“Es mucho más importante ser parte de una obra de arte que de una sociedad, porque las obras de arte están hechas de sueños y los sueños no tienen copyright”, escribió en uno de sus cuentos Cecilia Pavón, una escritora argentina que pertenece a ese grupo tan especial de artistas de la palabra que, a pesar de zambullirse en diversos géneros y formatos, son conocidos, ante todo, como poetas.
Pavón es una de las voces fundamentales de la generación poética de los 90 en Argentina. En 1999, anticipándose a los cambios que vendrían con el nuevo siglo y la era digital, fundó junto a Fernanda Laguna la editorial, galería y regalería Belleza y Felicidad, un efervescente caldo de cultivo de la “nueva poesía argentina”. Así, estas dos escritoras, junto a la burbujeante juventud de ese entonces, ayudaron a redefinir, o más bien difuminar, los límites de un género que, como todo aquello que de tan sagrado es intocable, corría el riesgo de volverse vetusto.
Desde entonces, Pavón no solo ha contribuido con su obra a la insaciable necesidad de frescura en la poesía, sino que, con los talleres que dicta en Buenos Aires hace años, siempre ha sabido mantenerse en contacto con la juventud y su potencia poética. Ritual de amor, una antología compilada por Pavón que reúne poetas sub 26 de Argentina, México, Chile y España que participaron de sus talleres, ilumina nuevos devenires de este cuerpo geométrico en constante cambio que es la poesía, uno que de tantas caras -y tanta luz- podría confundirse con una inmensa bola de espejos.
Ritual de amor, editado por Alfaguara, es de todo menos solemne. En sus páginas hay niñas que son perros y gays que se sienten palomas; naves espaciales, drogas y discotecas; obsesiones con Charly García o Julieta Venegas, y hasta un poema reciclado de una letra de Duki. Los 14 poetas que participan sirven como puerta de entrada a un mundo en el que la poesía, lejos de cualquier pedestal, también puede ser divertida, moderna y relajada. Tonta incluso, por qué no. Como sugiere, sin miedo a los errores, una nube que habla en el poema “apreciando un paisaje” de Mia Superstar: “Mandale liquid paper a la bida / inventar es hermoso”.
Ritual de amor cuenta con la participación de Abril Ramos Xochiteotzin, Camila Coppola, Catalina Guebel, Fausto Castoldi, Julia Bozzalla, Lucía Mandarina, Marcela Astudillo, María Muchut, Mia Superstar, Natalia Gómez, Nina Suárez, Perla Zuñiga, Rita Chiabo y Valentín Etchegaray.
Cinco poemas de “Ritual de amor”, compilado por Cecilia Pavón
“Estoy viviendo bajo la luz homosexual”, de Valentín Etchegaray
estoy viviendo bajo la luz homosexual
una luz que toma cualquier forma
y que me ilumina a mí
y a las cosas que veo
me sigue como una nube
e incluso a veces me llueve encima
algunos casos puntuales que recuerdo de ella son
el sol que baña el 71 los lunes a la 8 de la mañana
las balizas del patrullero estacionado en la comisaría
el reflector que iluminó a Amanda Miguel
cantando “Así no te amará jamás” en 1981
en las fiestas
si buscás bien entre las luces de colores
hay un color que es el homosexual
y que brilla sobre todos intermitentemente
quizás me toque ser homosexual intermitentemente
pero voy al baño y la luz del baño también es homosexual
si pudiera salir de ella seguro me enamoraría
de la primera chica que me cruzara
y dejaría de ver la luz como tal
para empezar a verla como cualquier otro fenómeno natural
en la pileta veo que hay chicos que brillan más que otros
creo poder reconocer a los iluminados
no solo se trata del bronceado
hay algo en la postura y en la expresión de la cara
Dios escoge a algunos
para que vivamos cosas distintas de los otros
nadamos una hora y media con los chicos
y ahora volvemos en el colectivo
hace un día radiante, seco y abrasador
pero por suerte nosotros tenemos el pelo mojado
nuestra piel brilla como la de los vampiros al sol
Dios escogió esto para mí.
