El escritor mexicano Adrián Curiel Rivero revive su fascinación por la cultura nórdica con la nueva reedición de su libro “Vikingos, Los verdaderos descubridores de América”. A lo largo de sus páginas, establece la importancia de esta antigua tribu, salvaje y guerrera, que ya definía un eficaz sistema basado en un alto grado de compromiso con la justicia; el escrito se centra en el desembarco de esta cultura navegante en tierras inexploradas del norte de América, un fenómeno histórico que ha quedado suelto y el autor se dio a la tarea de rescatar.
Desde su publicación en 2012, el ejemplar se encontraba agotado y ahora, diez años después, resurge para darle oportunidad a que nuevas generaciones tengan acceso al mundo vikingo desde una perspectiva no tan europea y que promete alejarse de los estereotipos que rodean la imagen de sus protagonistas escandinavos, que fueron mucho más que expertos navegantes y aguerridos guerreros en el campo de batalla.
En esta historia, Curiel se aleja de los actos de barbarie y afirma que los nórdicos lograron desembarcar en el continente americano a finales del siglo X, mucho tiempo antes de que Cristóbal Colón realizara la hazaña que lo inmortalizo en los libros de historia.
El escritor toma como protagonista al pueblo vikingo, quienes fueron los orquestadores de los primeros asaltos a las tierras inglesas y propiciaron las bases de los viajes marítimos en Europa; así mismo, el autor resalta la gran huella cultural que dejaron en su paso por Groenlandia, hasta llegar al norte del continente, donde fundaron Vinlandia, un territorio caracterizado por su mítica leyenda de abundancia y el cual, según los historiadores, se establecía en lo que se conoce hoy en día como la isla de Terranova, perteneciente a Canadá.
El libro “Vikingos, Los verdaderos descubridores de América” resalta las importantes hazañas y evolución de sus conocimientos navegantes, las hazañas que siguen inspirando relatos y las transformaciones religiosas de Europa, que los hizo transitar del paganismo al cristianismo, hasta llegar al momento cumbre que indica el título de Curiel. También este proyecto literario le dio la oportunidad a su autor de escribir de forma libre hechos históricos, que convierte en ficción y procesa desde su experiencia con el campo de la literatura española e hispanoamericana, en el que se especializó.
Este recorrido, a lo largo de sus cien páginas, es una oportunidad para redescubrir aspectos de lo que comprende a la sociedad moderna y ponerlo en comparación con lo que sucedía en lo que ahora llamamos antigüedad. Las culturas nórdicas practicaban un sistema de justicia que abogaba por valores que podrían vislumbrar los primeros tintes del feminismo, juicios y organización gubernamental, dentro de una estructura social que se alejaba mucho de los actos bélicos, pero que sabían salir en defensa de su territorio.
Este libro le da la oportunidad a Adrián Curiel Rivero de desmitificar el salvajismo, la barbarie y la violencia que se han convertido en arquetipos de las culturas nórdicas en la televisión y el cine, que, si bien, lucen como fuertes guerreros incansables y destructores violentos que funcionan en una pantalla sensacionalista, se alejan de la su construcción histórica, política y social de los Vikingos de carne y hueso.
El escritor ha declarado que, para la reconstrucción de la historia vikinga, tomó inspiración de los textos rescatados en el siglo XIII por monjes irlandeses, como la saga de Erik “el rojo” y textos groelandeses que describen a detalle el paso los vikingos; estos elementos fueron con los que construyo de forma libre eventos históricos que embonaban como piezas de rompecabezas, lo que resultó en una ficción histórica.
Adrián Curiel Rivera se formó como especialista en literatura española e hispanoamericana por la Universidad Autónoma de Madrid, desde su debut como escritor en el año 2000, cuenta con seis novelas publicadas, entre las que se encuentran “Bogavante”, “El señor Amarillo”, “A bocajarro”, “Blanco Trópico” y “Paraíso en casa” y el más reciente relanzamiento de su libro de vikingos, con la participación del artista gráfico Bernardo Fernández “BEF”.
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