Corría el año de 1962 y la primera edición de ‘La Violencia en Colombia: Estudio de un proceso social’ veía la luz con 1.000 ejemplares y 394 ejemplares, una misión asumida en ese entonces por por Ediciones Tercer Mundo representando un acontecimiento político sin precedentes, tal cual era la expectativa que el gobierno del conservador Guillermo León Valencia se dispuso para sacar tanques de guerra a la Plaza de Bolívar, punto estratégico del centro histórico de Bogotá, por temor a un levantamiento, así lo comentó la periodista Costanza Vieira al diario digital publico.es.
La publicación del Informe Final de la Comisión de la Verdad representa, hoy en día, para el marco de la reparación de víctimas del conflicto armado en Colombia mucho más que un “boom mediático” es un tema de vital importancia para quienes han seguido de cerca el desarrollo de un proceso de paz que avanza a paso lento tras los desacuerdos surgidos de un amplio proceso de negociación con los grupos armados y el gobierno nacional, que cuentan con un cubrimiento en tiempo real en el que desde cualquier lugar del mundo se puede seguir cada progreso. No es casual que esta ocasión haya estado marcada por las redes sociales, portales de internet, retransmisión en canales de televisión estatal, así como en muchas pantallas gigantes en numerosas ciudades y poblaciones del territorio colombiano, emisoras comunitarias y del Ejército con la presencia del presidente electo Gustavo Petro y la brillante y usual ausencia del presidente saliente Iván Duque.
Un suceso de esta magnitud comprende un paso en la reivindicación de los procesos paralelos a la construcción de memoria entorno al conflicto armado en Colombia que ha puesto la mirada de la comunidad internacional en un proceso de paz comparado con otros en el mundo como es el caso de Uganda, y que incluso sirvió de ejemplo para la investigación alrededor de las violencias, sus procesos de negociación y firma de cese a la agresión. Sin embargo, no es la primera vez que Colombia presencia un testimonio vivo, de estas magnitudes e impacto.
La expectativa causada en ese entonces por ‘La Violencia en Colombia: estudio de un proceso social’ escrito por Monseñor Germán Guzmán, Orlando Fals Borda y Eduardo Umaña Luna no fue poco, se dice que cuando se llevó a cabo la circulación de la segunda edición del libro, en septiembre de 1962, el gobierno conservador de Guillermo León Valencia llegó al punto de sacar tanques de guerra a la Plaza de Bolívar, como medida preventiva ante lo consignado en este texto.
En una página llamada “PRO Y CONTRA DE ESTE LIBRO” incluída en en antiguo ejemplar del libro en su segunda edición de 1962 se evidencian variadas opiniones de reconocidos personajes de la política, el periodismo y la intelectualidad vigente en la década de los sesenta tales como el de Álvaro Gómez Hurtado, político, abogado, diplomático, catedrático, escritor y pensador colombiano “es un relato mañoso y acomodaticio, respaldado por unos documentos secretos”, los motivos por los que Gómez califica este texto así aún son inciertos, sin embargo se comenta que estaban orientados a sus ideas conservadoras y a la falta de reconocimiento de la responsabilidad de los partidos políticos en la consolidación de lo que hoy conocemos como el conflicto armado. Sin embargo, otros como el profesor Theodore Caplow, sociólogo de la Universidad de Columbia en Nueva York “el libro sobre la violencia es un acto extraordinario de valentía sociológica, por lo cual los autores merecen mi respetuosa admiración”; “el libro no parte de una división entre buenos y malos. en este libro hay un acusado: la sociedad colombiana.”, comentó Fabio Lozano Simonelli para el diario El Espectador.
Tras el periodo de violencia comprendido entre 1949 y 1957, en 1958, al terminar la guerra civil de 12 años por cuenta del enfrentamiento bipartidista Liberal - Conservador, determinado en gran parte por el asesinato del caudillo jorge Eliecer Gaitán y El Bogotazo que sucedió en consecuencia, se entrama un periodo llamado “La Violencia” hasta la creación del Frente Nacional con una dinámica de repartición del poder entre ambos partidos y una junta militar a la que se le encargó transitoriamente el poder creó la “Comisión Nacional Investigadora de las causas y situaciones presentes de la violencia en el territorio nacional” poniendo en manos de tres destacados intelectuales la investigación: el sacerdote e investigador, Germán Guzmán Campos, a quien se le atribuye el liderazgo de esta producción, acompañado del sociólogo Orlando Fals Borda, quien además fundó en 1959 de la primera Facultad de Sociología en la Universidad Nacional de Colombia (primera de su clase en Latinoamérica) de la cual fue decano también; junto con Eduardo Umaña Luna, jurista de renombre y también fundador de Sociología de la Nacional.
Inicialmente, en julio y agosto de 1962, el libro recibió comentarios ponderados y expectantes. Los miembros de los partidos acordaron aceptar en un principio la responsabilidad conjunta y les gustaba que el libro sostuviera que toda la sociedad colombiana había tenido la culpa de la guerra civil. “En mayo de 1964 se publicó el tomo dos de esta obra, con una seguidilla de comentarios alarmistas, impresionados e incendiarios para desvirtuar en muchos sentidos los hechos relatados ahí” comenta Camila Amaya, historiadora especializada en conflicto armado.
‘La Violencia en Colombia: Estudio de un proceso social’ fue considerado por sus contemporáneos como “La biblia del análisis de la violencia en Colombia”, sin embargo sus autores no fueron considerados precisamente como salvadores, sino más bien señalados como rufianes, degradados en sus círculos y señalados como “sectarios” o “renegados”, lo cierto es que mientras la segunda edición se encontraba en proceso se comentaba que el gobierno colombiano había prohibido el libro. “Era un libro peligroso para su época, era riguroso en su investigación y pertinente en la recopilación de los hechos, fue revelador, presentaba las responsabilidades de diferentes sectores en los actos de violencia que marcaron la historia colombiana hasta esos días y eso no era nada conveniente”, agregó Amaya.
El ejemplar del texto solo llegó en principio a manos de miembros de la comunidad académica, especialmente de la Universidad Nacional de Colombia, personajes de la clase dirigente de ese tiempo y quien, por azar de la vida, pudiera lograr leerlo en medio de , pero el interés era tal, que quienes tenían un ejemplar tuvieron que establecer turnos de lectura entre sus amigos y familiares. Mientras aparecía la segunda edición en septiembre, circularon rumores infundados de que el Gobierno había prohibido el libro.
Es mucho lo que puede contarse sobre un libro a todas luces pionero en la literatura y la investigación colombiana, sin duda merecedor de cuantas lecturas sea posible ya que configura parte del testimonio de la memoria del paso de la violencia y el afianzamiento del conflicto en Colombia para lectores especializados, interesados en comprender mejor el contexto del Informe de la Comisión de la Verdad y dimensionar el impacto de estos hechos sobre la historia de un país que está a punto de iniciar un nuevo capítulo con el primer gobierno popular.
Este libro está disponible en formato ebook y también en algunas bibliotecas especializadas en sus ediciones originales y otras renovadas en sus diferentes tomos.
Ficha
Título: ‘La Violencia en Colombia: Estudio de un proceso social’
Autores: Monseñor Germán Guzmán Campos, Orlando Fals Borda, Eduardo Umaña Luna
Editorial: Reimpresión Ediciones LAVP
Año: 1962 / 2019
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