“Tengo una vaca lechera/ no es una vaca cualquiera/ Me da leche merengada/ Ay que vaca tan salada/ tolón tolón/ tolón tolón”.
Si usted, lector, reconoce esta letra de la canción escrita por el español Fernando García Morcillo y popularizada en la Argentina por la “orquesta característica” del acordeonista Feliciano Brunelli, apuesto, sin riesgo de perder, a que su DNI tiene solamente siete cifras y algunos formularios en Internet no lo reconocen si no agrega antes un 0.
Esta evocación viene a cuento del título del primer libro que trataré de poner en evidencia hoy, la novela Leche merengada, de una autora que creo tendré el gusto de presentarles. Si hubiera un emoji en el teclado que representara a una fanfarria, esa con la que presentan a las estrellas en algunos programas de televisión algo berretas, lo usaría a pesar de que odio los emojis: Paula Tomassoni, de quien seguramente oirán mucho dentro de un tiempo.
No sé cómo llegó a mí esta estupenda novela, publicada en 2015 por la pequeña editorial de La Plata que tiene el improbable nombre de Estructura Mental a las Estrellas, apocopado como EME. No es una editorial amateur, sino bien profesional, y en su catálogo incluye un formidable libro de Clara Obligado, Una casa lejos de casa, aparecido en 2020, un ensayo sobre la doble pertenencia y los conflictos que genera el exilio.
A partir del protagonismo del calor en unos días de diciembre previos a “las Fiestas”, un cordero que la familia destina a la cena de Nochebuena debe abandonar el freezer de la casa de una de las tías, que sufre un corte de electricidad, para iniciar un peregrinaje tragicómico en el pequeño auto de la protagonista, que no contaremos pero que incluye un procedimiento policial. A partir de ese hecho, que obliga a cambiar el menú porque el pobre animal queda totalmente fuera de servicio, los debates acerca de cómo sustituirlo van poniendo en evidencia las perversidades de las relaciones familiares.
Que una primera novela esté contada con tal destreza, que se lea de corrido, interrumpiendo solamente pare reírse con ganas, suena a milagro. La autora, nacida en La Plata, daba hasta el momento de aparición del libro clases de Literatura en escuelas secundarias y cursos de nivel terciario. Y me despertó el apetito por seguir leyéndola, lo que me llevó a otra pequeña y hermosa Editorial, Modesto Rimba, que en 2015 publicó un libro de cuentos de Tomassoni: Pez y otros relatos.
“Recuerdo perfectamente algunos de los cuentos, impregnados de un humor sutil”
Un prólogo o un texto de contratapa o solapa firmados son lo más parecido a un aval o un endoso: el/la firmante garantiza, hasta cierto punto, los valores del libro que los incluye. En Leche merengada, es Selva Almada la avalista: dice que en esta primera novela la autora escribe “sin tropezar ni perder el pulso, con una acidez y una frescura que nos abanica en el sopor de ese verano incipiente, donde todo se pudre”.
En el libro de cuentos el prologuista es Jorge Consiglio, excelente narrador: “Lo que logra Tomassoni, con pulso extraordinario, es enhebrar sus relatos en una maquinaria de significación constante. Sus textos son cintas de Moebius”. Y si un síntoma del valor de una obra es su perdurabilidad en la memoria del lector, confieso que, varios años después de haberlo leído, recuerdo perfectamente algunos de los cuentos, impregnados de un humor sutil, instalados en los avatares de la vida cotidiana. Ejemplo único: una pareja hace amplia compra de supermercado acompañada de su hijito. Al llegar a la caja, la tarjeta del padre es rechazada…
Como decían los vendedores ambulantes en los subtes y ómnibus “Y, por el mismo precio, seguimos entregando…”: no hay dos sin tres. Indeleble, la segunda novela de Paula, editada en 2018 también por EME, es memorable. Comienza con un suicidio, y dar este dato no devela nada porque de esa punta del hilo se va desenredando un ovillo cuyo núcleo está en la desesperante crisis vivida en la Argentina entre fines de 2001 y comienzos de 2002, que arruinó para siempre la vida de muchas familias. Pienso que el caso específico que relata es el mejor cuadro de esa desoladora época, en la que todos los que la vivimos parecíamos haber perdido toda esperanza.
Si conseguí abrirles el apetito con lo que antecede, prepárense para degustar lo que sigue. Este año Ediciones Corregidor publicará la tercera novela de Tomassoni, Enlutada, que tuve el privilegio de leer antes de su edición. No busquen alusiones fúnebres en ese título: la cacatúa enlutada es el ave más cara del mundo, según el sabihondo Google, y la novela cuenta magistralmente las peripecias del protagonista que deviene propietario de un ejemplar.
Estén alertas.
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