El escritor mexicano José Agustín Ramírez es considerado uno de los grandes exponentes de la llamada “literatura de onda en México”, movimiento que surgió entre revoluciones del pensamiento, desequilibrio social y el repudió generacional por autoridades incompetentes. Se desbordan en sus párrafos las ideas de amor y paz en contra de la violencia y la represión de un sistema social en el que surgieron diversas tribus urbanas y funcionaron como preludio de la tragedia estudiantil de 1968.
El término al que hace referencia este movimiento literario fue acuñado por la escritora Margo Glantz, en sus obras “Estudio Preeliminar”, publicada en 1971, y “Antología narrativa Joven de México”, de 1969. Surgió como una referencia al relato “Cuál es la onda”, escrito por José Agustín, en el que el autor se consolidó como un visionario y agitador social, que rompía con la forma tradicional de contar historias, en un continente que pasasba por una creciente ola de energía revolucionaria.
El trabajo de Ramírez en “Cuál es la onda” se construye desde la dinámica amorosa que surge entre Oliveira y Raquelle, un par de desconocidos que se adentran en una relación de altibajos y diferenciación social, entre recorridos por alojamientos efímeros y deseos ilusos de casarse. El escritor logra plasmar de forma fiel el ritmo de la ciudad entre taxistas, edificios, corrupción e influencias externas, con una generación de jóvenes rebeldes deseosa de diversión y excesos, pero con un gran deseo de encontrar una identidad colectiva, alejada de los viejos relatos de la “momiza”.
En su primera novela, “La Tumba” rescató crónicas de su generación, con la historia de Gabriel Guía, un habitante de la Ciudad de México de los años sesenta, que al contrario de muchos desafortunados regados en las calles, vivía en una clase social privilegiada. Al tiempo que en su estancia en preparatoria surge un problema de plagio, se sume en el mundo del alcohol y el tabaco. Texto en el que logra plasmas una crónica de la revolución sexual que se vivía en la época y el creciente consumo de sustancias.
La mayor parte de su obra se basa en la crisis y el deterioro del círculo familiar consumido por la gran urbe y el amenazante régimen político que acalló el Movimiento estudiantil del 68 en Tlatelolco, resentimiento que plasmaba continuamente en sus páginas. El mundo, en los años sesenta y setenta, sufría cambios históricos, pero el escritor decidió darles voz a jóvenes rebeldes envueltos en protestas, movimientos artísticos y rock, Glam y heavy metal. En “El Rock de la cárcel”, realizó un performance autobiográfico sobre su paso por 1980, entre su formación artística, su consumo de alucinógenos y psicotrópicos, que reflejaban lo extenuante que resultaba la capital de mexicana.
José Agustín redactaba incansablemente sobre las cuestiones sociales que observaba en amigos, conocidos o simplemente al andar por las calles de la ciudad, las que lograban cautivar o consumir a los jóvenes ciudadanos, de la década en la que el mundo de las drogas, la sexualidad, creaban un contraste fuerte con los relatos sociales que estaban en declive; El acapulquense obtuvo reconocimiento por sus obras publicadas, entre las que destacaron, “De perfil”, “Ciudades desiertas” y “La panza del tepozteco”, entre otras.
José Agustín Ramírez, recientemente cumplió 78 años de edad, sus últimos títulos fueron “La sonrisa afilada: Enrique Serna ante crítica” y “La terrible cordura del idiota: cuentos de locura y muerte de la literatura universal” publicados en 2017; Un año antes lanzó su novela “Ciudades Desiertas”, la cual fue adaptada al formato cinematográfico por el director Roberto Sneider, en que plasmo la historia de un fiestero actor, que es abandonado por su esposa y remplazado con un poeta y emprende el viaje para recuperar su matrimonio; esta película contó con la participación de Gael García, Verónica Echegui y Daniel Giménez Cacho.
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