Cuando se piensa en William Shakespeare se piensa casi automáticamente en majestuosas obras teatrales. Pero poco se menciona que él mismo ejerció, además de la escritura, la actuación, aunque no siempre con la misma excelencia e impecables resultados.
Según un reciente estudio realizado por el académico escocés John-Mark Philo, uno de los mayores fracasos de Shakespeare como actor tuvo una incidencia directa en la gestación de Otelo, una de sus obras más importantes. En esta, el moro Otelo, general al servicio de Venecia, ha conquistado el amor de Desdémona, hija del senador veneciano Brabantio, al contarle todos los peligros que pasó. Pero luego del casamiento, Brabantio lo acusará de haber hechizado y secuestrado a su hija en esta tragedia en la que los celos son los protagonistas.
En el año 1603, el dramaturgo se presentó junto a un grupo de actores en el escenario del mítico teatro Globe para llevar a cabo la obra Sejanus, de Ben Jonson, una tragedia sobre un soldado romano. La representación fue un fracaso tan grande que el reparto, Shakespeare incluido, fue abucheado y sacado del escenario. Para Philo, esta humillante experiencia actoral afectó la escritura de una de las mejores obras del Bardo, Otelo.
Según declaró Philo, académico de la Universidad de East Anglia (UEA), en una entrevista con el periódico británico The Observer, existe cierta reticencia a pensar en Shakespeare como “cualquier cosa que no sea la perfección” y, aunque el incidente de los abucheos no es un hecho desconocido en absoluto, se ha pasado por alto su importancia.
Philo llegó a esa conclusión después de analizar pruebas de los archivos, relatos de los espectadores y las propias obras de teatro: “No menos de cuatro testigos contemporáneos, incluido el propio Jonson, dieron fe de los abucheos y silbidos con los que el reparto fue recibido por su primer público en el Globe”. Incluso encontró el testimonio de un contemporáneo que escribió que se encontraba entre los que “silbaron a Sejanus fuera del escenario”.
“A pesar de que se han conocido las listas del reparto y de que sabemos que Sejanus fue un fracaso, todavía no hemos reconocido el hecho de que eso significa que el propio Shakespeare fue abucheado y silbado, y que el propio Shakespeare fue una víctima del público de la primera época moderna. No solemos pensar en Shakespeare en términos de fracaso o de cosas que van mal. Me pregunto si hemos sido reacios a unir los puntos porque estamos muy acostumbrados a pensar en Shakespeare en relación con el éxito”, dijo el académico en declaraciones al periódico que complementa su salida con The Guardian a lo largo de la semana.
Tanto Sejanus como Otelo fueron escritas en 1603 y representadas por la misma compañía teatral, los King’s Men, con Richard Burbage, el actor más famoso de la época, en los papeles principales. Philo sostiene que el éxito y el fracaso formaban parte del proceso creativo: “A veces funciona, a veces sale terriblemente mal. Shakespeare participa en ese proceso y aprende de él. Toda la compañía está experimentando con nuevas ideas”.
¿Qué es lo que une entonces estas dos obras, además del fracaso actoral de Shakespeare? Philo agregó: “Hay mucho más en común entre el romance trágico de Shakespeare y la Roma imperial de Jonson de lo que parece a primera vista: dispositivos argumentales similares, caracterización, oportunidades de interacción con el público y, lo más persuasivo para mí, frases compartidas que no aparecen en ninguna otra parte de la obra de Shakespeare”.
El académico escocés destaca ciertos giros de frase que Shakespeare sólo utiliza en Otelo y que también aparecen en Sejanus, así como algunos “paralelos verbales”, señalando por ejemplo que la “única aparición de la palabra ‘amapola’ en las obras de Shakespeare es en Otelo”: “Mira por dónde viene./ Ni la amapola ni la mandrágora/ Ni todos los jarabes somníferos del mundo/ Te curarán jamás el dulce sueño/ Que ayer poseías”.
En Sejanus, esta palabra también se utiliza en “un contexto sorprendentemente similar”: “El jugo de amapola y de mandrágora. Duerme,/ César voluptuoso, y la seguridad/ se apodera de tus estúpidos poderes, y los deja muertos/ a los cuidados públicos”.
Según aclara Philo, la “amapola” se utiliza como “algo que puede robar o engatusar a la víctima para que se duerma”: “El villano de Sejanus lo usa en ese sentido y el de Otelo también”. John-Mark Philo, principal autor de esta investigación, presentará sus conclusiones completas en un artículo de próxima aparición -Sejanus de Ben Jonson y Otelo de Shakespeare: dos obras representadas por King’s Men en 1603- que se publicará en la revista Shakespeare Survey de Cambridge University Press.
Philo escribe: “Hay algunos paralelos temáticos convincentes entre Sejanus y Otelo. En ambos casos, un sirviente manipulador es el principal motor de sus respectivas tramas, y la acción que se desarrolla en el escenario es impulsada por las intervenciones de Sejano y de Iago. En ambas obras, el recurso argumental más importante es la seducción de un superior social, es decir, de Otelo y Tiberio. Las obras comparten el mismo énfasis en explotar los miedos de la víctima y en cultivar una sensación sostenida de alarma o ansiedad”.
Ante la comparación entre las obras de Shakespeare y Jonson, Philo señaló que Sejanus rara vez se representa hoy en día: “Pero entonces Jonson es siempre el segundo plato de Shakespeare”.
Emma Smith, profesora de estudios sobre Shakespeare en la Universidad de Oxford y editora de Shakespeare Survey, declaró a The Observer: “Creo que no hemos querido pensar en Shakespeare como actor. Hemos asumido que aprendió las obras de teatro como muchos de nosotros, leyéndolas. Esta es una investigación fabulosa”.
Quién fue William Shakespeare
♦ Nació en Inglaterra en 1564 y murió en ese mismo país en 1616. Fue dramaturgo, poeta y actor.
♦ Se lo considera el escritor más importante de la lengua inglesa y la Enciclopedia Británica asegura que es “generalmente reconocido como el más grande de los escritores de todos los tiempos”.
♦ Ben Jonson, autor de Sejanus y contemporáneo de Shakespeare, dijo sobre él: “No pertenece a una sola época sino a la eternidad”.
♦ Algunas de sus obras más importantes son Hamlet, Romeo y Julieta, Otelo y Macbeth, entre muchas otras.
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