El 4 de agosto de 1944 todo cambió. Después de dos años sin salir a la calle, escondiéndose de los Nazis, Ana Frank fue descubierta, junto a su familia; se la llevaron a los campos de concentración, donde al final murió sola.
Esta historia no se hubiera conocido si su padre, Otto Frank, no hubiera publicado el diario de Ana, que sirvió para mostrarle al mundo las desgracias que vivieron los judíos.
Se cree que el Diario de Ana Frank termina tres días antes de ser capturada. Ahí es donde la historia inicia para la escritora Rosemary Sullivan (autora de “La hija de Stalin”), quien se adentró en la vida de la familia Frank impulsada por la teoría de que había sido traicionada.
Con el apoyo de la editorial Harper Collins comenzó a investigar y estudiar lo necesario para dar con la persona que reveló el paradero de los Frank. A pesar de que reputados historiadores e incluso organizaciones judías criticaron lo que calificaron de un trabajo de aficionados, Sullyvan, Pankoke y su equipo llegaron a la conclusión de que el notario Arnold van den Bergh habría sido quien delató el escondite de la familia de Ana Frank en 1944.
Sin embargo, la teoría tiene grandes detractores, desde el Consejo Central Judío (CJO) de los Países Bajos, que calificó el texto como sensacionalista, hasta la editorial holandesa Ambo Anthos, que este año detuvo la reedición del texto, después de que varios historiadores de ese país afirmaran que no hay pruebas confiables de que hubiera sido Van den Bergh quien realmente delatara la ubicación de Ana Frank.
La editorial, en un mensaje interno, explicó que se encuentra a la expectativa de que se resuelvan las dudas planteadas por los expertos, antes de proceder a la reimpresión del texto. Luego publicó en su sitio web: “Basándonos en las conclusiones de este informe, hemos decidido que, con efecto inmediato, el libro ya no estará disponible. Haremos un llamado a las librerías para que devuelvan sus existencias”.
Con motivo de la conmemoración del nacimiento de Ana Frank, que este 12 de junio habría cumplido 93 años, Infobae Leamos entrevistó a la canadiense Rosemary Sullivan para hablar de los resultados de esta polémica investigación que quedaron plasmados en su libro “¿Quién traicionó a Ana Frank?”
— ¿Cuánto tiempo le costó terminar este libro?
— El libro comenzó probablemente en 2016 y había un equipo de casos sin resolver. Creo que la idea del libro vino del cineasta Thijs Bayens, estaba preocupado por el giro de la derecha en su ciudad, Ámsterdam (en los Países Bajos), los grupos antinmigrantes. Me dijo que una vez que estaba pasando por la casa de Ana Frank vio a un centenar de personas haciendo fila y supo que la pregunta que se tenía que hacer era ¿quién traicionó a Ana Frank?, pero pensó que mirar la narración de lo que sucedió el 4 de agosto de 1944 sería una manera de recordarle a la gente el precio ideológico y propagandístico.
Así que Pieter van Twisk sentía que había un rompecabezas de la Segunda Guerra Mundial. Los Países Bajos habían deportado a un gran porcentaje de la población judía en verano, entre 70 y 72 por ciento de la población, y quizás por la horrible experiencia de un fuerte invierno cuando 45 mil holandeses en el sur murieron.
Sintió que todavía era un territorio que se necesitaban comprender ¿cómo sucedió eso? Entonces comenzaron a hacer la investigación y buscaron a un colaborador que no tuviera relación con el tema para que tuviera una mejor comprensión de lo que sucedía desde afuera.
Hubo contactos con el equipo de Casos sin resolver de Ámsterdam, que identificó Pankoke, pero ellos no trabajan con los holandeses.
Vince y el equipo estuvieron al frente desde el 2016 al 2018 y en noviembre de 2018 decidieron que la información era muy compleja y era mejor hacer un libro.
En este punto, no sé cómo comenzó el contrato con la editorial Harper Collins, pero Harper Collins me sugirió como autora porque habíamos tenido éxito con el libro “La hija de Stalin”; me he sentido bien con ellos y tengo una reputación como biógrafa. Entonces, me preguntaron, lo pensé y, como dices, todos han leído “El diario de Ana Frank”.
Era una niña cuando lo leí y fue muy impactante, pero no es la historia completa. La historia completa es mucho peor. Así que siguieron adelante y pasaron seis años desde que el equipo de casos archivado emprendió esta investigación.
Sabes, ha habido comentarios sobre cómo el equipo de Casos archivados hizo dinero con el caso de Ana Frank, eso no tiene sentido.
La investigación fue costosa, teníamos que ir a Alemania, buscar en archivos de Australia, Canadá y Estados Unidos. Vince se tuvo que venir a vivir a Ámsterdam… nadie ganó dinero realmente con este proyecto, ese era el punto.
— ¿Por qué le interesó hablar de Ana Frank y en qué momento comenzó a acercarse a ella?
— Había terminado “La hija de Stalin” en 2015 y pasamos el año para hacerle algo de promoción; luego, tuve otro proyecto en Argentina, pero eso estaba en segundo plano y así que, ya sabes, eres un escritor y si vas a escribir y te lo sugiere tu editor lo aceptas. Sin dudarlo me fui un tiempo a Ámsterdam a trabajar con un equipo.
