El hecho de que Jorge Luis Borges sea un bestseller parece una contradicción: ¿cómo ese autor ultraculto, que cita a poetas escandinavos del siglo XII y escribe cuentos que recorren la mitología china, el Corán y los versos de Dante puede tener una relación con la difusión masiva?
El vínculo es tan innegable como evidente, y es el eje que Lucas Adur, doctor en Letras por la Universidad de Buenos Aires, investigador asistente en el CONICET, eligió para su charla titulada Borges Pop. La actividad se produjo en el marco del Festival Borges, evento online y gratuito, auspiciado por Bajalibros, que a lo largo de esta semana rinde culto y propone discusiones en torno al escritor argentino.
Adur, quien además dirige el grupo de investigación “Escrituras de dios. Borges y las religiones” (en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA), centró su intervención en el vínculo de Borges con la cultura de masas en sus distintas expresiones, como películas, memes y series, con especial hincapié en las historietas, tanto anglosajonas como argentinas.
Borges, una figura popular
“Borges tuvo muchísimo interés en el género policial, el cine y la ciencia ficción, productos que podemos considerar de la cultura de masas, por no hablar de su incansable presencia en los medios de comunicación”, comenzó el investigador, en una introducción que repasó la participación del escritor en medios masivos argentinos, sobre todo su período en el popular diario Crítica, dirigido por Natalio Botana. Además, subrayó que Borges escribió prólogos a clásicos del género como Crónicas Marcianas (de Ray Bradbury) y escribió letras de milongas (como el famoso disco que grabó Piazzolla, donde se musicalizan milongas y tangos de Borges).
A partir de la década del ‘60, empieza lo que Adolfo Bioy Casares llamó “la apoteosis de Borges”: este se volvió uno de los escritores más famosos en Argentina y en el extranjero. “Rostro, voz y réplicas fueron reproducidos por medios de todo el mundo”, señaló Adur, y agregó: “No es solo la obra de Borges, sino él mismo quien se vuelve muy famoso, y esto es importante para quienes lo recrean desde los medios masivos”.
“La relación entre Borges y la cultura de masas es un amor correspondido”, explicó el investigador en una de sus tesis centrales, “porque la cultura de masas también va a interesarse por Borges”, aunque no fue igual en Argentina que en el resto del mundo. Mientras en su país predominaba su figura de escritor (el bastón, la ceguera, las respuestas ingeniosas, el antiperonismo), en Francia, Estados Unidos e Inglaterra circuló más su obra.
En la Argentina, la recepción de Borges estuvo muy atravesada por sus posiciones políticas. “En sus textos, pero sobre todo en sus declaraciones, Borges va a ser muy explícitamente antiperonista, y más adelante, directamente un conservador, va a apoyar dictaduras y gobiernos totalitarios. Esto va a hacer que en Argentina se lo lea desde esa clave”.
Una serie de adaptaciones: el cine, el meme y las series
Pese a la imagen de escritor conservador que cultivó en la Argentina, muy tempranamente el cine empieza a adaptar las obras del autor de El aleph. Adur dio como ejemplo Días de odio, de Leopoldo Torre Nilsson (1954), El hombre de la esquina rosada (1962, René Mugica) y la película de culto de Hugo Santiago, Invasión (1969). “Más adelante, lo que se empieza a adaptar es al propio Borges; no es solo una figura por su obra, sino que es él mismo una figura: el viejito ciego, con voz temblorosa, resulta irresistible para la cultura de masas”.
Un ejemplo muy claro de la inserción del escritor en la cultura masiva es su presencia en los memes. En este sentido, Adur identificó tres tipos de memes. En primer lugar, los que suponen una lectura de su obra: “quienes los hicieron tienen un buen conocimiento de los cuentos, ensayos y poemas de Borges”.
Otra categoría es aquella en que los memes toman elementos del contexto argentino, “incluso el más coyuntural, como el censo, las criptomonedas. Borges parece haberse convertido en una referencia tan clave que puede utilizarse para hablar de cualquier cosa”, destacó Adur. Por último, la tercera categoría consiste en las relecturas borgeanas que hace la propia cultura de masas: “Suponen no solo conocer a Borges, sino a los personajes del meme; es suponer que los lectores de Borges son también consumidores de la cultura de masas”. En este punto dio como ejemplo memes de The Office, Seinfeld y El resplandor.
