El pasaje más famoso en la carrera de la escritora Carmen Conde Abellán fue el haber sido la primera mujer académica en participar con voz y voto al interior de la Real Academia de la Lengua Española (RAE). En 1978 llegó a ocupar el sillón K, que determinaba su plaza vitalicia dentro del recinto. Este es uno de los tantos aportes de esta autora, hecho que se convirtió en memorable por la poca presencia de mujeres en la organización lingüista, que era conformada en su mayoría por hombres para la época.
La célebre académica nació el 15 de agosto de 1907 en Cartagena, España, en la costa del Mar Mediterráneo, poblado donde paso los primeros seis años de su niñez, hasta que se mudó a Melilla, provincia española en la que permaneció hasta 1920.
Esta estadía la recogió en sus memorias que plasmó en “Empezando la vida”. Su inquietud por escribir la llevó a publicar su primer trabajo en un diario de su ciudad natal, oportunidad que le abrió camino en el mundo editorial.
Perteneció al pensamiento poético español de la llamada Generación del 27, considerada una de las corrientes de ideas más importantes del siglo XX. Desde esta trinchera, Abellán proclamaba diversos postulados enfocados en una visión feminista y de confrontación ante lo que se establecía en su época sobre la figura de la mujer y expresaba la necesidad de nuevas reformas para la modificación de las perspectivas sociales con relación a sus congéneres.
Se le considera parte fundamental del sistema de educación español, por haber ayudado a la inserción de cambios catalogados como revolucionarios, que se mantienen en vigencia hasta el día de hoy. No solo era partícipe en una sola corriente de expresión artística, escribió piezas teatrales, ensayos sociales de carácter político, pero la mayor parte de su trayectoria se enmarcó en la fascinación y amor impregnados en sus versos de poesía.
Para el año de 1930, la autora se destacó también como ensayista con “Por la escuela renovada”, un texto de índole pedagógico bajo el sello editorial de Cuadernos de Cultura, postulado en el cual se comenzaba ver la preocupación de renovar un sistema de siglo pasado; Pocos años después Abellán, junto a su marido, el poeta Antonio Oliver Bélmas, fundan la primera Universidad Popular de Cartagena, con el objetivo de enaltecer la cultura.
En sus instalaciones había dos bibliotecas, una para adultos y una infantil, de las primeras de España, además de un cine educativo. Para el fin de la década, conoció a Amanda Junquera, esposa del catedrático de historia española Cayetano Alcázar Molina, la figura de Junquera fue vinculada con Abellán en una supuesta relación amorosa, la cual derivó en una profunda amistad durante su estadía en la Universidad de Valencia. Este hecho fue reseñado en el libro “Carmen Conde: vida pasión y verso de una escritora olvidada”, del investigador José Luis Ferris. Se presume que este romance inspiró “Ansia de gracia” y “Mujer sin edén”.
Durante el periodo de inicio de la Guerra Civil, su esposo se enlistó como voluntario y comenzó a trabajar en la emisora de radio del frente popular 2, travesía a la que Carmen Conde se unió acompañándolo por varias ciudades de Andalucía. Con toda la experiencia recabada hasta esa fecha, en 1937 la carrera de Abellán recibió un impulso de La Organización de Mujeres Libres, con la publicación de su obra “Enseñanza nueva”, “La composición literaria infantil”, “Poemas de Guerra” y “Oíd a la vida”.
La escritora incursionó en la Radio Nacional de Madrid en 1941, al tiempo que seguía publicando poesía, la escritora nunca dejó de lado su vocación por la educación fue así que se desempeñó como asesora de literatura en editoriales y universidades; En 1968 fallece su gran amor Antonio Oliver Belmas. Tiempo después la autora enfocó el resto de su vida a las letras, hasta que el Alzheimer comenzó a hacer estragos en la salud y mente de la española
Finalmente, a sus 88 años, falleció un 8 de enero de 1996, su legado es recordado como el de una educadora y poeta que sentó las bases del feminismo de España para el mundo.