Hubo un momento en que los libros juveniles se dividían entre los libros sobre magos y los libros sobre vampiros. Allí donde las inspiraciones causaban una necesidad de escritura propia, los adolescentes y jóvenes adultos empezaban a escribir fanfictions (relatos derivados de libros, series televisivas, películas e incluso en bandas de música) inspirados en Harry Potter o Crepúsculo. La plataforma Fanfiction fue una de las pioneras a nivel mundial y con una gran cantidad de usuarios escritores entre el 2004 y 2012. Luego, conocimos Wattpad, otra plataforma en la que no solo se encuentran fanfictions sino también historias originales. Las temáticas de vampiros y jóvenes magos fueron perdiendo un poco el protagonismo y así llegaron tópicos más realistas que van desde enfermedades terminales y embarazos no deseados, hasta relaciones amorosas complicadas y las crecientes historias de romance LGBT+.
Hoy en día es muy común conocer autores que llegan a estar entre los más vendidos a nivel internacional y que vienen de Wattpad, plataforma en la que dan sus primeros pasos. Algunos ejemplos son Anna Todd (autora de la saga After); Alex Mírez (autora de Perfectos mentirosos y Damián) y Flor M. Salvador (autora de Boulevard). Los autores emergentes de la plataforma son cada vez más. Hoy les hablaré de dos libros de escritoras argentinas de literatura juvenil que comenzaron a publicar en plataformas y hoy cuentan con sus libros publicados en papel por Del Fondo Editorial: se trata de Brillante como el mar, de Paulina Maggi, y No me juzgues, de Julieta Vázquez.
“No me juzgues” (2021)
Alex y Samy son mejores amigas desde que tienen uso de razón. Sus personalidades distintas han sido protagonistas de la célebre frase “los opuestos se atraen”. Su amistad ha sido incondicional y pura desde momentos inmemoriales. Es por esta razón que, en el libro escrito por Vázquez, cuando Alex es víctima de un abuso sexual intrafamiliar, Samy se aferra a la joven y la ayuda a seguir adelante, a seguir con los estudio universitarios, a buscar ayuda psicológica y a enfrentrar a su familia.
Acá se nos presentan dos familias disfuncionales: en el caso de Samy, su madre la abandonó muchos años y ella se quedó con su padre, en lo que aparenta ser una relación pseudo-normal; Alex, en cambio, vive con ambos padres pero su relación con ellos no es la mejor. Incluso no le sorprende en lo absoluto a la protagonista que sus padres no le crean cuando les confiesa que fue víctima de abuso. Con el tiempo, la amistad entre ellas se convertirá en un romance que tomará fuerza no solo al momento de enfrentarse a la verdad, sino también cuando se descubre que Alex quedó embarazada de su abusador y decide continuar con ese embarazo y que Samy sea partícipe de la crianza.
Las 384 páginas que componen este libro están repletas de tópicos muy fuertes, manejados con ciertos cuidados y desenlaces rápidos. No es un libro con mucha profundidad en los conflictos y es de lectura ligera. Al ser ágil de leer, es una buena opción para aquellos jóvenes que empiezan a interesarse por la lectura o para quienes se quieren acercar a ficciones que hablen sobre abusos, amistad y familias disfuncionales.
Puede ser un libro polémico por su abordaje de determinados temas pero en ningún momento busca que el lector tome una partida, simplemente esta es la historia de Alex y Sami y hay que tener en cuenta que las jóvenes protagonistas sufren mucho y que detrás de cada acción hay un porqué. También hay que tener en cuenta que se toca brevemente el tema del aborto y que aparecen escenas explícitas de violencia y relatos de abuso. Busca hablar en profundidad sobre el amor, incluso más allá de las relaciones de pareja, y sobre cómo puede salvarnos en los momentos más oscuros.
“No me juzgues nació en 2018. Yo venía de escribir fanfics en Wattpad y escribía para adultos. Me gustaban unas cantantes y escribía sus vidas, novela romántica y todo eso. Y un día dije: ‘quiero dejar de escribir fanfics, quiero dedicarme a la ficción’. Tenía muchísimas ganas de escribir una novela juvenil pero nunca había leído una, es muy curioso porque yo no era muy lectora y me propuse escribirla igual”, dice a Vázquez a Infobae Leamos.
“Empecé a leer grandes cantidades de novelas juveniles y empecé a escribir No me juzgues con la idea de escribir una novela romántica pero que también tocara temas muy fuertes y que hiciera pensar a la gente, que la sacara de su zona de confort y que también tuviera una chispa de romance. Quería que hablara de la amistad, la maternidad, que tocara todos esos temas. Tardé un mes exactamente en escribirla, luego de una planificación muy importante que requería mucha recolección de información. Investigué un montón, planifiqué capítulo por capítulo en un cuadernito y así la terminé. Hoy en día se consumen historias juveniles de romance, enemies to lovers, friends to lovers, eso es lo más buscado en el mercado y también lo que yo busco en lo que es novela romántica”.
“Brillante como el mar” (2022)
Paulina Maggi es también miembro del ámbito editorial, es diseñadora y maquetadora de libros. Publicó varios títulos, entre los cuales destacan Destino imperfecto (2018) y Un ángel vestido de escarlata (2019). Su novela Sueño de gloria fue finalista en los premios Wattys de Wattpad en el año 2021. Este año, junto a Del Fondo Editorial, publicó Brillante como el mar. Se trata de una historia que no solo divide a la protagonista entre Buenos Aires y Gold Coast, Australia, sino también a los lectores.
Muriel es una joven de diecisiete años que solo piensa en vivir las típicas aventuras de una adolescente porteña: disfrutar del secundario con sus amigas, estar de novia y esperar con ansias su viaje a Bariloche. Los abuelos de Muriel son un poco difíciles, pero su madre lo es todo para ella, al igual que su tía materna. En cambio, su relación con su padre es prácticamente nula, solo sabe que él vive en Australia. Sin embargo, el destino de Muriel va a cambiar drásticamente en pocos meses a raíz del descubrimiento de la enfermedad terminal de su madre.
A raíz del fallecimiento de ella, Muriel debe dejar Buenos Aires sin terminar su quinto año del secundario y mudarse a Australia con su padre. Por más que la protagonista y sus abuelos se rehúsan a aceptar esta opción, la madre de la joven dejó todos los asuntos listos para que la joven viaje. Con mucho dolor y con la promesa de volver, Muriel atraviesa el mundo para encontrarse con una nueva forma de vivir.
Brillante como el mar es una historia de autodescubrimiento. Muy poco aprendemos de la cultura australiana, más bien el lector va sintiendo cómo la cultura argentina se adapta y realiza pequeñas transformaciones en cualquier parte del mundo a donde vaya un argentino. Lo cierto es que el enojo de Muriel dura muy poco, enseguida comienza a conocer a su padre, Billy, y la convivencia con él es muy fácil.
Billy ha sido un gran surfista y ahora tiene a su cargo una escuela donde prepara a las futuras generaciones que triunfarán en esa misma disciplina. Allí Muriel conocerá a Beth (a quien odiará) y a Johnny (a quien amará). La joven protagonista no solo tendrá que aprender a vivir con un padre que no conoció la mayor parte de su vida, sino que además deberá terminar sus estudios rodeada de personas nuevas y en un ámbito distinto. Pronto Muriel hará amigos, tendrá que apoyarlos en temas vinculados a discapacidades, problemas alimenticios y padres adicción a las drogas, pero a pesar de que la tormenta asoma, la protagonista de la historia demostrará su templanza y fuerza para surfear todas las olas y ser el apoyo que necesitan todos en Gold Coast.
En relación a los autores y lectores juveniles, Julieta Vazquez nos dice: “Creo que hoy en día hay muchos lectores, no solo juveniles sino también más adultos, que disfrutan de los autores argentinos y les están dando una oportunidad. Quizás no tantas como se debería. También lo que yo veo es que hay una tendencia muy grande a leer autores de Tik Tok o Bookstagramers, personas que son influencers. Así como pasó con Todas nuestras noches (de Maximiliano Pizzicotti) o con Victoria Resco (autora de Reino de papel). Siento que hoy en día están surgiendo muchas voces juveniles, cada vez hay más. Adolescentes, jóvenes, que quieren publicar sus libros y creo que hay muchos con muchísimo talento”.
“Me gustaría que se le diera un espacio mucho más grande en la literatura juvenil al autor argentino. Uno como lector debería decir, por ejemplo, ‘a mi me gusta leer fantasía, bueno, voy a leer tres autores internacionales y un autor nacional, darle una oportunidad, al menos una por mes o por año, no sé cuánto lee cada uno, pero darle una oportunidad al autor nacional que la está luchando y lo pone todo para tener su oportunidad, el apoyo es importante. Yo, desde mi lugar, apoyo mucho la literatura independiente, siempre que tengo tiempo leo autores independientes”, suma Vázquez.
Brillante como el mar y No me juzgues difieren mucho entre sí. Animarse a leer a estas autoras emergentes es animarse a darle una oportunidad a esas voces nuevas que apuestan por tópicos realistas de los cuales cada vez se habla más y los jóvenes eligen para leer. Ambas escritoras están trabajando en sus futuras novelas y va a ser muy interesante seguir sus crecimientos. Son dos referentes de ese fenómeno en el que los autores nacen en una plataforma online y, un tiempo después, sus nombres asoman en las vidrieras de las librerías.
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