El 1 de enero de 2022, apenas algunas horas después de arrancado el año, Stephen King se sentó en su computadora y escribió: “Qué hermoso empezar un año nuevo sin Donald Trump como presidente”.
Esa afirmación no era parte de una nueva novela del reconocido escritor estadounidense de terror, misterio y ciencia ficción. Tampoco de un relato corto ni de un guión. Era, más bien, una más de las miles y miles entradas de Twitter que, hace casi una década, comparte con sus 7 millones de seguidores.
Desde diciembre de 2013, el escritor de best sellers como Carrie, It o El resplandor forma parte activamente de esta plataforma en la que, a diario, comparte sus opiniones acerca de los temas más variados. Lejos de la meticulosidad y el orden de la prosa con la que tiene acostumbrados a sus lectores, y a diferencia de otros autores de renombre que evitan las redes sociales o tienen quien se las maneje, King tiene una presencia un tanto caótica en Twitter; controversial incluso.
Autor de casi 70 novelas, más de 20 guiones de cine y una decena de libros de relatos cortos, Stephen King es tan prolífico en su cuenta de Twitter como lo es en su ficción. Con un pie en la realidad y otro en la fantasía, pocos temas se le escapan al reconocido escritor, que en un mismo día puede tuitear su desdén por figuras políticas como Donald Trump y Vladimir Putin, quejas contra el reciente problema de inflación en Estados Unidos, alabanzas a escritoras como la canadiense Margaret Atwood y denuncias a otras como J.K. Rowling, todo esto mezclado con un irreverente sentido del humor que, aunque poco florece en sus libros, es tan elaborado como su terror.
La semana pasada, entre tuits que promocionaban su último libro, King hizo gala de su faceta humorística cuando escribió: “¿Qué tal esto como idea para una película? LOS NIÑOS DEL MAÍZ VS. DEPREDADOR. Solo se necesita la estrella correcta”, en referencia a la nueva entrega de la exitosa saga cinematográfica Depredador y uno de sus relatos más conocidos, de los primeros en ser adaptados al cine.
Sin embargo, solo dos minutos después de ese chiste, tal vez porque el horno no estaba para bollos después de que un joven de 24 años apuñalara repetidas veces al escritor Salman Rushdie, King añadió: “Estoy tratando de levantar mis ánimos esta tarde. Lo que le pasó a Salman Rushdie todavía acecha mi mente”. El día del ataque, el autor de Cementerio de animales había escrito: “Espero que Salman Rushdie se encuentre bien”. Y segundos después: “De todos modos, ¿qué clase de idiota apuñala a un escritor? ¡Cabrón!”.
Como en el Twitter de cualquier hijo de vecino, King reacciona a los distintos problemas de la actualidad que lo interpelan sin necesidad de recurrir a análisis sesudos. Más bien, utiliza su plataforma, su reconocido apellido y los millones de lectores que lo siguen para apoyar las causas que considera justas y alzar su voz contra aquello que no. “Estados Unidos se convirtió en una galería de tiro”, escribió el 17 de abril, día en el que murieron cinco personas y casi 40 resultaron heridas en los siete tiroteos que hubo en su país.
“Si se vota para echar a los protectores de armas del Congreso, las cosas pueden cambiar. Si mantienen sus bancas, nada va a cambiar. Es bastante simple”, opinó. Mientras tanto, en la primera mitad del año, Estados Unidos tuvo más de 500 tiroteos masivos, varios de los cuales sucedieron en escuelas, motivo que propició el furor de ventas de las mochilas antibalas para niños. “¡CONTROL DE ARMAS YA! ¡PAREN LA MATANZA DE LOS INOCENTES!”, añadió con indignación.
Así como en la literatura de Stephen King se repiten ciertos personajes y escenarios, como los pueblos ficticios de Castle Rock y Derry en los que transcurren varias de sus novelas, también en sus redes sociales existen ciertos nombres que aparecen con extrema regularidad. En consonancia con su interés por la realidad política, no solo de su país sino del mundo, los dos personajes no ficticios que más protagonizan esta novela ecléctica e interminable que es su cuenta de Twitter son el ex presidente estadounidense Donald Trump y el actual presidente ruso Vladimir Putin.