“Así como Borges reelabora los productos de la cultura de masas, también la cultura de masas reelabora a Borges, porque lo lee de una manera distinta a como se lo lee desde la academia”.
Borges en el comic norteamericano
El corazón de la exposición de Adur fue el modo en que Borges aparece en historietas locales y extranjeras. En primer lugar, señaló la dificultad de adaptar temáticas abstractas a un lenguaje visual. Uno de los ejemplos es el caso de Hugo Pratt, autor del Corto Maltés. “Los cuentos de Borges no tienen grandes escenas dibujables. Tema del traidor y del héroe es una investigación libresca; Pratt convierte la investigación en algo más cercano a una intriga bélica que a una investigación clásica como es el cuento de Borges”. En la obra de Pratt hay explosiones, disparos y elementos que no están en el original, pero que el autor utiliza para generar mayor impacto.
En los ‘80 se produce un salto. “Se constata una renovación del cómic de superhéroes norteamericano, especialmente DC comics, dueña de Batman, la Mujer Maravilla, etc, con la llegada de guionistas británicos que traen ideas nuevas; por ejemplo Sandman”, explicó Adur con una exposición de diapositivas. En esta renovación, la figura central es Alan Moore, que viene acompañado de Neil Gaiman, entre otros. “Ellos traen una serie de referencias y estructuras que hace que los cómics lleguen a pensarse como obras de arte”.
En Sandman (Neil Gaiman), “uno de los personajes más importantes es un ciego encadenado a un libro, y su reino es descrito como un jardín de senderos que se bifurcan”. La cosa del pantano, un cómic dibujado por Rick Veitch, es el primer cómic que reinicia la renovación de DC, y en uno de sus números aparece una reescritura del famoso cuento El Aleph. “La cosa del pantano se va a encontrar con Metron, uno de los héroes de DC, y juntos van a encontrar una visión mística, la cita del Aleph es casi explícita”.
Luego, Adur señaló algunas diferencias de formatos. “El cómic tiene otras posibilidades porque las palabras interactúan con imágenes: además de utilizar la enumeración de Borges en El Aleph, Veitch va agrandando la pila de viñetas, lo que da una sensación de infinitud”.
En los cómics, una tendencia muy fuerte es acentuar los elementos de ciencia ficción, procedimiento inverso al que realizaba el escritor argentino, quien por lo general borraba de sus cuentos toda referencia a la ciencia ficción. Otros cómics mencionados fueron Doom Patrol (1989) y a Grant Morrison en Batman Inc. (2011), entre varios otros.
La historieta argentina
En la Argentina, la primera mención fue de Perramus (una obra de Juan Sasturain y Alberto Breccia, de1985). “Allí, Borges es otro y el mismo: es progresista, gana el Premio Nobel, no es ciego. Sin embargo, pese a ser otro, Borges es reconocible”. Adur indicó que en Argentina el aspecto que más resaltaba del autor era su figura pública y no tanto su obra, a diferencia de lo que sucedía en el extranjero.
También hubo un análisis de Borges, inspector de aves (2017, Lucas Nine). Allí, la premisa es ¿qué habría pasado si Borges se hubiese convertido realmente en inspector de aves? Nine lo convierte en una suerte de detective de la serie negra. “Acá, Borges es decididamente otro, a tal punto que recita Instantes, poema que, como todo lector de Borges sabe, no es de su autoría.
El encuentro finalizó con una ronda de preguntas que abarcó desde las relaciones con otros clásicos, como Joyce y Kafka, hasta los poemas del escritor y su menor aparición en historietas. “Borges sigue vivo porque se sigue produciendo arte a partir de él, y eso es lo que garantiza, como pasa con Shakespeare, Dante, Virginia Woolf, la persistencia de un autor o autora”, culminó Adur.
* El Festival Borges sigue hasta el viernes 12, siempre online. Las charlas son gratuitas pero se requiere inscripción previa en la página del Festival. Su programación completa está disponible en https://www.festivalborges.com.ar/.
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