Son más de 200 los testimonios de diversas fuentes sobre el exlíder de Wham! a cargo del periodista neoyorquino James Gavin dejan al descubierto la vida tras bambalinas de unas de las estrellas del pop anglo revelando a un hombre dueño del escenario, las miradas, la admiración, pero invadido por la soledad y las adicciones cuya vida fue apagándose lentamente hasta morir.
George Michael, cumpliría 59 años en realidad despreciaba su vida de artista famoso, mantenía una actitud básica en sus entrevistas, sin darse mayor importancia mantenía una lucha recia en contra de sus demonios mientras avanzaba en la consolidación de su carrera con tan solo cuatro discos de estudio grabados como en 30 años de trayectoria dejando un legado que trascendería los años hasta convertirse en un fuerte referente de la música mundial representando en muchos sentidos la diversidad sexual y el espíritu explícito en una cultura artística invadida de polémicas que abrían paso a las “salidas de clóset” de sus contemporáneos.
La más que evidente fascinación sobre el cantante de Faith rompió las barreras del tiempo, muestra de eso es el documental y libro sobre su vida que ven la luz en esta temporada presentando la esencia del artista desde puntos de vista inesperados, documentados y contextualizados interesantemente para ilustrar esta generación sobre un artista no solo controvevrsial, sino completamente revolucionario, explosivo en su propuesta musical, pero con una historia secreta con mucho que enseñar.
George Michael: Freedom Uncut, un documental narrado en primera persona, en el que el propio artista trabajó junto a David Austin, su colaborador de toda la vida, narrando el avance de su carrera artística hasta 2016, año de su fallecimiento por suicidio. Por su parte ‘George Michael: A Life’ se trata de una biografía del periodista James Gavin que revela al detalle las sombras y la oscuridad de este artista en una perspectiva que supera el espectáculo, sus adicciones entre las que se destacan la que tenía con el GHB o éxtasis líquido, sus problemas alimenticios, la relación con su equipo de trabajo, sus problemas de salud mental y su relación con el sexo que se caracterizaba por ser de dependencia.
Según la narrativa del libro, el artista después de luchar maniobrando con su carrera y vida personal, fue decayendo durante sus últimos años en la perdición que las drogas, promiscuidad y episodios relacionados con la prostitución que gradualmente fueron alejándolo de sus seres queridos y red de apoyo, como por ejemplo, su compañero del grupo Wham! Andrew Ridgeley.
James Gavin, autor de este libro se entregó a la tarea de contactar a más de dos centenas de personajes vinculados con el artista que brindan el contexto necesario para retratar, no a la estrella de pop, sino al hombre lleno de luchas internas, que lo convertían en un ser con emociones frágiles, lleno de inseguridad y debates internos, defendiendo una hipótesis que asegura que Michael no habría muerto de problemas cardiacos como asegura la versión oficial sino de una sobredosis propiciada por el dueño una de las mejores voces del pop desde la década de los ochenta, lo cual configuraría son lugar a dudas un suicidio.
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