por una confusión durante el arribó español y así mismo invitó a los lectores a adentrarse en “El hechizo de Chichen Itzá” y sus demás obras; donde rescató la importancia de la Cosmología Maya y los contactos con las culturas creyentes en Quetzalcóatl, que posteriormente se convirtió en Kukulcán y las tradiciones mayas interceptadas por comerciantes de Tula y sus planes de unificar los territorios.
La historia de tintes fantásticos en que recrea intrigas y amor, va más allá de la materialización de un texto que de forma geográfica, de igual forma plantea las problemáticas sociales y económicas de la Cultura Maya; Dufresne ha recorrido la región que compete a este texto durante 40 años y se ha enamorado de la península mexicana, con este trabajo la escritora rescata el papel femenino de las grandes sacerdotisas de aquella cultura y la influencia que tenían para mantener la actividad mística del asentamiento; Lucie Dufresne cuenta con otras publicaciones inspiradas en esta cultura como, “Nieve Maya” y “El escriba del imperio Maya”; sus obra literaria se encuentra disponible ne formato fisico y digital.
SEGUIR LEYENDO: