Desde pequeño, cuando abandonó el preescolar, desesperado porque su maestra no podía contar bien una historia, el sudafricano Kevin van Whye ha tenido una afición irrefrenable por los relatos. Ya en la adolescencia, decidió estudiar escritura de guiones, y se ha convertido en una verdadera figura con su primera novela, “¡Sal conmigo, Bryson Keller!”, que inicia como una simple apuesta entre jóvenes, pero en el desarrollo del texto los personajes empiezan a abrir su corazón.
Bryson Keller es el chico más popular de la Academia Fairvale, el atractivo capitán del equipo de fútbol; sin embargo, contrario a la expectativa general, no sale con nadie, no parece tener interés en nadie y asegura no estar interesado en los noviazgos de colegio; sin embargo, ha creado una particular costumbre, cada semana saldrá con la primera persona que lo invite el lunes en la mañana, romances que duran cinco días, sin excepciones.
La vida de Kai Sheridan es normal, no tiene muchos amigos, solo a dos, y son novios. Sigue soltero, pero no es algo que le preocupe.
Es año nuevo y Brittany Daniel hace una fiesta para todos sus amigos. Kai no contaba con ser invitado, pero lo invitan; seguramente, piensa, gracias por sus amigos, aunque eso ya no importa, fue invitado.
“Nunca sé qué hacer en las fiestas”, asegura Kai, hasta que echa un vistazo al librero que está en una de las salas menos concurridas del festejo y decide pasar el tiempo ahí.
En un momento de la fiesta Kai escucha a Bryson a lo lejos, el chico más popular de la Academia Fairvale. Su voz puede atravesar paredes y esta no fue una excepción.
“Las relaciones de preparatoria no importan”, señaló Bryson. Su argumento, para que no funcionen es la falta de tiempo, ya que, si se enamoran y están en último año de escuela, “terminaremos en distintas universidades”. La razón por la que ha decidido no enamorarse.
Mientras está la algarabía de la fiesta, Kai se mantiene atento con la conversación de sus amigos que hablan de Bryson y su manera de pensar sobre las relaciones.
Ahí mismo tiempo, en la fiesta se encuentra Issac Lawson, amigo de Bryson y de quien está enamorado secretamente Kai, pero antes de seguir viendo quien más está escuchará algo que lo sorprenderá.
“Vamos. No es por ofender, pero probablemente podría salir con alguien diferente cada semana, si lo quisiera”. Resopló Bryson a lo cual Dustin, un amigo de Kai, lo reta: cada semana saldrá con la persona que se lo pida, alguien distinto. Tendrá una duración de una semana (la cita) y deberá de respetarse los límites de todo, ya que se trata simplemente de un juego
Natalia quiere ser la primera en tener una cita con Bryson, pero el primero que se acerca es Kai, quien se sorprende al escuchar que el popular deportista le dice que sí, porque nunca dijo que solo saldría con mujeres. Lo que comienza como el resultado de un reto adolescente se convierte para Kai en una nueva experiencia, pues, a medida que transcurre la semana de su corta relación, va descubriendo más cosas en Brysson.
“Quería contar una historia que tuviera una sensibilidad de comedia romántica y también quería contar una historia para el lector LGBTQ que estuviera firmemente arraigada en la narrativa LGBTQ”, explica el autor.
En esta novela de temática gay se va a poder descubrir que el amor no se encontrará en un romance de cinco días, pero tampoco se va hallar en el clóset.
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