En un mundo donde se cree que todo ya ha sido inventado, es curioso cuando nos encontramos con algunas piezas que nos dan otra perspectiva del tablero. Puntualmente, en el mundo de la literatura juvenil, aproximadamente hace un poco más de una década atrás se fue desarrollando el fenómeno de los retellings. ¿Qué es un retelling? Es la readaptación de una historia para crear una nueva desde una perspectiva distinta. Se reescribe una obra haciendo modificaciones pero sin olvidar la historia original. Las diferencias pueden estar en los personajes: son los mismos que en la narración principal pero se comportan de manera distinta; o la diferencia puede estar en la historia per se: los personajes son los mismos, pero la trama tiene un giro argumental que incluso puede desembocar en un final alternativo.
Hoy en día encontramos muchos retellings dentro de la categoría de la literatura juvenil, como por ejemplo, en la saga Las crónicas lunares (VR Editoras) de Marissa Meyer. La autora adoptó varias princesas provenientes de cuentos clásicos y les dio una versión distópica y futurista. Cinder (el primer libro) es una adaptación de Cenicienta; su continuación, Scarlet, es una adaptación de Caperucita roja; Cress, el tercero, reversiona a Rapunzel; y por último, la saga finaliza con Winter, donde la protagonista es nada más ni nada menos que una versión distinta de Blancanieves.
El fenómeno de estas adaptaciones de historias clásicas ha crecido mucho a lo largo de los años. Los autores no solo se han animado a explorar otros géneros literarios para reversionar, sino que también han experimentado su proceso creativo mediante personajes mitológicos e incluso con personajes históricos. Entre los últimos éxitos juveniles de retellings tenemos Circe (Alianza) y La canción de Aquiles (Suma de letras), ambos escritos por Madeline Miller; Ariadna de Jennifer Saint (Umbriel), que tendrá su continuación próximamente con Elektra, donde los lectores podrán ver la versión de la autora de la Guerra de Troya teniendo como protagonistas a Cassandra, Clitemnestra y Elektra.
Kiersten White, autora de Hija de las tinieblas (VYR Editoras), tomó la historia del rey Arturo y escribió una trilogía fantástica sobre él, Camelot, y el mago Merlín, pero aquí el protagonismo no está relegado a los personajes masculinos, sino que la historia está centrada en la princesa Ginebra. El engaño de la princesa fue publicado por el sello editorial Puck en 2020 y próximamente saldrá su segunda parte bajo el nombre de La traición de Camelot.
Hace poco llegó al mercado de literatura juvenil en español un retelling que viene de la mano del sello editorial VRYA. Perdidos en Nunca Jamás es una nueva adaptación a la historia clásica de Peter Pan. Cinco años atrás Wendy desapareció junto a sus dos hermanos menores en el bosque. Ella volvió. Ellos, no. Es por esta razón que cuando, años después, varios niños comienzan a desaparecer en la pequeña ciudad costera de Astoria, la policía vuelve a interrogar a Wendy en busca de cualquier pista que pueda ser útil para encontrar a los niños desaparecidos y entender si estos nuevos hechos están relacionados con la misteriosa desaparición de John y Michael.
En esta versión de la historia narrada por el estadounidense Aiden Thomas, Wendy está cumpliendo dieciocho años y es ayudante de enfermería en su tiempo libre. Sueña con irse a la universidad junto a su mejor amiga Jordan y hace todo lo posible para seguir adelante, para no ser un problema para su padre y su madre, ya que entiende que el dolor de ellos es mucho más grande que el de ella. La culpa por la desaparición de sus hermanos la come por dentro. La joven protagonista recuerda que los tres ingresaron al bosque pero no puede recordar qué sucedió allí dentro. Su mente está totalmente en blanco. Su refugio mental inconsciente son los dibujos que realiza de Peter Pan, aquel famoso personaje infantil del cual le narraba historias a sus hermanos menores antes de dormir. Wendy no sabe por qué está pensando tanto en Peter Pan últimamente, incluso la persigue en sueños. Hasta que en el día de su cumpleaños, la joven casi atropella a un niño inconsciente que yace en medio de la carretera. Ese niño dice ser Peter Pan.
Temerosa de aceptar la increíble realidad que se le presenta ante sus ojos, este niño no solo se presenta como el personaje de sus historias, sino que además dice saber qué pasó con los niños desaparecidos e incluso con los hermanos de Wendy. Aquí comenzará una historia llena de dolor, mayormente compuesta de tintes realistas pero con una pequeña combinación de magia para no perder los hilos conductores de la historia original. Aiden Thomas (autor) nos presenta a una Wendy que tiene que vivir con un padre que oculta su dolor en el alcohol y una madre que lo hace mediante el trabajo. No hay suficiente espacio para comprender el dolor de Wendy. La pequeña familia está sumergida en un limbo de desesperanza ante la eterna espera de una respuesta y el dolor de aceptar lo inevitable.
Jordan, la mejor y prácticamente única amiga que tiene Wendy, es el personaje que da algunos pequeños guiños de felicidad a la historia. Cuando está junto a ella, la protagonista vuelve a ser una adolescente y juntas se permiten soñar con el futuro y hablar de cosas típicas de su edad. Sin embargo, el comportamiento de Wendy cambiará rotundamente cuando Peter llegue a la ciudad. La policía cree que él puede ser una víctima de aquella persona que está secuestrando niños, pero el niño se escapa y oculta, solo apareciendo ante Wendy para que juntos puedan atrapar al verdadero culpable de la desaparición. Esta tarea no será sencilla, la credibilidad de Peter se pondrá en juego y esto desembocará en una actitud compleja que tomará Wendy: huirá de su hogar, no cumplirá con las órdenes de sus padres, se pondrá en peligro e incluso se peleará con Jordan. Pero ella está convencida de que todo tiene un fin que vale la pena: salvar a los niños perdidos y comprender lo que pasó hace cinco años atrás.
Perdidos en Nunca Jamás es una historia que marca el fin de la inocencia y la comprensión de la realidad, por más dura que sea. Nos narra el viaje de Wendy y sus hermanos a Nunca Jamás y lo que implica la visita a ese mundo. En este libro se habla sobre la pérdida de la niñez a través de un trágico suceso, del dolor, la muerte y de esos conceptos que tienen un sentido cuando somos niños y toman otro cuando somos más grandes. En lo personal encontré la historia muy bien narrada, con facilidad de lectura. Es un libro ágil de leer. No es para niños, sí para jóvenes lectores mayores de 13 años.
Volviendo al concepto de retelling, estas versiones de Peter Pan y Wendy son ideales para aquellos lectores que están iniciando con más fervor su etapa adolescente y quieren dejar atrás sus lecturas de niños. Y también para aquellos que no nos olvidamos de las historias clásicas con las que crecimos. Nosotros, los más grandes, también vamos a encontrar cierta paz en la lectura de este libro, nos va a permitir cerrar la puerta… Pero dejar abierta la ventana un poquito, ya que todos necesitamos un poco de magia para seguir caminando la realidad.
Quién es Aiden Thomas
♦ Aiden Thomas se define como queer, transgénero y persona no binaria.
♦ Tiene ascendencia latinoamericana y de hecho su primer bestseller, Los chicos del cementerio, explora la cultura mexicana. El protagonista es un mago latino, gay y transexual que tiene problemas con su familia ya que no aceptan su identidad.
♦ Sostiene que The Sunbearer Trials, el libro que publicará en septiembre, será como un encuentro entre Los juegos del hambre y Percy Jackson.