Johanna Louise Heusser, mejor conocida como Johanna Spyri, fue una escritora suiza de cuentos infantiles, reconocida especialmente por haberle dejado al mundo la historia de una pequeña niña que se convirtió en orgullo de la cultura suiza: Heidi.
“Desde la risueña y antigua ciudad de Maienfeld parte un sendero que, entre verdes campos y tupidos bosques, llega hasta el pie de los Alpes majestuosos, que dominan aquella parte del valle. Desde allí, el sendero empieza a subir hasta la cima de las montañas a través de prados de pastos y olorosas hierbas que abundan en tan elevadas tierras”.
Así inicia el cuento de Heidi, en un textos que, además, aseguran los suizos es una maravillosa descripción del país.
La creadora de la niña de las montañas nació en una familia conformado por el doctor Johann Heusser y la poetisa Meta Sebweizer. Fue una niña sensible que manifestó desde pequeña gusto por la música, la naturaleza y los campos alpinos, que posteriormente significarían una gran inspiración para Johanna.
Era tanta la timidez de la pequeña Johanna que en la escuela su maestro pensaba que era holgazana, por eso la humillaba siempre en clase. Los padres se enteraron de lo ocurrido y optaron por cambiarla de escuela, a una que era dirigida por el pastor de la parroquia.
Al cumplir 14 años, la enviaron a Zúrich para que continuara con sus estudios de idiomas contemporáneos y piano, su instrumento el favorito. Allí, mientras caminaba por la calle con su amiga Netti Fries escucharon un arpa y decidieron juntar sus ahorros para comprarla.
Johanna se desempeñó como maestra de sus dos hermanas pequeñas durante siete años; esto ayudó a desarrollarse como escritora que aprovechaba los momentos libres para leer lo que caía en sus manos. En las vacaciones visitó la región de Coira, que se convertiría en el escenario del cuento de Heidi, en especial Maienfeld.
En 1852 el destinó de la escritora cambió por completo, conoció a quien sería su esposo, gracias a su hermano. Bernard Spyri había estudiado derecho y era editor, pero cuando conoció a Johanna se enamoraron y se casaron.
Sin embargo, el cambio a la ciudad y la falta de actividades le generaron una depresión muy grande. Su espíritu decayó tanto que enfermó, período que plasmaría después en la historia de Heidi, cuando la niña debe dejar Suiza para vivir en Fráncfort, afección que logró superar cuando nació su hijo Bernhard.
En 1871 publicó su primer libro, titulado “Una hoja en la tumba de Vrony”, que firmó con las iniciales J. S., lo que se convirtió en el inicio de su carrera como autora de cuentos infantiles. Johanna quería brindarle distracción a su hijo mientras se desarrollaba la guerra franco-prusiana en Europa.
Creó sus cuentos a partir de sus propios recuerdos infantiles, de allí nació Heidi, la niña que queda huérfana y se va a vivir a casa de su abuelo, el viejo de los Alpes, que publicó en 1880.
En cinco años Johanna logró escribir veinte libros, pero en 1884 fue un año que la marcaría para siempre, ya que falleció su primer hijo a causa de una enfermedad y después su esposo hasta quedarse sola en la vida. Quedó viuda a los 57 años.
Después de mudarse entre 1886 a 1901 escribió un total de cuarenta y ocho cuentos hasta que dejó de escribir ya que había sentido un gran agotamiento. Sin embargo, sus cuentos empezaron a tener mucha popularidad, aunque Johanna evitaba el contacto con las personas, es más lo evitaba ya que ella misma prefería “no exponer los aspectos más íntimos y profundos de su alma ante los ojos humanos”.
El 7 de julio de 1901 falleció en Zúrich y otros libros populares de la autora fueron: Grittli, Jörli, La pequeña salvaje, El lago de los ensueños, Luisita, Sin patria, Sina y Perdido y encontrado.
Heidi fue traducida a más de 40 lenguas, vendió más de 20 millones de ejemplares y tuvo 15 adaptaciones cinematográficas como series de televisión, dibujos animados, tiras de dibujos, entre otros.
En Hirzel realizaron el Museo Johanna Spyri donde colocaron una pequeña exposición de la autora con escritos originales y ejemplos de la correspondencia que tenía.
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