“Parece un milagro pero los milagros no existen. Detrás de todo esto hay mucho trabajo de mucha gente”, dijo Amalia Sanz, directora de la Fundación Filba. Lo dice justo después de ponerle número a la edición del festival que la fundación llevará a cabo desde el 28 de septiembre y hasta el 2 de octubre. “Van 14 ediciones del Filba. Que un festival internacional de literatura independiente pueda sostenerse y crecer puede parecer milagroso pero no lo es”, aseguró, rodeada del equipo de trabajo que conduce.
Fue este martes, en la librería Eterna Cadencia, durante la presentación del programa completo del festival que se lleva a cabo en Buenos Aires desde 2008 y que ya tiene un espacio consagrado en la agenda de la cultura porteña. En esta edición, una de las visitas internacionales más destacadas será la escritora, cantante y performer estadounidense Laurie Anderson y las palabras inaugurales estarán a cargo de la autora argentina María Negroni. Son apenas dos de las casi sesenta actividades del Filba: todas son gratuitas.
“Volvemos casi totalmente a la presencialidad. Diría que un 90% de las actividades son presenciales pero mantenemos también algo del formato virtual permite que puedan estar algunos autores que no viajarán pero participarán de la convocatoria”, describió Sanz. Además de entrevistas, lecturas y charlas, habrá talleres.
Las mexicanas Clyo Mendoza y Jazmina Barrera, la estadounidense Jane Lazarre, el finlandés Aki Salmela, la británica Julia Armfield, los chilenos Diego Zúñiga, Cynthia Rimsky y Nona Fernández, los bolivianos Giovanna Rivero y Edmundo Paz Soldán, el escocés Tim Maughan, la australiana McKenzie Wark, la peruana Katya Adaui y la alemana Andrea Wulf son algunos de los autores internacionales que formarán parte de esta edición, que se inaugurará en el Malba -el escenario habitual del Filba- pero que tendrá como sede principal el Centro Cultural Recoleta.
“La palabra y la literatura tienen la posibilidad de poner en acción movimientos que se opongan a lo existente. Pueden ser una especie de fuerza de choque con lo que ya existe, una práctica indómita que se vincule con los activismos”, explicó Sanz antes de dar a conocer el lema que, de alguna manera, organizará esta vez el Filba: “Fuerza activa”. “El festival es una práctica estética y también puede ser una práctica política vinculada a esa fuerza que puede tener la palabra, esa capacidad de activar a su alrededor”, sumó la directora del Filba.
Habrá también grandes escritores y escritoras de los que viven y escriben en la Argentina durante los cinco días que durará el festival. Beatriz Sarlo, Leila Guerriero, Claudia Piñeiro, Diana Bellessi, Cristian Alarcón, Pedro Mairal, Marina Mariasch, Alicia Genovese, Betina González, Hernán Ronsino, Gabriela Massuh, Inés Ulanovsky y César González son algunos de los créditos locales que formarán parte de la iniciativa.
“Un poco partiendo de la idea de que la literatura y la palabra pueden desencadenar activismos, incluso sin proponérselo, pensamos en algunas ‘constelaciones’ de autores que giran en torno de algunas temáticas en particular”, adelantó Victoria Rodríguez Lacrouts, una de las programadoras del Filba.
Una de esas temáticas es el vínculo entre la maternidad, la crianza y la literatura. Alrededor de ello hablarán Lazarre, que en 1976 publicó El nudo materno, así como Barrera, autora de Línea nigra, un libro en el que reflexiona sobre el antes y el después de un cuerpo que gesta. Mauricio Koch, que inspiró uno de sus libros en el embarazo de su pareja, también forma parte de esta “constelación”.
El vínculo entre los humanos y la naturaleza es otra de las temáticas que asomarán en varias de las actividades del festival, a través de la participación de autores como el filósofo y ecologista estadounidense David Abram, que escribió sobre el asombro que produce relacionarse con el planeta Tierra, y Paz Soldán, que en La mirada de las plantas escribió sobre el turismo extractivista que descubrió en su viaje al Amazonas.
“Una de las cosas que más nos gusta en nuestro festival es bien clásica, y la vuelta tan fuerte de la presencialidad lo permite: que los autores lean su obra, esas lecturas en primera persona con el público cerca”, contó Catalina Labarca, también programadora del Filba. En esta edición, según detalló, Piñeiro y Mairal leerán fragmentos de los libros que están a punto de publicar, El tiempo de las moscas y Esta historia ya no está disponible, respectivamente. “También tendremos a Lorena Vega con dos de sus hermanos leyendo parte de su obra teatral Imprenteros y el escritor Iosi Havilio se propuso leer sin parar durante siete horas parte de la novela que está escribiendo, que tiene 1.590 capítulos. Veremos qué sale de todo eso”, dijo Labarca.
El festival, que organiza la Fundación Filba, cuenta con el apoyo del programa Mecenazgo del Gobierno de la Ciudad y de la Fundación Santander así como de organismos como la Dirección General de Cooperación Cultural Internacional, el British Council, el Centro Cultural de España en Buenos Aires y la Embajada de Estados Unidos, entre otros. Cinco días después de que Negroni pronuncie su discurso inaugural -del que se sabe todavía poco pero que tendrá que ver con el deseo-, Laurie Anderson será la encargada de cerrar el programa de actividades.
Y entonces habrá que pensar en la 15ª edición del Filba, ese festival que se nos metió en el corazón.
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