La Asamblea Nacional (AN, Parlamento) de Nicaragua ilegalizó este jueves otra tanda de organizaciones no gubernamentales, entre las que se cuenta el Centro Nicaragüense de Escritores (CNE), fundado por el fallecido poeta, sacerdote y crítico del gobierno Ernesto Cardenal.
La arremetida contra el CNE se suma a la clausura de la Academia Nicaragüense de la Lengua (ANL) hace unos días, además de centros de investigación, ambientales y de derechos humanos. Antes, ya había ilegalizado la ONG fundada por el fallecido expresidente Enrique Bolaños (2002-2007), que cuenta con una de las bibliotecas virtuales más completas del país, y la organización a cargo del Festival Internacional de Poesía de Nicaragua.
Con la decisión del parlamento de ese país, el CNE, que llegó tener 120 miembros, perdió su personalidad jurídica al igual que otras 92 ONGs. Fue con el voto de 74 diputados oficialistas, según detalló el presidente del Legislativo, Gustavo Porras.
Cardenal fundó en 1990 el CNE, que tuvo entre sus miembros al exvicepresidente y escritor Sergio Ramírez, exiliado desde el año pasado en España, a donde viajó en medio de la serie de detenciones a opositores que precedió a las elecciones en las que el presidente Daniel Ortega logró su cuarto mandato consecutivo. Ramírez, premio Cervantes 2017 y alguna vez aliado de Ortega, dirigió durante diez años la revista literaria El Hilo Azul del CNE, que publicó sus últimas ediciones en 2020, según reportó la agencia AFP.
A lo largo de su existencia y a través de la editorial que posee, el CNE ha publicado poesía, cuentos, obras de teatro y novelas. Sólo contando esas novelas, el sello dio a conocer 121 títulos literarios.
“El Centro Nicaragüense de Escritores se constituyó con la finalidad de promocionar la creación e investigación de obras literarias, históricas, sociales, políticas, culturales, económicas y de investigación sobre la realidad nicaragüense y centroamericana”, señala esa entidad en su descripción. También se declara en defensa y protección de los derechos de autor de sus miembros y la de lograr una Ley de Protección de los Escritores en su vejez, que sigue pendiente aún en Nicaragua.
Cardenal, quien participó en la lucha contra la dictadura de los Somoza, criticó en reiteradas ocasiones la conducción “autoritaria” de su antiguo compañero de lucha, el presidente Ortega, líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Desde 2018, más de 500 organizaciones civiles fueron disueltas o declaradas ilegales por impulso del Ejecutivo, siempre con el argumento de que violan la ley general de regulación y control de organismos sin fines de lucro porque no informan sus movimientos financieros ni el origen de los recursos que recibían del exterior.
El Colectivo de Derechos humanos Nicaragua Nunca + repudió este jueves, en un comunicado, la decisión de la AN y advirtió que son 562 las ONGs canceladas y que “el régimen Ortega-Murillo continúa utilizando las leyes para recrudecer la intensa represión”.
“Expresamos nuestra solidaridad a las personas víctimas y beneficiarias de las organizaciones canceladas; exigimos el cese de la represión, la derogación de todas las leyes represivas y la libertad para todas las personas presas políticas en Nicaragua”, señaló el Colectivo, según el sitio 100Noticias.
Fuentes: Télam S.E. y EFE
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