La escritora Úrsula Camba Ludlow se dio a la tarea de representar la otra cara de una época en la que virreyes se encontraban en los más altos estratos sociales y le daban forma al gobierno de un naciente país mexicano. En su libro “Ecos de Nueva España: los siglos perdidos en la historia de México”, en forma de compendio de corte histórico, comprende alrededor de 300 años de pasajes de la vida cotidiana de los habitantes originales de lo que se conocería como la Nueva España, contrastados con la opulencia de la clase privilegiada, que, al mismo tiempo fue un factor determinante en las costumbres de la sociedad, oficios e injerencias multiculturales.
Esta obra representó todo un reto para Camba Ludlow, quien decidió ir más allá de la visión centralizada del México virreinal. Su texto relata un extenso recorrido de millones de kilómetros, desde el sur de Estados Unidos (Texas, Arizona, Nevada, Utah y California), territorio que, para los años incluidos por la autora, aún formaba parte de México, y hasta lo que hoy comprende parte del territorio norte de Nicaragua; extenso Territorio en el que piratas, virreinas, esclavos y monjas convivían, no solo para hacer funcionar una creciente nación, sino que, de forma indirecta, fueron creadores de diversas representaciones culturales y tradiciones que prevalecen hasta el día de hoy.
Si bien, el período histórico del libro podría hacer pensar en una repetición de lo que podría haber aprendido cualquier mexicano en sus años escolares, Úrsula Camba Ludlow declaró que buscó alejarse de lo tedioso y repetitivo que resulta el tema histórico, que recuerda a héroes dotados de valentía y carentes de problemas comunes, en lecciones escolares plagadas de datos duros y fechas que, con el paso del tiempo, son aprendidas de manera robótica y no como las anécdotas de tragedia, aventura e infortunio; pasajes mundanos que son incluidos en su obra desarrollada en la longeva comarca dentro de un mundo precario, que apenas se sostenía a flote.
Centrada en los tres siglos de la Nueva España, la historiadora se encarga de desmitificar las figuras de aquellos años, con el rescate de un periodo que apenas es tocado en los libros de texto gratuitos que forman la formación básica de niños y adolescentes mexicanos; En uno de los pasajes incluidos por la escritora, relata que este tiempo solo vivieron 28 virreinas, de las cuales pocas lograron consolidar grandes familias y otras decayeron estrepitosamente al olvido; así mismo, con este lanzamiento destaca que los actos históricos en los que participan mujeres son muy pocos y busca enaltecer a las representantes del género femenino que participaron al lado de hombres poderosos destinados a gobernar.
El mundo de fronteras imperceptibles, descrito por Úrsula Camba, demuestra que fue la cuna perfecta para las narrativas y discursos victimistas, construidos desde el sentimiento nacionalista revolucionario del siglo XX, en el que se juegan solo dos papeles, los derrotados y los conquistadores, pero dentro de “Ecos de la nueva España: los siglos perdidos en la historia de México”, se incluye no solo a los miles de personas afectadas por el régimen conquistador, sino también a unos cuantos grupos de personas que pudieron conservar sus privilegios, personas que los historiadores omiten mencionar dentro de los extensos tomos existentes.
La perspectiva de este libro, no se construye para enjuiciar a figuras privilegiadas o desafortunadas, es más sobre la visión fuera de los cánones cuadrados de académicos historiadores, en un relato con voz propia sobre la interacción peculiar entre indígenas nativos, gobernantes y españoles, en un sistema de castas que buscaba reestructurar el México antiguo en la Nueva España; Esta no es la primera vez que la autora se aventura a demostrar un lado diferente de la historia, a mediados de 2021 público “Hernán Cortés, ambicioso, aventurero, valiente y mujeriego”, texto en el que busca desentrañar las motivaciones de uno de los villanos de la historia de México.