Ana Frank es una historia fascinante, así que leí sobre el tema: el libro de Mellisa Müller y la “Biógrafa de Ana Frank”; leí el diario, por supuesto; a Caroline, con su biografía de Ana Frank, tal vez leí veinte libros y dije “wow”, hay cosas que no sabía y sospecho que mucha gente no, así que tomé el tema junto con el equipo de Caso archivado. No solo quería seguir la investigación del libro, quería que estas personas se sintieran reales, una niña pequeña que escribía su diario entre los 13 y 15 años y lo inteligente y agresiva, pero también infantil que era, así que decidí centrarme en Otto Frank y le di el trato por el cual se entiende lo que realmente sucedió.
— ¿Cómo comenzó a seguir el rastro de la familia Frank?
— Hubo dos investigaciones importantes, en 1947 y 1948, en este año la hizo Otto Frank; además Vince Pankoke tuvo una pista muy convincente, una nota anónima que se encontró en Auschwitz que decía el nombre del hombre que delató el escondite de Ana, no solo su nombre sino la lista de escondites. A partir de entonces hubo 63 investigaciones, incluyendo las de los holandeses, que estaban buscando a un oficial de la SS, un ingeniero que estuvo buscando los ocho escondites de los áticos.
A lo largo de la investigación surgieron muchos nombres de personas que se consideraron sospechosas, la verdad, pistas difíciles de creer; hubo muchas sospechas, pero ninguna respuesta potencial ni conveniente.
Mucho después, a través de la fundación Ana Frank, dos historiadores concluyeron que el descubrimiento no fue un accidente, no podía serlo, en el operativo participaron un oficial alemán acompañado por tres policías holandeses que se supone que estaban buscando otra cosa, pero de nuevo, con franqueza, no lo veo creíble, a lo mejor es porque ya pasaron ochenta años, mucho tiempo; incluso Vince está convencido de que pudo haber personas que formaron parte de la traición que también tuvieron que ver con la delación de los escondites en el ático.
— El Consejo Central Judío (CJO) de los Países Bajos calificó el libro como sensacionalista ¿Qué piensa al respecto?
— Te voy a decir qué sucedió. “El diario de Ana Frank” se publicó en 1947 y luego, para 1950, hubo una obra de teatro y luego una película y en la presentación de teatro, en Austria, aparentemente s empezó a comentar que Ana Frank no existía.
Ahora hay que reconocer que lo que acababa de pasar era que había un antisemitismo en los 50 que empezó a exonerar y tratar de cambiar la memoria del holocausto, tremendo. Incluso, jóvenes contaban que estudiantes decían que Ana Frank era un invento de los judíos, mira lo que hizo Otto Frank. Otto Frank, en 1963, prefirió no dar el nombre de quien los había delatado, incluso sabiendo quién había sido ¿por qué se hizo eso? por miedo ¿quién hizo la llamada telefónica a los jefes nazis dando la dirección del anexo secreto?
Lo que sí hizo Otto Frank hizo fue entregar la copia de la nota anónima que recibió en 1945 a la Policía holandesa y luego esperar que se realizara una investigación.
Entonces, Vince, mientras mira todas estas cosas, ve un comentario sobre el resumen del arresto. Van Helden vuelve a revisar la nota anónima, no está en el archivo, por lo que Vince, quien es buen investigador del FBI, decide ver la procedencia de la nota, que había sido analizada y declarada como auténtica.
Los nazis fueron increíblemente inteligentes en la manipulación de la población a la que habían vuelto vulnerable. Decían que podrías obtener documentos para la deportación o incluso que si podías probar que tenías un padre no judío, entonces podrías ser alemán. La gente hacía ofertas increíbles para encontrar documentos secretos que, en su mayoría, probaban que no eran judíos.
El punto es que si estabas en el consejo judío podrías tener acceso a la lista y Van der Bergh podía eliminar la lista del propio consejo judío y probablemente tampoco pudo encontrar este escondite de la resistencia.
Para mí, este libro es realmente una advertencia. Quiero pensar en la intensidad del miedo y que algunos dictaban todas estas mentiras y cómo es fácil que vuelva a suceder.
La gente decide si el libro es correcto, la editorial lo publicó en 23 países, aunque en Holanda no lo aceptaron tan bien, igual creo que hay un consenso en que lo que dice el libro debe ser correcto.
“El diario de Ana Frank” finaliza tres días antes de que la arresten, pero la historia sigue y es un aporte a lo que significa Ana Frank. Ella pudo ver, en el campo de concentración, qué es lo que estaba pasando, porque mucha gente tuvo que deshumanizarse para sobrevivir y Ana pudo sentir el miedo y el infierno. La última imagen de ella, ya sabes, está desnuda y solo tiene una manta de invierno, en febrero, porque no soporta los piojos. Perdió a su hermana, piensa que su padre y madre están muertos, eso es lo que hizo el holocausto.
Ana Frank es una especie de ícono, ella es simplemente un ejemplo de lo que le sucedió a seis millones de personas.
En el momento que escribí este libro leí muchos libros, ahora, a partir de la experiencia de la gente, el ultimo que leí se llama “los artistas del escape” y se trata de un hombre de 19 años que escapa de Auschwitz, fue increíble, porque pudo contarle al mundo sobre los prisioneros, él le dijo al mundo.
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