“Abuelo del espacio”, de Nina Suárez
Reconozco estos botones pero no sus fines
Hay de color tierra, pastel y otros invisibles
Los presiono a la vez pero ninguno sirve
La nave despega igual aunque no se lo indique
Entonces los comandos están de decoración
Y no estoy al mando
Yo soy la embarcación
Vi la pequeña rebelión
Conocí la intersección
Cuando todavía no habían terminado la estación
Sí ahí
Jugábamos a la pelota mutante
Ahí
Me caí de mi primer triciclo flotante
Trabajé
Repuse las piezas faltantes
Y ahora solo quiero contarle a alguien
Que yo vi el cañón aplastado por el gigante que todo lo pisa
Tuve un amor electrónico con la nave nodriza
Me atrapó cayendo de aquella cornisa
Todavía la extraño cuando aterriza
Me voy con ella
Qué cambia si floto acá o en las estrellas
Hasta mis rimas les aburren, ¿ya no son tan bellas?
Me apago en su falta de brazos
Mientras veo el cielo infinito
Cómo destella
Una vista más
El hotel intergaláctico donde fui mozo
Donde pensé que había un agujero negro y era un pozo
Cada copa que nos tomamos yo y el Coso
Las carreras a la cuarta luna
Los ojos rojos
Cuando quedé cojo
Me dieron el bastón de madera
Que se convertía en teléfono
Espada
Y heladera
La vez que me rodeé de cosas verdaderas
Es tiempo de encontrarlas en la última frontera.
“pedestal perfecto”, de Mia Superstar
un picador es el pedestal perfecto para un alfajor
la tierra es el pedestal perfecto para el espacio exterior
un container es el pedestal perfecto para aquel jarrón
aquella jabonera es el pedestal perfecto para secar una flor
este ténder es el pedestal perfecto para tu pintura sin embastar
este fuego T-Pren-D es el pedestal perfecto para un minijaguar
aquella estufa es el pedestal perfecto para tu pan leudar
este piercing es el pedestal perfecto para una infección muscular
el borde de la ventana es el pedestal perfecto para germinar cosas
esa cama elástica es el pedestal perfecto para un frasco de alcaparras (gigante)
aquel balde dado vuelta es el pedestal perfecto para otro balde
creo que tu mano es el pedestal perfecto para mi mano
y este poema es el pedestal perfecto para decirte cuánto te ano
“La preciosa”, de Catalina Guebel
Al comenzar la puericia
fui abandonando mi actitud animal.
De niña era más perro
asustada por los estruendos
corría dando alaridos
ovillada en las esquinas me lamentaba
y los fuegos brillantes de color fantasía
resonaban en los muros de la casa.
La familia brindaba y recibía el año
prometedor, nuevo, fulgurante
yo,
la perro,
lloraba hasta la sordera.
Continué siendo frágil,
pero con el tiempo
intercambié mi cuero afelpado
recobré lentamente la escucha
y percibí un murmullo que decía:
“Hacé del miedo algo grande”.
Entonces destruí las sartas
junté sus virutas
para hacerme piedra
“(Poema escrito íntegramente reciclando palabras de la letra de ‘Goteo’, de Duki:)”, de Fausto Castoldi
lento, la luna me va a atrapar de nuevo.
de nuevo:
meva, trapar, a, luna, la, lento,
humo y cadenas de nuevo:
me va a atrapar.
my life bad life.
lento la lu me
my life short life, mujer.
de nuevo nuevo la la.
muerte, humo y cadenas
lento la luna me va a
trap ar
trans piro
humo muerte y cadenas.
no creo lo que veo que
no veo, estoy ciego estoy
de nuevo:
lento,
la luna me va a atrapar.
Quién es Cecilia Pavón
♦ Nació en Mendoza, Argentina, en 1973.
♦ Es escritora, traductora y tallerista.
♦ Escribió los libros Los sueños no tienen copyright, Pequeño recuento sobre mis faltas, Un hotel con mi nombre y Once Sur, entre otros.
♦ En 1999 fundó junto con Fernanda Laguna la editorial, galería y regalería Belleza y Felicidad.
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