“Putin adoptó el más brillante (y de más larga duración) slogan de campaña de Trump: FAKE NEWS”, escribió sobre las consonancias entre los gobiernos de Rusia y Estados Unidos, en particular sobre el problema actual de las noticias falsas. Para continuar con la relación entre ambos países, tema con el que King parece estar obsesionado, así como la importancia del rol de los medios, agregó: “Lo más perturbador del entendimiento público ruso de la guerra de Putin es cuán poco saben. Logró con bastante éxito el ahogamiento del flujo de información. Es como si Fox News fuese la única información que los estadounidenses pueden recibir”.
Sin embargo, desde la asunción de Joe Biden como nuevo presidente de Estados Unidos, sus ataques a Trump disminuyeron y el foco principal pasó a ser Putin, en especial con la guerra que Rusia le declaró a Ucrania el 24 de febrero de este año. Entre algunos de sus comentarios realizados en Twitter al respecto se encuentran: “Putin tiene que irse antes de que nos mate a todos. De una u otra manera”; “Los ataques rusos a civiles ucranianos son básicamente ataques terroristas. ¡Slava ukraini!”; y, tal vez el más impactante, “Ucrania es el Vietnam de Putin”, en referencia a la guerra perdida por Estados Unidos que se extendió de 1955 a 1975.
Con respecto a la guerra rusa contra Ucrania, una de las grandes controversias en las que se vio afectado Stephen King fue cuando fue víctima de una broma realizada por dos rusos que se hicieron pasar por el presidente ucraniano Volodimir Zelensky. A lo largo de la llamada, en la que lucía la típica gorra de béisbol estadounidense pero con la palabra “UCRANIA” en letras azules y amarillas, el escritor se mostró de acuerdo con las propuestas más disparatadas de este impostor de Zelenski , incluida la idea de “prohibir a los rusos como una nación”.
Pero lo más grave del asunto, razón por la cual se armó una controversia entre sus lectores, fue que King calificó de “héroe nacional” y de “gran hombre” a Stepán Bandera, ucraniano colaborador de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Rápidamente, al ver el revuelo que se generó, King tuvo que salir a aclarar el asunto: “No sabía quién era Bandera. Pensé que era uno de los generales o asesores de Zelenski, así que me dejé llevar”.
En su Twitter, después de negar que la conversación fuera real, finalmente escribió: “Resulta que sí me jugaron una broma. No tenía idea quién era este tipo Bandera. Así que... estoy avergonzado. Pero resulta que no estaba solo. Otras víctimas que cayeron ante estos tipos incluyen a J.K. Rowling, el Príncipe Harry y Justin Trudeau”.
Otro de los temas de la actualidad que más resonaron en las redes sociales del autor de Misery y La zona muerta fue el actual debate por el aborto que se generó en Estados Unidos tras la decisión de la Suprema Corte de permitir que cada Estado decida si lo permite, lo prohíbe o lo restringe. “Bienvenidos a El cuento de la criada”, escribió en referencia a la exitosa novela de Margaret Atwood, adaptada a la pantalla chica, en la que un estado totalitario atenta contra la libertad de las mujeres en un mundo en el que la fertilidad es cada vez menor.
Pero en la cuenta de Twitter de Stephen King no todo es seriedad. Entre quejas y reclamos, el escritor suele deslizar chistes -algunos más inteligentes que otros-, que demuestran que, además de ser un experto en terror, también incluye entre sus destrezas el manejo del humor. A continuación, y para finalizar, tres de sus tuits más graciosos:
“Estoy pensando en una comedia romántica caníbal llamada CUANDO HARRY SE COMIÓ A SALLY”, aludiendo a la mítica película de 1989 Cuando Harry conoció a Sally, dirigida por Rob Reiner y protagonizada por Billy Crystal y Meg Ryan.
“Me invitaron a un almuerzo gratuito en un restaurante local en el que se discutirían las ventajas de la cremación. Me tentó, pensando que podría ser mi última chance de tener un cuerpo caliente y candente”.
Y por último, también en relación a la muerte y para dar cuenta de su pleno entendimiento de esta red social poblada en su mayoría de jóvenes, Stephen King escribió: “Soy tendencia en Twitter y ni siquiera me morí. ¿Cuál jodidamente cool es eso?”.
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